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CULTURA

El adiós a una generación brillante: El relevo del campeonísimo y la figura de «Willy» Gómez

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Miscelánea Deportiva, por Esteban Trelles Meza //

El fútbol se manifiesta por momentos y también por épocas, en el que el equipo Guadalajara a mediados de los cincuenta escribe con letras de oro un legado y una historia única que quedan en los anales como un testimonio del equipo más importante, popular y querido del fútbol mexicano.

También es cierto que el fútbol es generacional, por tanto, la vida del jugador es efímera, puede durar 2 o 3 años, un lustro, una década, y lo más una veintena de años, en virtud y función del cuidado corporal físico – atlético en el que de manera individual se cuida cada uno de los individuos dentro, pero principalmente fuera de la cancha.

En estos tiempos la preparación física es fundamental, así como la funcionalidad en las posiciones de juego, defensores y ofensivos deben serlo en función del control del balón sometiendo al nivel, bajo el esquema táctico – estratégico que marca el director técnico en turno de cada equipo.

Esto es lo que el defensor teniendo el balón se convierte en ofensivo y el delantero en defensivo cuando no tiene el esférico, los laterales en los últimos tiempos son más ofensivos que defensivos, convirtiéndose en mediocampistas y delantero centro, e incluso culminando las jugadas de acompañamiento en gol.

Las posiciones en los centrales son netamente defensivas, los córner o centros buscan ofender rematando de cabeza o pie, que de inmediato deben regresar a su parcela. Toda esta evolución es acorde a los tiempos en el que la conjunción hace al equipo, que algún jugador puede influir en cancha por su liderazgo, talento e inteligencia para portar el gafete de capitán, únicamente sirve para dar garantías al árbitro del cotejo, acatando sus decisiones y conminando a sus compañeros al llamado “Fair Play”.

La intimidad de un equipo en el vestidor es ya de cierta manera transmitida por los camarógrafos, que no debieran hacerlo, por muchas cuestiones, en el que el director técnico habla con sus jugadores “secretos” de profesión, no deben ser vistos por el televidente, primeramente, por respeto y ética y segundo para no alertar al equipo contrario de lo que se dice y establece en función de un método de juego.

Cada época tiene su propia complejidad en el aspecto físico, prácticamente el jugador se convierte en un atleta de alto rendimiento, con un desgaste físico extenuante, que la recuperación en el entretiempo requiere de rehidratantes para recuperar de inmediato el desgaste mayúsculo en cancha.

Si a esto le agregamos una o dos expulsiones de un equipo en sus jugadores, se está dando una desventaja que difícilmente se puede sobrellevar, trabajando todos en unidad doblemente sin escatimar el esfuerzo.

Mencionado al “campeonísimo”, mote que se dio por todos los campeonatos de Liga casi de manera consecutiva disputando 9 campeonatos obteniendo 7 de ellos, en el que se jugaba de local y luego de visitante con cada equipo del torneo que comúnmente nunca pasaron de 20 equipos.

Hay que destacar que el equipo Tapatío fue la base de 3 campeonatos mundiales en Suecia, Chile e Inglaterra que jugaron y compitieron gallardamente antes selecciones poderosas e infinidad de encuentros internacionales amistosos y de torneos. Como todo en la vida el inicio es espectacular e irremediablemente termina tarde o temprano.

Enorme responsabilidad las nuevas generaciones que supieron de cierta manera sobrellevar los logros y la fama de un equipo que por mandato del Dios Cronos tenía que despedirse y dejar la batuta a las nuevas generaciones.

Gilberto “Coco” Rodríguez, Jaime López, Raúl Monroy, Salvador Navarro, Pedro Herrada, Alberto Onofre, Raúl “Willy” Gómez, Ing. Javier “Cabo” Valdivia, Carlos Calderón, los eternos Arturo “Cura” Chaires, José “Jamaicon” Villegas y Sabas Ponce, estos dos últimos los únicos jugadores con 8 campeonatos de Liga anuales en toda la historia del fútbol mexicano, entre “camadas” de jugadores relevantes.

La media cancha era extraordinaria con Herrada, Onofre y “Willy” Gómez, de hecho, Alberto Onofre estando en el plantel mundialista de México 70 y no pudo jugar por la fractura de su rodilla por el también tapatío lateral Juan Manuel Alejandrez en un entrenamiento que lo marginó prácticamente del fútbol, jamás nunca tomó su nivel del fino mediocampista, que recién también falleció lamentablemente. Pedro Herrada fino mediocampista de calidad “inventor” del dribbling de lujo de arrastrar de espaldas el esférico y salir adelante pegada el pie sobre la marcha.

Mención aparte el gran driblador, que nadie le quitaba el balón Raúl “Willy” Gómez recién fallecido (74 años), tenía una habilidad que el público lo aclamaba, convirtiéndose en el ídolo indiscutible del “Rebaño” como un jugador fuera de serie.

Siendo la afición de la Zona “C” del Estadio Jalisco, la más leal del equipo rojiblanco coreaba al unísono su apodo “¡Willy, Willy, Willy!”, jugó poco más de una década (13 años) en excelente nivel, es el ídolo del pueblo auténtico y respondió a sus admiradores que fue en su tiempo la figura más relevante del “chiverío” y un auténtico líder que todos sus compañeros respetaban y admiraban.

Ser ídolo auténtico no cualquiera lo es, el caso de Hugo Sánchez no lo fue pese a ser el mejor jugador de la historia en México.

Ciertamente Raúl no fue mundialista pero sí fue seleccionado nacional vistiendo la verde, llegó a estar a la altura de “Chava” Reyes y Héctor Hernández en idolatría que de hecho cada jugador en él “campeonísimo” lo era: Jaime “Tubo” Gómez e Ignacio Calderón mundialistas, Chaires, Sepúlveda y Villegas mundialistas ídolos, el capitán Javier Jasso, “Pina” Arellano, Sabas Ponce, Paco Jara mundialista, Crescencio “Mellone” Gutiérrez, campeón goleador en Liga, Isidoro “Chololo” Díaz mundialista, que al “Willy” lo conocían sirios y troyanos y era novato.

De hecho muchos personajes tomaron su apodo, periodistas destacados como José Carlos Legaspi por su famosa columna “La Fuente” en el periódico Siglo 21, quien también es comentarista deportivo, fanático del Rebaño y gran conocedor haciendo muchos años mancuerna con Héctor Huerta (ESPN) y Don Jaime “Tubo” Gómez (RIP), como un personaje “suigéneris”, muy identificado con los radioescuchas del programa “Súper Polémica” de gran auge en Guadalajara en varias estaciones de radio del cuadrante de amplitud modulada, hace ya algunos años (compañero actual 2025 en el Semanario Conciencia Pública).

El “Willy” Gómez llegó a destacar sin pedir permiso a “los monstruos consagrados” del “Rebaño”. Raúl fue un fenómeno social de auténtico ídolo identificado con la afición con su personalidad propia y la humildad que lo caracterizaba (incluso compuso una canción).

Ahora bien considerando y poniendo aparte al “campeonísimo”, Raúl debe estar en el “Top” de los mejores jugadores en la historia del “Chiverio” de una plantilla de 25 en cada una de las posiciones: “Zully” Ledezma, Oswaldo Sánchez, Fernando “Sheriff” Quirarte, Sergio Lugo, “Tiburón” Sánchez, “Maza” Rodríguez, Ramón Morales, el Maestro Benjamín Galindo, Raúl “Willy” Gómez, “Pepe” Martínez, Ramón Ramírez, Carlos Salcido, Marco Fabián, Hugo Díaz, “Snoopy” Pérez, Omar Bravo, máximo goleador “chiva”, “Bofo” Bautista, “Venado” Medina, Omar Arellano Jr., entre otros.

Los legados familiares fueron varios destacando tres generaciones con Raúl Pina Arellano, su hijo Omar y su nieto Omar Jr., los Reyes, Luis padre y “Chava” hijo, “Pelón” Gutiérrez padre e hijo, los hermanos “Cuates” Calderón, Tomás Balcázar su nieto Javier “Chicharito” Hernández, Quirarte padre y su hijo Fernando, los De la Torre Ing. Xavier jugador y entrenador, su hijo Eduardo, los primos José “Chepo” jugador y entrenador, Néstor hermano jugador y directivo, Don Clodomiro Martínez directivo su hijo Aurelio jugador, Agustín Moreno y su hijo el “Bebe” Moreno fue un tenista relevante internacional muy joven que destacó en su disciplina.

Curiosamente Juan Jasso, sus hijos fueron excelentes futbolistas, Carlos, Juan y Oseas que no jugaron en primera división, pero sí en reservas profesionales y segunda división, Héctor Hernández Jr. heredero de su padre goleador que destacó de jovencito, que jugó en segunda división y no llegó a primera al igual que Raúl Arellano el primogénito que jugó en Toluca, pero no apareció en primera, jugó en segunda y su hermano apodado “El Feo” el mejor de todos con sobrepeso y César que tampoco llegó a primera división, otro que se quedó en la orilla el hijo de Javier Valle.

Enumerar familias futboleras en esta ciudad es prácticamente obligado que como se diría “todos tienen su propia historia”. Lamentablemente la mayoría del campeonísimo nos han dejado. El octavo campeonato fue el último del “campeonísimo” con Raúl “Willy” Gómez al frente, iniciando una nueva generación.

E-mail: etrememodelos@hotmail.com

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