JALISCO
Guadalajara y sus obras
Opinión, por Miguel Anaya //
De Guadalajara se pueden decir muchas cosas, y la gran mayoría son positivas. La Perla Tapatía fue fundada en 1542 gracias a la valentía y determinación de doña Beatriz Hernández. A lo largo de casi cinco siglos, incontables personas han contribuido a hacer de esta ciudad un gran lugar para vivir, visitar y hacer negocios.
Hoy quiero hacer una remembranza de las obras más trascendentales que han marcado el desarrollo de nuestra ciudad en las últimas seis décadas. Si bien edificios históricos como el Hospicio Cabañas, el Teatro Degollado y la Catedral Metropolitana son emblemas indiscutibles de Guadalajara, para este análisis tomaremos como referencia los últimos 60 años, pues fue en 1964 cuando nació el habitante número un millón de la ciudad.
Desde entonces, la Zona Metropolitana ha crecido su población en 500%, los edificios se han multiplicado, el tráfico se ha intensificado y las costumbres han cambiado significativamente. Sin embargo, solo algunas obras han estado a la altura del crecimiento vertiginoso de la ciudad. Aquí algunas de ellas:
Avenida Lázaro Cárdenas
Esta vialidad conecta una de las principales entradas a la ciudad con las zonas céntricas. Representó una obra adelantada a su tiempo, permitiendo una conexión más eficiente entre los municipios metropolitanos. Su impacto económico fue significativo, al reducir tiempos de traslado y mejorar la logística de movilidad. Además, incluyó un amplio camellón donde se sembraron miles de árboles, contribuyendo a la imagen verde de Guadalajara.
Expo Guadalajara
Inaugurada en 1987, Expo Guadalajara nació de un acuerdo entre empresarios y el gobierno local con una visión clara: posicionar a la ciudad como un referente de negocios en Latinoamérica. Hoy en día, es el recinto de eventos más grande de México, generando una derrama económica anual de 37 mil millones de pesos.
Dentro de sus instalaciones se celebra la Feria Internacional del Libro, impulsada por la Universidad de Guadalajara. En 2024, la FIL recibió 907 mil visitantes consolidándose como la feria del libro más importante del mundo hispanohablante.
Líneas del Tren Ligero
Las líneas 1 y 2 fueron planeadas en los años 80 y construidas en los 90, estas líneas fueron el primer esfuerzo serio por ofrecer un transporte público digno y eficiente en la ciudad. Conectan el norte, sur y oriente de Guadalajara, y en su intersección se encuentra el Parque Revolución, un punto de referencia para distintas tribus urbanas, pequeños comerciantes y movilizaciones sociales.
Después de la construcción de la Línea 2, en 1994, pasaron más de 18 años antes de que se retomara la expansión del sistema de transporte eléctrico. Finalmente, en 2020, la Línea 3 comenzó operaciones. Alrededor de medio millón de tapatíos utilizan las líneas de tren diariamente.
Parques Solidaridad y Metropolitano
El Parque Solidaridad, inaugurado en 1991, y el Parque Metropolitano, en 1997, cuentan con 110 y 113 hectáreas de área verde, respectivamente. Por su tamaño y afluencia, estos espacios se han convertido en pulmones urbanos y puntos de encuentro para miles de familias tapatías contribuyendo a mejorar la calidad de vida y la cohesión social.
Zoológico Guadalajara
Construido en 1987 e Inaugurado en 1988, el Zoológico Guadalajara es, por mucho, el más importante de América Latina. Su extensión y diversidad de fauna lo convierten en un referente en conservación y educación ambiental. Alberga casi 400 especies y recibe anualmente a más de 1.2 millones de visitantes, ofreciendo un espacio de aprendizaje y recreación para familias y especialistas en vida silvestre. Además, es uno de los pocos proyectos de este tipo que son autofinanciables, lo que demuestra su relevancia y aceptación entre los tapatíos.
El modelo del Zoológico de Guadalajara es ejemplo de cómo llevar proyectos de alto impacto social con organismos públicos descentralizados.
Sin duda, en los últimos años se han realizado más obras de relevancia. Sin embargo, aquellas que realmente han marcado la ciudad han sido las que respondieron a una necesidad social genuina y no a un capricho político o personal.
Para quienes gobiernan o aspiran a hacerlo, conocer la historia y aprender de las grandes obras del pasado es crucial. La planeación de una ciudad debe priorizar proyectos que promuevan la movilidad sostenible, la inclusión social, el desarrollo económico y el cuidado del medio ambiente. Honrar a Guadalajara es trabajar por ella, y el trabajo se ve reflejado en obras que trascienden generaciones.

