ENTREVISTAS
Cáritas Guadalajara cumple 50 años en octubre: La caricia de la iglesia no se detiene, padre José de Jesús Cortés Tomé
Por Francisco Junco //
Cáritas Guadalajara cerró su colecta anual el 18 de mayo de 2025, pero su misión de amar al prójimo no se detiene. El padre José de Jesús Cortés Tomé, conocido como Padre Tomé, presidente y director de la institución, asegura que Cáritas nunca descansa, pues “la necesidad no cesa, no termina”.
En un Jalisco marcado por la desigualdad, esta organización se erige como un puente de misericordia entre quienes tienen y quienes carecen, llevando esperanza a los más vulnerables.
“Cáritas sigue siendo la caricia de la Iglesia para quienes más nos necesitan”, afirma el Padre Tomé en entrevista con Conciencia Pública. Inspirado por las palabras del Papa Francisco, el sacerdote enfatiza que la institución permanece atenta a los llamados de Dios, respondiendo a cada emergencia con una labor noble de cuidado y atención.
Este año, mientras organiza los eventos por el 50 aniversario de Cáritas Guadalajara, el Padre Tomé comparte los logros de la colecta y la campaña del Año Jubilar de la Esperanza.
En 2024, Cáritas brindó más de 151,420 atenciones en salud, alimentación, vivienda y otros apoyos, beneficiando a 25,000 personas con 36,959 servicios. Estas cifras reflejan el impacto de una organización que, en medio de crecientes necesidades, se sostiene gracias a la generosidad de los jaliscienses. Desde la pandemia de 2020, la demanda de ayuda se duplicó, pasando de 20 a 40-50 personas atendidas diariamente en casos emergentes.
El Padre Tomé destaca la solidaridad del pueblo mexicano, especialmente en Jalisco, donde la gente “se quita el taco para dárselo al que más lo necesita”. Esta respuesta ciudadana, combinada con la transparencia en el manejo de recursos, ha permitido a Cáritas consolidarse como un referente de caridad comprometida, proyectando un futuro de mayor alcance en su labor humanitaria.
Una misión sin pausa
Cáritas Guadalajara opera en la extensa Diócesis de Guadalajara, que abarca la zona metropolitana, parte del sur de Zacatecas y el norte de Nayarit. Este territorio diverso, con comunidades urbanas marginadas y pueblos rurales de acceso limitado, concentra múltiples carencias. Bajo el liderazgo del Padre Tomé, la institución moviliza programas de ayuda y una red de más de 900 voluntarios para responder a emergencias, canalizar donativos y mantener viva la esperanza en miles de familias.
En 2024, Cáritas distribuyó 25,573 postres, 50 toneladas de productos donados por Farmacias Guadalajara, 3,500 cobijas, 6,000 gorras de equipos locales como los Charros de Jalisco, además de utensilios de cocina, colchones, edredones y dulces para niños. “No hay dinero que alcance ante tanta necesidad”, admite el Padre Tomé, pero la respuesta ciudadana ha sido conmovedora. Ejemplo de ello fue el huracán Otis, cuando se enviaron más de 200 toneladas de alimentos, reflejando la solidaridad mexicana.
La transparencia es clave para sostener esta labor. “Cuando presentas resultados, la gente abre más su corazón”, señala el sacerdote. Cada peso donado se destina directamente a los necesitados, lo que ha fortalecido la confianza de benefactores, empresas y voluntarios. Este enfoque ha permitido a Cáritas crecer no solo en cifras, sino en presencia y compromiso comunitario.
50 años de servicio solidario
El 50 aniversario de Cáritas Guadalajara, que se celebrará del 29 de septiembre al 2 de octubre de 2025, reunirá a representantes de todas las Cáritas de México en un evento nacional. La conmemoración incluirá encuentros, mesas redondas y ponencias de figuras como el rector de la Universidad Panamericana, José Antonio Lozano Díez, y el Padre Armando González Escoto. El objetivo es reflexionar sobre cinco décadas de servicio, compartir experiencias y trazar estrategias para enfrentar nuevos retos.
“Queremos fortalecer nuestra misión y consolidar a Guadalajara como referente de acción caritativa”, explica el Padre Tomé. El evento abordará desafíos como el aumento de la pobreza, la migración y las emergencias climáticas, buscando ampliar el impacto de Cáritas en comunidades vulnerables. Esta celebración no solo honra el pasado, sino que proyecta un futuro de mayor solidaridad.
El 22 de junio, Cáritas organizará un encuentro en el Santuario de los Mártires con más de 600 voluntarios. Esta jornada ofrecerá formación, celebrará la indulgencia plenaria del Año Jubilar de la Esperanza y reforzará la unidad entre quienes dedican su tiempo a los necesitados. Será un momento de renovación espiritual y preparación para los desafíos venideros.
Un voluntariado movido por el amor
De los más de 900 voluntarios de Cáritas Guadalajara, solo 37 personas (el 5%) reciben un salario. Los cinco sacerdotes al frente, incluido el Padre Tomé, no cobran. “Su servidor y los asesores no tocamos un solo peso”, subraya. El equipo incluye al Padre Eduardo Aguirre en administración, el Padre Alejandro López López en casos emergentes, el Padre Mauricio Murataya en procuración de fondos y el Padre César Espitia Orozco en Cáritas Parroquial, cada uno liderando programas clave.
Lo que distingue a Cáritas es su espíritu altruista. “No se trata solo de ayudar, sino de amar”, afirma el Padre Tomé, citando a Santa Teresa de Calcuta: “No es cuánto das, sino cómo lo das”. Los voluntarios, que donan tiempo o recursos, comparten un fin común: aliviar el sufrimiento. Reconocer en el rostro del más pobre el de Cristo inspira esta labor diaria.
Un puente entre el dolor y la esperanza
Cáritas no busca protagonismo, sino justicia, dignidad y compasión. “Que hagamos caridad no solo con palabras, sino con acciones concretas”, pide el Padre Tomé. En un país de desigualdad, la organización actúa como un puente entre quienes tienen y quienes necesitan, entre el sufrimiento silencioso y el amor en obras. Su impacto en 2024, con más de 151,420 atenciones, demuestra su compromiso con los vulnerables.
