NACIONALES
Los misiles contra México
Opinión, por Gerardo Rico //
En cuanto concluyeron las hostilidades bélicas entre Israel e Irán, los misiles mediáticos de la Casa Blanca apuntaron directo al centro del poder en México y de un plumazo volvimos a la realidad en el trato de la administración de Donald Trump a nuestro país.
Sin duda y ante las circunstancias actuales, la administración encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum, está siendo una de las más atacadas en la historia reciente por su contraparte estadounidense. Washington utiliza cualquier mínimo pretexto para señalar, especular, advertir, imponer. Siempre y de manera insistente en torno al narcotráfico y las investigaciones que realizan de presuntos nexos entre altos cargos gubernamentales y líderes de los diferentes cárteles de la droga.
Queda claro que las acciones emprendidas hasta el momento por el gobierno de Claudia Sheinbaum como el envío de 29 narcotraficantes a la Unión Americana, las acciones para reducir de manera drásticas el flujo de indocumentados en la frontera, los decomisos de fentanilo y otras drogas, así como la detención de más de 18 mil personas que han sido encarceladas por delitos de alto impacto, como parte de la Estrategia Nacional de Seguridad, no satisfacen las expectativas de la administración Trump.
Y para muestra está el misil mediático que soltó Washington a media semana: El Departamento del Tesoro sancionó a tres instituciones financieras en México: CIBanco, Intercam Banco y Vector Casa de Bolsa. Las autoridades estadounidenses los acusan de desempeñar colectivamente un papel vital en el lavado de millones de dólares en nombre de cárteles con sede en México y en facilitar pagos para la compra de precursores químicos para producir fentanilo.
En lo que se consideró un golpe inédito al sistema financiero mexicano, durante años estas instituciones realizaron decenas de transferencias financieras a cuentagotas a favor del cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG); el cártel de Sinaloa; el cártel del Golfo o para el Cártel de los Beltrán Leyva, todas organizaciones que el Gobierno de Trump ha designado como entidades terroristas extranjeras, de acuerdo al Departamento del Tesoro.
Lo que más sorprendió a muchos es el caso de Vector Casa de Bolsa -que ofrece desde la administración de fondos mutuos, hasta banca de inversión y servicios fiduciarios- propiedad del empresario capitalino afincado en Monterrey, Alfonso Romo Garza, quien fue promotor, operador y financió parte de la campaña presidencial de Morena en 2018 para posteriormente ser jefe de la oficina de la Presidencia en los dos primeros años de la administración del expresidente López Obrador.
La institución de Nuevo León es señalada por Estados Unidos por, supuestamente, facilitar el negocio del narcotráfico a favor del Cártel de Sinaloa y el Cártel del Golfo. Según su información, Vector participó en varias transacciones a lo largo de varios años que involucraron sobornos pagados por el grupo delictivo de Sinaloa a Genaro García Luna, quien fue secretario de Seguridad Pública de México y director de la Agencia Federal de Investigación de México en el sexenio de Felipe Calderón.
Hacienda intervino tres bancos; un diario nacional reportó que multiplicaron ganancias bajo Morena: Intercam (10,400 MDP), CiBanco (3,000 MDP) y Vector (1,000 MDP) de García, Rangel y Romo
Otro misil mediático: Pam Bondi, fiscal general en el Senado de EEUU, incluyó a México en la lista de países adversarios, junto a Irán, Rusia y China. Acusó intentos de daño físico o por drogas, prometiendo seguridad bajo el liderazgo de Trump, sin intimidación.
«País adversario» tiene implicación legal en el Título 15 del Código de Regulaciones Federales de EE. UU., regulando comercio exterior. Define acciones contra gobiernos o personas extranjeras por conductas graves que amenacen la seguridad nacional.
Este calificativo para México se haría efectivo con la sola firma de la famosa orden ejecutiva del presidente Trump y originaria: restricción a exportaciones, congelamiento de activos, limitaciones a la inversión extranjera directa, prohibiciones de contratación pública con entidades estadounidenses y sanciones secundarias. Independientemente de los aranceles.
Continuaremos con las sorpresas de misiles mediáticos, sin descartar la detonación de una bomba con consecuencias inimaginables para la vida política en México, de persistir las amenazas y advertencias del Tío Sam.
