JALISCO
Abusos sin fin
-Luchas Sociales, por Mónica Ortiz
El Sistema Intermunicipal de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA) está otra vez en la mira, en boca de medios y sociedad. No obstante haber sido duramente señalado por el caso de Elizabeth Castro, un caso que hoy en día sigue en la «enfriadora» política y sin resolución del bochornoso incidente de evidente corrupción por la contratación de una conductora de TV en un puesto directivo de especialización como «comisionada», las respuestas deben llegar.
Quienes decidieron esta falta de probidad y ética en el servicio público deben asumir su responsabilidad. Sin embargo, sin un poco de pena, el SIAPA busca nuevamente un aumento excesivo en las tarifas.
En este sentido, los medios de comunicación han revelado que el SIAPA aprobó, hace un mes y medio, un «mega tarifazo» para 2026. Este aumento no sería del 10 al 50 por ciento de lo que actualmente pagamos por el servicio de agua potable, sino de hasta el 200 por ciento. Es increíblemente absurdo y descarado que un servicio tan deplorable —con agua turbia, infraestructura en condiciones insufribles, fugas, socavones y daños estructurales en toda la Zona Metropolitana— pretenda semejante incremento. ¿Qué les pasa a nuestras autoridades y gobernantes? ¿Dónde tienen puesta la atención?
El SIAPA debe ser intervenido. Hay situaciones de opacidad y corrupción que no pueden pasar desapercibidas ni por la sociedad ni por las autoridades. Se debe rendir cuentas de lo que sucede dentro de un sistema que ya rayó en la corrupción. Es responsabilidad de todos evitar que este asunto termine en la «congeladora».
Es crucial que las responsabilidades de los servidores públicos se hagan evidentes. No basta solo con que el gobernador Pablo Lemus Navarro y los alcaldes de la zona metropolitana emitan declaraciones de desacuerdo.
El SIAPA tiene una gran capacidad para sorprender a la sociedad jalisciense con absurdos, abusos y claras situaciones de corrupción. Estos actuales gobiernos «naranjas» apenas están llegando a la administración pública, ¡que no nos acostumbren a que no pasa nada!
En Jalisco, los gobiernos y autoridades deben encaminarse a procurar la claridad y el bienestar de sus gobernados, ejerciendo el poder político bajo estrictos principios de transparencia, ética, eficiencia y responsabilidad. El objetivo primordial debe ser mejorar la calidad de vida de la población.
Para lograrlo, son claves elementos como el acceso a la información pública: los ciudadanos tienen derecho a conocer cómo se toman las decisiones, cómo se gastan los recursos, qué programas se implementan y cuáles son sus resultados.
Asimismo, la rendición de cuentas es fundamental: las autoridades y los servidores públicos son responsables de sus acciones y decisiones. Esto significa que deben justificar su desempeño, explicar sus errores y, si es necesario, enfrentar las consecuencias de sus actos ante los ciudadanos y los órganos de control. Todo esto, en un mundo ideal.
Por desgracia, el caso del SIAPA ya es una molestia social y una piedra en el zapato. Sin claridad, la confianza entre el gobierno y la sociedad está minada; no se ve por ningún lado un combate real a la corrupción. El Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de la zona metropolitana y conturbada es deficiente y deplorable. Llega agua sucia, la ciudad está llena de socavones y fugas, y las lluvias evidencian las deficiencias tanto de su infraestructura como de su propia administración.
Se necesita más respeto hacia la sociedad y un compromiso ético por parte de quienes pertenecen a este organismo. Su propósito y misión deben ser el servicio público, no lo que actualmente conocemos del SIAPA.
Es fundamental que las autoridades respectivas entiendan que su responsabilidad y compromiso son con la ciudadanía, no con líneas o grupos políticos. Al final, situaciones como esta solo evidencian la fragilidad de la política y el servicio público ante el reto de ser un buen gobierno.
Jalisco y su Zona Metropolitana merecen servicios de calidad y servidores públicos competentes, con capacidad de liderazgo y gobiernos claramente responsables. Es precisamente aquí donde los discursos vacíos de las campañas empiezan a revelarse como falsos y meras percepciones. Debemos exigir cuentas claras sobre todas las situaciones del SIAPA y de cualquier asunto que parezca turbio en Jalisco. ¡Basta ya!


