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MUNDO

Las clases medias globales, entre la estabilidad y el abismo

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-Política Global, por Jorge López Portillo Basave

No todas las clases medias, populares o altas son iguales. Dos pláticas me vienen a la mente al leer los resultados de estudios económicos de Europa y de Asia realizados y publicados por el UBS-Financial Group para analizar la economía y la riqueza de diversos países y regiones segmentando por edad y por riqueza acumulada.

Hace años me decía un amigo cura, quien hablaba 7 idiomas y era doctor en Historia, que el celibato de la iglesia no solo era tema de espíritu, sino también de dinero. No era lo mismo ser la esposa o el hijo de un curita de pueblo que el de un cardenal. Por otro lado, hace unos días, un buen amigo, exitoso empresario cuya familia tiene ideas de izquierda y de apertura total de migración, me platicaba que en su más reciente viaje por Europa fue acompañado por sus dos hijas adolescentes y su esposa. Lo que más les gustó de toda Europa fue Suiza y Luxemburgo “… por ser limpios, ordenados y con edificios y fachadas bien cuidadas”.

¿Qué queremos decir con esto? Empecemos con lo que me decía mi amigo que fue sacerdote desde su juventud hasta los 101 años, cuando Dios le llamó. Es obvio que no es lo mismo ser el cura de San José Obrero en Zapopan que el de la Basílica de San Juan de Letrán en Roma.

Y no es lo mismo vivir en una ciudad en la que la ley se respeta y el esfuerzo se premia a en una zona en la que la pobreza es utilizada como moneda política para mantener el poder a cambio de ser omisos en la aplicación de la ley en contra de delincuentes o de organizaciones delictivas de todo tipo, porque ser pobre no es ser delincuente ni ser rico el no serlo.

Ni el ser rico es sinónimo de abuso o maldad, ni el ser pobre es sinónimode virtud o de martirio. Mi amigo empresario me decía que lo único que sí sintió es que era muy caro, hasta para él, que es clase alta.

Este estudio abarca 2 segmentos: Del 2020 al 2024 y otro solo del 2023 al 2024 en el que se analizaron 26 países de Europa y otro tanto de Asia y de América. En el estudio se vio claramente que en los años 23-24 los países que más mejoraron su clase media fueron Hungría e Italia. Países que en general no son ricos, pero que en los años recientes aplicaron reformas para fomentar el trabajo y bajar la delincuencia. En el mismo estudio se ve que Suiza tiene un promedio de riqueza 3 veces por arriba de Francia y 2 por arriba de Francia. Ojo, no hablamos del ingreso per cápita, sino de la cantidad de activos y pasivos que tienen los adultos en esos países.

Como dije, destacan Hungría e Italia con incrementos en riqueza de 18% y del 15% en comparación con China que bajó 6% en ese mismo periodo o Alemania o Francia que crecieron solamente el 10%. Llama la atención que Suiza haya crecido casi lo mismo que Francia con un cercano 8%. Uno puede decir que cuando estás pobre puedes crecer más rápido porque todo te falta y cuando eres rico ya no hay mucho lugar.

Otros pueden decir que la riqueza se acumula y por eso crece y la pobreza no cede, por eso los pobres no crecen en su acumulación de bienes. Como vemos, estas dos ideas son contrarias. Es verdad que cuando uno está muy mal, cualquier ingreso es representado en un alto porcentaje, y también es verdad que cuando uno es rico, el generar aumentos de porcentaje es más difícil. Por eso es por lo que este estudio resulta tan interesante y me recordó a mis amigos antes mencionados.

Por un lado, vemos que Suiza tiene no solo la cantidad más amplia de clase media y media alta, y claro, de superricos, lo que hace que sus pobres se vean más pobres. Pero Suiza ha cambiado poco en sus políticas y en su población por años. Es decir, es muy estable. Por otro lado, y en el extremo de casi explosión social está Turquía con un 70% de personas con pobreza económica. Muy cerca de ahí están Grecia y otros países de la región. Por su parte, toda Europa del centro-sur tiene niveles de clase media muy baja en comparación con los países que se congelan 8 de los 12 meses del año.

Para mí es evidente que las políticas laxas que premian la pereza y la delincuencia han arruinado a Europa y la llevarán a una mano dura y radicalización. El clima no tan extremo, ha fomentado una migración masiva que no solo importa mano de obra barata, sino que muchas veces importa también costumbres laborales o sociales de dependencia gubernamental, clásica en países colonizados o no democráticos, que por la pobreza y las dadivas controlan a sus poblaciones.

Mi amigo, cuya familia piensa que es compasivo dejar que la gente robe, que los blancos son opresores y causantes de todos los males de África y América Latina o que está bien que millones de personas paguen a traficantes de personas para viajar sin documentos, quedó enamorado de los países que no permiten esas conductas. De hecho, para comprar en Suiza no solo se necesita dinero, sino permiso, y hay ciudades como Ginebra en las que simplemente no hay ventas para los no nativos.

Mi exitoso amigo de raíces tapatías con millones de pesos se pregunta por qué Trump ataca a los inmigrantes mientras que vive en una casa con murallas y armas para proteger sus bienes.

En contraste, otro tapatío decidió tramitar sus papeles para poder trabajar legalmente en Estados Unidos y viajar con facilidad migratoria a todos los países de la región del Pacífico, desde Canadá hasta Rusia y China. Reunió sus papeles, tardó como 4 meses y después esperó otros 3, pero hoy él puede trabajar de manera legal en casi todos los países del Pacífico.

No es tan rico como mi otro amigo, que es también muy trabajador, pero que está dejando a sus hijos creer que el comunismo es la respuesta. El otro tapatío decidió no esperar a ver si de manera ilegal podía trabajar como lo hacen millones de personas en el mundo por necesidad económica, pero también por permisividad de los gobiernos de ambos lados, que los prefieren indocumentados y dependientes.

Así las cosas, ser clase media en China no es lo mismo que serlo en Suiza o en España. Pero las clases medias son las que mueven a las economías y a las naciones. Una clase media más rica permite mayor consumo de valor agregado y demanda servicios de calidad. Una clase alta puede ir a donde quiera a gastar o a buscar calidad o servicios, y una clase pobre solo puede aspirar a comer y a tener servicios que le dé su gobierno a cambio de su voto en una espiral de abuso criminal.

La tristeza es que la democracia se haya puesto la responsabilidad de sacar a la gente de la pobreza cuando eso no es democracia. China bajó su riqueza de clase media de manera pronunciada durante los dos últimos años (8%), pero aun así logró acumular un crecimiento del 20% en el periodo 2020-2024. Esto muestra que la caída de Turquía y de China o Rusia o el alza de Italia, Hungría no fueron un asunto de democracia, sino de forma de gobierno y de educación.

Si usted vive en Turquía, se piensa que la clase media es de $16 mil euros en adelante, mientras que si vive en Suiza, es de $600 mil euros en delante. Todos somos iguales, pero hay unos más iguales que otros. Del 2020 al 2024 en Turquía, la clase económica menos pudiente alcanzó el 70% de la población. Es decir, que el 70% de los que viven allá no tienen ni esos $16 mil euros entre todos sus bienes, desde casa y auto hasta cuentas de banco.

Qué tiene Suiza, que no tiene la Turquía de hoy (por decir, algún país de los que se están empobreciendo). Pues podríamos decir que Turquía tiene mucho más que Suiza y aun así su clase media es 60 veces más pobre y 7 veces más grande, ya que en Suiza solo el 11% de la población está debajo del nivel de clase media, muy cerca del 10% en Alemania.

Por cierto, Alemania, Reino Unido y Francia van por muy mal camino; su clase media se está quedando atrás. No tan mal como Turquía o Grecia, pero mal para lo que eran. Uno puede decir que Rusia o China están en otro problema de guerras y de pleitos, pero Alemania y Francia solo tienen la razón de haberse dejado caer por una mala interpretación de la caridad que raya en la criminalidad.

Si vemos a Hungría e Italia, que están en pobreza en comparación con otros europeos, han mejorado mucho en 2 años al iniciar políticas de legalidad que dan certeza a los particulares, incluso a los delincuentes, de que la ley se aplica.

Si no educamos a las nuevas generaciones para esforzarse, respetar la ley y para exigir calidad, ellos crecerán pensando que les deben dar todo en la mano y que la calidad es para otros. La educación, y no solo la de títulos universitarios, sino la educación en amplio sentido, no solo para los europeos, sino en especial para los mexicanos de aquí y de más allá de nuestras fronteras y, claro, para los que ahora viven en Jalisco llegados desde otros países en busca de un mejor futuro.

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