Connect with us

ENTREVISTAS

Falso que en Jalisco se oculten desaparecidos para no dañar la imagen del Mundial

Publicado

el

-Por Gabriel Ibarra Bourjac

Como desafortunada calificó el titular de la Comisión de Búsqueda de personas en Jalisco (COBUPEJ), Víctor Hugo Ávila Barrientos la afirmación del investigador de la Universidad de Guadalajara, Víctor Manuel González Romero de que Jalisco podría estar ocultando desaparecidos para no dañar la imagen del Mundial de Futbol.

Al rechazar en forma categórica este señalamiento, expresó que “cuando una persona reporta una desaparición, recibe una constancia de registro. Con la Fiscalía Especial de Atención de Personas Desaparecidas (FEPD) ocurre lo mismo. Es un documento oficial que no se puede deshacer. Todo está en nuestra página, accesible y público”, argumenta Víctor Hugo Ávila Barrientos.

La transparencia de los registros, disponibles para consulta, desmiente cualquier intento de ocultar datos”, remarcó Víctor Hugo Ávila al solicitar derecho de réplica a Conciencia Pública para hacer precisiones en torno a lo señalado por el académico Víctor Manuel González Romero en la edición anterior (Número 800 de Conciencia Públicas).

Firmada por el reportero Mario Ávila la nota publicada el pasado 27 de julio en Conciencia, se esaltó: “Ahora, la mayor preocupación del ex rector de la UdeG, González Romero, es que con la cercanía de la Copa del Mundo 2026, en la que Jalisco será anfitrión, “van a desaparecer más aún a los desaparecidos, me preocupa que con este evento internacional las autoridades consideran que la cédula se ven feas y cuando peguen los colectivos cédulas las van a desaparecer cuando lo que deberían hacer es otra cosa”.

En la entrevista Víctor Hugo Ávila, titular de la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas de Jalisco, responde a las afirmaciones del investigador Víctor Manuel González Romero, quien señaló a Jalisco como líder nacional en desaparecidos e impunidad.

Víctor Hugo Ávila aborda estas críticas con datos, transparencia y un enfoque humanitario, destacando los esfuerzos de la Comisión para localizar personas, prevenir violencias y garantizar información pública.

En un contexto de dolor y complejidad, la Comisión se posiciona como un pilar de confianza para las familias, dijo.

JALISCO Y EL LIDERAZGO EN DESAPARECIDOS

Víctor Manuel González Romero afirmó que Jalisco lidera en número de desaparecidos e impunidad, con un promedio de 3,000 casos anuales. Ávila no refuta la cifra, confirmando que, con ligeras variaciones, el estado registra alrededor de 3,000 desapariciones por año.

Según el Registro Estatal de Personas Desaparecidas, al 30 de junio de 2025, se reportan 19,063 personas localizadas y 15,728 aún desaparecidas desde diciembre de 2018. Sin embargo, Ávila enfatiza que la Comisión trabaja intensamente para reducir estas cifras, con estrategias que combinan tecnología, análisis contextual y colaboración con la Fiscalía Especial de Atención de Personas Desaparecidas (FEPD).

Los números son claros y están disponibles en nuestra página. No negamos la magnitud del problema, pero estamos actuando con transparencia y compromiso”, asegura.

El Registro Estatal, a diferencia del nacional, cruza datos con la (FEPD) y usa algoritmos para evitar duplicaciones, ofreciendo una imagen más precisa de la realidad en Jalisco.

Ávila reconoce que el Registro Nacional presenta fallas técnicas, como duplicaciones (ejemplo el caso de un italiano registrado ocho veces), y la Comisión trabaja con la Comisión Nacional para corregirlas antes de cargar datos previos a marzo de 2025.

DIFUSIÓN DE CÉDULAS DE BÚSQUEDA

El investigador criticó la falta de difusión de las cédulas de búsqueda, sugiriendo que solo se publican en la página de Facebook de la Comisión. Ávila Barrientos desmiente esto, detallando que las cédulas se exhiben en pantallas de estaciones de Mi Tren, Mi Macro y paradas de camiones en la Zona Metropolitana de Guadalajara, así como en recaudadoras de varios ayuntamientos.

Además, la página web de la Comisión (abierta y pública) permite buscar personas por nombre, municipio, sexo o edad, con un código QR en cada cédula que dirige a un formulario para reportar información, incluso de forma anónima. “Esto protege a las familias de extorsiones, ya que antes modificaban cédulas con números personales, lo que generaba riesgos”, explica.

La plataforma también ofrece un archivo Excel descargable con el registro completo de 34,000 casos (localizados y no localizados), actualizado mensualmente. “Ni la Comisión Nacional hace esto. Cualquier periodista, académico o familia puede dar seguimiento a los folios, que son irrepetibles. Solo borramos un caso si la desaparición ocurrió en otro estado y se remite el expediente”, subraya Ávila, destacando la transparencia total de Jalisco.

RETRASOS EN REPORTES

González Romero señaló que los reportes de desaparición tardan siete meses en registrarse, lo que implica que los casos de 2025 se conocerían hasta 2026. Ávila aclara que este retraso no es institucional, sino que depende de las familias, quienes a veces reportan desapariciones semanas, meses o incluso años después.

Por ejemplo, en junio de 2025 se registraron 274 casos, pero solo 242 ocurrieron en 2025; el resto data de 2010 a 2024, incluyendo un caso de 1975. Esto se debe a que las familias buscan acceder al juicio de declaración especial de ausencia para resolver temas legales, como créditos o custodias, lo que requiere un reporte oficial. “De 1,857 registros en esta administración hasta junio, 1,394 son de 2025. Solo un 15% son de temporalidades previas”, precisa.

TENDENCIAS Y PREVENCIÓN

González Romero afirmó que las desapariciones no muestran cambios, mientras los homicidios han disminuido un 30% en Jalisco, superando la baja nacional del 17%. Ávila presenta datos que contradicen esta percepción: entre diciembre de 2018 y junio de 2025, se reportaron 1,874 desapariciones, frente a 2,819 en el mismo periodo de 2019, lo que indica una baja significativa.

La tasa diaria de desapariciones es de 9 (no 12, como afirmó el investigador), con un 55% de localizaciones (5 de cada 9). “Nuestros datos, disponibles públicamente, muestran una disminución. Trabajamos con la Fiscalía Especial de Atención de Personas Desaparecidas (FEPD) en campañas de prevención, especialmente para jóvenes de 15 a 29 años, el grupo más afectado, donde uno de cada cuatro es mujer”, detalla.

La comisión y la FEPD han identificado que el 74% de las desapariciones no involucran un “levantón” típico, sino violencias previas como abuso doméstico o sexual. Solo el 24% está ligado a un delito inicial, y de este, solo el 11% corresponde a desaparición forzada o por particulares; el 13% restante incluye feminicidios o secuestros.

Prevenir desapariciones significa prevenir violencias. Es un camino largo y complejo”, explica Ávila. Para abordar los enganches de jóvenes, la FEPD lanzó campañas enfocadas en redes sociales y ofertas de trabajo falsas, socializadas con la Secretaría de Educación.

Los puntos de encuentro han cambiado de centrales camioneras a tiendas de conveniencia (como OXXO y Seven Eleven), lo que ha llevado a ajustar estrategias. Además, la comisión evita publicar ciertos detalles (como el uso de huellas para identificar cuerpos) para no alertar a los perpetradores, quienes han comenzado a mutilar cuerpos para dificultar identificaciones.

UN LLAMADO A LA SOCIEDAD

Ávila concluye con un mensaje claro: la solución requiere la participación de todos. “La sociedad debe estar atenta a nuestras publicaciones y reportar cualquier error o duda. La transparencia es nuestro pilar. Este problema no lo resolverá un solo gobierno o estado; es un proyecto nacional de largo plazo”, insiste.

Reconoce que el crimen organizado, más allá de las drogas, incluye trata, extorsión y otros delitos, lo que complica las estrategias. Sin embargo, destaca el compromiso de Jalisco, con un registro robusto, tecnologías innovadoras y un enfoque humanitario que da esperanza a las familias.

UN ENFOQUE HUMANITARIO Y TECNOLÓGICO ANTE LA CRISIS DE DESAPARECIDOS EN JALISCO

La desaparición de personas es una de las crisis más dolorosas de México, y Jalisco enfrenta este desafío con humanidad y tecnología.

En entrevista, Víctor Hugo Ávila, titular de la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas de Jalisco (COBUPEJ) desde julio de 2022, detalla los avances para localizar a las personas desaparecidas, prevenir las violencias que las generan y acompañar a las familias.

Con un enfoque innovador y el respaldo del Gobierno del Estado, la comisión se posiciona como un referente en estos menesteres de búsqueda de personas desaparecidas.

CRECIMIENTO DE LA COMISIÓN

Creada en 2018 bajo el modelo de la comisión nacional, la Comisión Estatal de Búsqueda de Jalisco ha crecido notablemente. En el inicio de la administración de Enrique Alfaro, tenía tres empleados; en 2022, cuando Ávila asumió, eran 57, y hoy son 180, con 50 más en contratación y 12 para una nueva oficina en Puerto Vallarta, que se suma a la de Lagos de Moreno.

Este fortalecimiento, respaldado por reuniones mensuales del gobernador con colectivos de familias, refleja el compromiso para abordar una “pesadilla diaria” para quienes buscan a sus seres queridos.

ENFOQUE HUMANITARIO

La Comisión se define como humanitaria, enfocada en buscar y localizar personas, dejando la persecución de delitos a la Fiscalía. “Nuestro propósito es acompañar a las familias”, asegura Ávila.

Este enfoque genera confianza mediante una atención integral que incluye transporte, apoyo médico y psicológico durante las búsquedas. La colaboración diaria con la con la Fiscalía Especial de Atención de Personas Desaparecidas (FEPD), permite reportar localizaciones en tiempo real.

Nos distingue que llevamos a las familias en nuestros vehículos y les brindamos apoyo completo”, destaca Ávila, marcando una diferencia con otros estados.

TECNOLOGÍA PARA FOSAS CLANDESTINAS

Desde 2023, la Comisión impulsa un proyecto pionero para detectar fosas clandestinas, con espacios experimentales en El Salto y Cajititlán, cada uno con 16 fosas simuladas. Usa drones con cámaras multiespectrales, adaptadas de la agricultura, y cámaras térmicas que detectan suelos removidos por su enfriamiento en la madrugada.

En un predio, la resistividad eléctrica halló 24 bolsas con restos y tres cuerpos en tres horas, frente a semanas que tomaba antes. Otro caso identificó tres cuerpos adicionales con cámaras térmicas. Hasta ahora, se han recuperado más de 40 cuerpos, optimizando búsquedas al priorizar áreas clave.

El proyecto, con la Universidad de Guadalajara, el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, la UNAM, Centro de Investigación en Ciencias de la Información Geoespacial, A.C., de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología del Estado, universidades de Oxford y Leicester, produjo un libro con 21 artículos científicos en 2024.

Una tercera etapa opera en el CU-Valles en Zapopan. “Adaptamos tecnologías para localizar fosas con precisión, y ya las aplicamos”, afirma Ávila.

IDENTIFICACIÓN DE CASOS ANTIGUOS

La Comisión desarrolló una metodología de análisis contextual para identificar restos en fosas, especialmente casos de larga data. En colaboración con el Instituto de Ciencias Forenses, han restituido 12 cuerpos y tienen 150 en espera de pruebas genéticas. “Extraemos datos del contexto para dar posibles identidades, atendiendo una demanda clave de las familias”, explica Ávila, cuya metodología será publicada en el Periódico Oficial.

REGISTRO DE DESAPARECIDOS

El Registro Estatal, con 19,063 personas localizadas y 15,728 desaparecidas al 31 de julio de 2025, es la base más precisa de Jalisco. A diferencia del Registro Nacional, con solo 9,000 localizados y duplicaciones, Jalisco usa algoritmos para corregir inconsistencias.

Desde marzo de 2025, Jalisco alimenta el Registro Nacional, pero enfrenta retos para cargar datos previos al 2022 por fallas técnicas. “Queremos un registro útil para la búsqueda, no un archivo con errores”, subraya Ávila.

PREVENCIÓN DE VIOLENCIAS

Aunque no es su atribución directa, la Comisión genera datos para prevenir violencias. Mapas de calor vinculan desapariciones con violencia intrafamiliar, abuso doméstico y precariedad laboral. “La desaparición es un subproducto de cadenas de violencias. Proveemos datos a Educación, Salud y ayuntamientos”, dice Ávila.

Reconoce al crimen organizado como un factor clave, pero su enfoque es la búsqueda, no la persecución del delito.

UN DESAFÍO GENERACIONAL

Ávila compara el problema con la estabilización de la sobrepoblación, que tomó décadas. “Es un esfuerzo transexenal. Ningún estado lo resolverá solo; requiere un proyecto nacional de una década”, sentencia. Elogia el programa de fortalecimiento del carácter de la Secretaría de Educación, pero insiste en que los padres y la sociedad deben asumir su rol frente a un crimen organizado que permea todo. La adicción a redes sociales, similar a un síndrome de abstinencia, agrava el panorama. “La educación ayuda, pero no sustituye a los padres”, agrega.

COMPROMISO Y ESPERANZA

El respaldo del gobierno, con recursos para personal y oficinas, muestra una voluntad política que Ávila valora. Las reuniones con colectivos fortalecen la confianza. La Comisión no solo busca cuerpos, sino que da esperanza, capacitando a la Fiscalía de Zacatecas y colaborando con universidades extranjeras. “Nuestros resultados trascienden Jalisco”, asegura Ávila.

Continuar Leyendo
Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Copyright © 2020 Conciencia Pública // Este sitio web utiliza cookies para personalizar el contenido y los anuncios, para proporcionar funciones de redes sociales y para analizar nuestro tráfico. También compartimos información sobre el uso que usted hace de nuestro sitio con nuestros socios de redes sociales, publicidad y análisis, que pueden combinarla con otra información que usted les haya proporcionado o que hayan recopilado de su uso de sus servicios. Usted acepta nuestras cookies si continúa utilizando nuestro sitio web.