ENTREVISTAS
Diálogo, inclusión y consenso, lo que necesita la reforma electoral en México: Mario Ramos
-Por Mario Ávila
“Como se han cocinado las reformas electorales en México, al menos es necesario que tengan cinco ingredientes: diálogo, inclusión, consenso, altura de miras y deben responder a las exigencias actuales. Si se reúnen estos ingredientes y si se cocinan de la manera correcta, podemos tener una buena reforma electoral”.
Así lo vaticinó el doctor Mario Ramos González, profesor e investigador de la Universidad de Guadalajara, que, siguiendo una analogía culinaria, continuó: “La presidenta, Claudia Sheinbaum, armó su equipo MasterChef, que tiene la difícil tarea de reunir estos ingredientes y cocinarlos adecuadamente, para lograr tener una receta bien hecha y bien adecuada”.
El Dr. Mario Ramos, a la vez director de la empresa Alternativa Consultores, expuso que mucho tendrá que aportar la experiencia de nuestro estado, para el proceso de consulta sobre la Reforma Electoral a la que se convocó desde el Poder Ejecutivo, particularmente desde Jalisco se podrían aportar las experiencias que se han tenido con el repechaje y la propuesta de “Sin Voto no hay Dinero”.
En el caso del repechaje, recordó que desde el siglo pasado Jalisco implementó une medida para que también llegaran al Congreso del Estado, los diputados que pese a perder en la elección, hubieran obtenido la mejor votación en su distrito con relación a otros perdedores de su mismo partido. De tal suerte que, en la distribución de las posiciones plurinominales en la Cámara de Diputados, entra uno de los mejores perdedores y dos de la lista del partido y así sucesivamente.
Indicó el entrevistado que es más digno llegar a la Cámara Diputados participando en una elección y perdiendo, que a través de la lista que elabora tu partido y que normalmente la encabezan los dirigentes del propio partido político.
Aunque hay otros sistemas en el mundo -dijo-, en donde la lista no está bloqueada, la lista la arman los propios electores, es decir, tienes dos boletas y se vota por mayoría relativa y en la otra, pones el nombre de tus candidatos. En el caso de nuestro país, la lista ya la hicieron los partidos y en donde siempre los primeros lugares, que son seguros, son para los dirigentes, su familia, los amigos y sus cuates, que llegan a la Cámara sin hacer campaña y sin que la gente los conozca.
Otra aportación sería la que planteó en su momento el diputado independiente, Pedro Kumamoto, denominada “Sin Voto no hay Dinero” y que consiste en que en lugar de que la bolsa presupuestal para los partidos político se asigne con relación al Padrón Electoral, se haga con base en los votos válidos logrados en la elección inmediata anterior, con lo que se reduciría sustancialmente el presupuesto para los partidos políticos, en función directa con el porcentaje de abstencionismo que se registre.
Este es uno de los aspectos que sí se podría mejorar en una reforma, dijo, “porque tenemos un modelo muy costoso; probablemente se puede hacer más económico, pero sin perder procesos imparciales, con legalidad, con independencia y con equidad en la distribución de los recursos”.
Gastar menos —precisó— es buena propuesta, porque la bolsa de financiamiento para los partidos políticos se calcula con base en el padrón electoral, por eso siempre sigue creciendo, aunque la distribución, que ahorita es de acuerdo al porcentaje de votos, y así se divide el 70% y el 30% solamente por tener el registro.
Claro que la bolsa se reduciría sustancialmente o al menos obligaría o presionaría los partidos políticos a que se incrementara la participación electoral, para que la bolsa creciera, repartiendo el dinero no por el Listado Nominal, sino a la cantidad de votos válidos en la elección inmediata anterior.
URGE CLARIFICAR EL REPARTO DE PLURIS
Un tema que en opinión del maestro Mario Ramos deberá abordarse con precisión en la Reforma Política, son los criterios para la distribución de las posiciones plurinominales, para con ello evitar malas interpretaciones y acusaciones de la conformación de mayorías artificiales.
“Sí, definitivamente se debe clarificar, para que no exista esta interpretación; efectivamente esta legislación no la aprobó Morena, ya venía de tiempo atrás y ya se había utilizado beneficiando en su momento al PRI y al PAN, que en esta ocasión se quejaban porque con esa interpretación se le daba una sobre representación a Morena, que con 50 y tantos por ciento de los votos, obtuvo más del 70% de los espacios, en virtud de la interpretación de una ley ambigua”, expuso el consultor y experto en el análisis político.
DESDE EL PODER, NO DESDE LA OPOSICIÓN
El académico Mario Ramos recordó que, a lo largo de la historia de nuestro país, la transición de un régimen autoritario a uno democrático se ha dado a partir de las reformas electorales y éstas han surgido casi siempre después de procesos electorales, en los que se denuncia fraude, inequidad y la oposición es la que reclama.
Incluso la creación del IFE -dijo-, no la podríamos entender sin este llamado del fraude que hizo en el 1988 el Frente Democrático Nacional que encabezó Cuauhtémoc Cárdenas y en donde andaba también ahí Andrés Manuel López Obrador, Ifigenia Martínez y Porfirio Muñoz Ledo, entre muchos otros líderes de izquierda. En aquel momento se creó el IFE todavía dirigido por la Secretaría de Gobernación, y ya hasta la reforma de 1997 se le da la autonomía al IFE.
En esta ocasión es distinta —abundó—, porque no hay un reclamo que haya habido en estas elecciones, ni en 2024, ni en 2021, ni en 2018, es más, ni en el 2015, que fue el primer proceso electoral en el que Morena participó, dado que alcanzó el registro en 2014 y participó al año siguiente, para después ganar la elección de manera contundente en el 2018.
Hizo saber que, en su opinión, pareciera que el interés del partido en el poder es modificar las reglas del juego en el ámbito electoral y también modificar la manera de designar al árbitro electoral; ello sin que desde la oposición se haya propuesto.
Esto —planteó—, no quiere decir que el sistema esté perfecto, si hay muchos aspectos que sería bueno modificar, pero esta ocasión es distinta, hoy no hay un reclamo de fraude, de falta de piso parejo, de inequidad; en todo caso, se empieza a observar detalles en algunas elecciones, pero a partir de lo que ha ocurrido desde el gobierno, por ejemplo, con el proceso interno a la elección de la candidatura a la presidencia de la República del propio Morena, con las denominadas corcholatas, en donde fue evidente que hubo violaciones a la ley.
CUIDAR LA REPRESENTACIÓN
Uno de los temas que a juicio del Dr. Mario Ramos se debe de cuidar, es el caso de las minorías, para que puedan seguir obteniendo espacios de representación, aunque no ganen distritos de mayoría relativa, sino solo por el porcentaje de votos; “si no, no entenderíamos cómo entró el PRD y muchos otros partidos pequeños que han tenido presencia en las cámaras y que han crecido su fuerza política poco a poco”.
Y como de todos modos va la reforma -sentenció-, la presidenta lo anuncia, ya conformó la comisión, tienen mayoría en ambas cámaras, lo que significa que es un hecho que habrá reforma electoral, ahí lo que a mí me gustaría hacer hincapié es que, como en otras reformas sí incluían las distintas voces, como en la reforma de 1977 con López Portillo, había un control total desde el gobierno pero les daba apertura que la oposición incluyendo algunos de sus reclamos, sus exigencias, para hacer elecciones más imparciales y competidas.
Incluso la reforma del 2008 -recordó-, después de la elección de 2006 cuando López Obrador reclamó un fraude, ahí es donde se prohibió que los partidos pudieran contratar tiempo en radio y televisión, por el bombardeo que surgió de los spots pagados por la inicial privada. En conclusión, ojalá que estos foros, estas mesas, estas consultas, que sí permiten dialogar, incluir opiniones distintas y que se le pueda mover al menos alguna coma a la propuesta original que nazca de Morena.
