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ENTREVISTAS

Un hospital con alma para Tonalá: Doctor Alejandro Molina

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-Por Francisco Junco

El doctor Alejandro Molina habla con la serenidad de quien lleva décadas en la medicina y con la energía de alguien que aún sueña proyectos nuevos. Sus manos, siempre activas al relatar, se mueven como si dibujaran en el aire la estructura del nuevo hospital que pronto abrirá sus puertas en Tonalá.

Al sentarse frente a su escritorio, sus ojos transmiten el orgullo de quien ha dedicado su vida al servicio público y la docencia. Médico cirujano y partero egresado de la Universidad de Guadalajara, especialista en bariatría clínica por el IPN y con estudios en ozonoterapia en la Universidad de La Habana, Alejandro Molina no se limita a enumerar títulos; cada dato biográfico lo entrelaza con una anécdota que muestra su vocación de servicio.

“Llevo 36 años dando clases en la Universidad de Guadalajara”, señaló en entrevista con Conciencia Pública, con una sonrisa, como si reviviera los rostros de miles de estudiantes. Ha pasado por aulas de enfermería, áreas médico-biológicas y preparatorias, siempre con la convicción de formar a profesionales con ética y compromiso.

En los últimos años, y en la actualidad el doctor Molina se ha desempeñado como asesor del presidente municipal tonalteca, en materia de salud, lo ha acompañado en todos esos proyectos que tienen la mira de dignificar la salud.

“Hacer medicina más humana, ser más humanistas en la medicina, atender mejor a los pacientes con más profesionalismo, con más ética, con más calor humano, con más vocación de servicio”, señaló.

Mientras habla, se inclina ligeramente hacia adelante, enfatizando las palabras cuando recuerda su paso como director médico-psicosocial del DIF Guadalajara en tiempos de Aristóteles Sandoval. Posteriormente, fue director del Programa “Primero tu salud”, dentro del ayuntamiento tapatío, donde realizó el primer censo en escuelas primarias públicas sobre obesidad infantil, un diagnóstico que marcó agenda nacional.

En su voz hay un tono más grave cuando menciona su experiencia como director de Servicios Médicos Municipales en Tonalá, en la administración 2015-2018, primer periodo presidencial municipal de Sergio Armando Chávez Dávalos, el primer político en acumular tres periodos como alcalde tonalteca.

Desde entonces lo que ha buscado es conocer bien las carencias del municipio, porque “queremos que se trate a las personas con respeto, profesionalismo y ética”, recalcó, como si fueran las bases de una receta médica para toda la comunidad.

El nuevo Hospital Tonalá Centro, “presbítero Rafael González González”, es la joya de esta etapa. El doctor Molina describe cada área como si estuviera guiando un recorrido: la clínica de hemodiálisis con nueve máquinas, la maternidad para atender partos cerca de casa, las clínicas de diabetes e hipertensión, y un área de urgencias equipada con tomógrafo, rayos X, laboratorio, sala de choque y 12 camas censables.

Al hablar de capacidad, es honesto y aseguró que “en salud nunca es suficiente nada”. Sus cejas se fruncen al recordar casos en que la falta de atención oportuna costó vidas, como aquel joven con fractura que no logró ser operado a tiempo. Con el nuevo hospital, dijo, esas historias podrán tener otro final.

El doctor recuerda con nitidez una anécdota del presidente municipal, cuando en una de sus campañas, para una diputación federal, en plena contienda electoral, se suscitó la muerte de un niño por picadura de alacrán, en hechos ocurridos en la Jauja, esto ocurrió por no haber un puesto de socorro cercano. “Eso marcó su visión”, afirmó, reconociendo que desde entonces Sergio Armando Chávez ha apostado fuerte por la salud, construyendo cuatro Cruz Verdes antes de dar el paso al hospital.

Su tono se suaviza cuando explica que la maternidad evitará que mujeres embarazadas de Tonalá tengan que peregrinar a Guadalajara o Zapopan. “La salud es un derecho universal; con salud hay todo y sin salud no hay nada”, repitió, como un mantra aprendido en la práctica diaria.

El plan de apertura del nuevo hospital en Tonalá será por etapas: primero, área de estabilización de urgencias y consulta externa (atención primaria); después las clínicas especializadas (hipertensión y diabetes); para pasar al área de maternidad; posteriormente a la clínica de hemodiálisis y hospital, para finalmente la operación completa del hospital. Aunque ya está casi terminado, el escalonamiento responde a la realidad económica y al reto de equipar y sostener la operación.

El doctor Molina no evade el tema de los costos y señaló que sí habrá una cuota de recuperación, baja, pero necesaria para mantener servicios de calidad. “La gente debe ser parte del proyecto, ayudando a que se sostenga”, comentó, consciente de que la salud gratuita absoluta es un ideal difícil de mantener con recursos municipales.

Su mirada se endurece un momento al defender que la atención será para todos, sin importar si vienen de Tonalá o de otro municipio. “La salud no tiene fronteras”, sentenció.

En cuanto a la dirección del hospital, detalló que será el Organismo Público Descentralizado (OPD) del propio nosocomio, con un consejo en el que participan universidades, iniciativa privada y asociaciones civiles. “El presidente quiere transparencia, no compadrazgos”, puntualizó.

A lo largo de la charla, hay un concepto que repite con pasión, ese humanismo, donde “desgraciadamente la medicina actual ha perdido el trato humano; aquí queremos rescatarlo”, dijo, mientras se lleva la mano al pecho. Para él, un médico debe mirar a los ojos, escuchar y acompañar, no sólo recetar.

La filosofía que impulsa este hospital se resume en una idea sencilla y poderosa. Salvar vidas. Esa frase, que el doctor Alejandro Molina pronuncia con énfasis, parece flotar sobre cada detalle técnico del proyecto.

Recordó que la convocatoria para personal médico y de enfermería ha tenido una gran respuesta.

“Ha habido muy buena respuesta. Tenemos, ahora sí, mucho de dónde escoger. Queremos que se seleccionen los perfiles más idóneos, más aptos, tanto profesionales como éticos, como vocación de servicio. Porque acá lo que el presidente nos ha encargado mucho es de que ese hospital y ese núcleo de salud tiene que operar de la mejor manera”, dijo con orgullo.

En el contexto nacional, donde se habla de desabasto de medicamentos y crisis hospitalaria, Tonalá busca ser una excepción. “Claro que se pueden hacer bien las cosas”, afirmó con convicción, y subrayó que el presidente ha preferido esperar y hacerlo bien antes que inaugurar a medias.

El doctor Molina no deja ir la oportunidad de remarcar que este hospital no es sólo ladrillos y equipo médico, es la materialización de una visión que combina técnica, planeación y un profundo sentido humano.

“Pero, esto es gracias al presidente municipal de Tonalá, Sergio Armando Chávez, por su visión de estadista, porque gracias a él se pudo hacer este complejo de salud médico, que tuvo la visión y la vocación de servicio para ayudar a la comunidad tonalteca-doliente”, enfatizó.

“Aquí lo que queremos es salvar vidas y tratar a cada paciente como ser humano, no como número”. En Tonalá, esa promesa está a punto de convertirse en realidad.

 

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