CULTURA
Consuelo Montero, la maestra que sembró arte y esperanza en Tlaquepaque
																								
												
												
											– Por Francisco Junco
San Pedro Tlaquepaque se vistió de memoria y gratitud para rendir homenaje a María Consuelo Montero Larios, mujer que con pinceles, entusiasmo y visión sembró el arte en generaciones de jóvenes y adultos. A casi cuatro décadas de la fundación de la Escuela de Artes Plásticas, Artesanías y Oficios “Ángel Carranza”, su nombre volvió a resonar entre aplausos, recuerdos y abrazos, como testimonio vivo de su legado.
El acto, cargado de emotividad, reunió a exalumnos, colegas, autoridades educativas y miembros de la comunidad artística que evocaron el papel esencial de Montero como semillero educativo: “Ella fue la fundadora en 1986… gracias a ella se logró y se consumó esta escuela”, recordó Jaime Sandoval López, subdirector de Promoción y Difusión Cultural del gobierno municipal, al resaltar el impulso visionario con el que la maestra logró convertir un pequeño grupo de entusiastas en una institución que hoy ofrece más de medio centenar de talleres.
Consuelo Montero fue mucho más que fundadora: fue guía, maestra y faro creativo. Inició impartiendo un taller de dibujo para niños y, más tarde, clases de pintura para jóvenes y adultos. Lo que comenzó como un espacio improvisado en domicilios del Centro del municipio, pronto se transformó en la semilla de un proyecto institucional que abriría sus puertas en 1986 con apoyo del Gobierno Municipal de San Pedro Tlaquepaque.
Su trayectoria también estuvo marcada por el liderazgo. Tras impartir clases y consolidar programas artísticos, Montero asumió la dirección de la escuela, dedicando 32 años de trabajo constante a impulsar la formación artística en la región. Incluso después de su retiro, en 2015, continuó enseñando desde su hogar a través del grupo “Dr. Atl”, conformado en 1980 junto con sus amigas del Club Rotario.
El homenaje recordó también las anécdotas de sus primeros pasos: la entrega de las llaves en Donato Guerra, la improvisación de salones y el crecimiento paulatino de los talleres.
“Ella formó su grupito con puras esposas de los rotarios… y empezó con el taller de pintura, ella dando clases”, evocó Sandoval, mostrando la sencillez con que surgió una escuela que hoy alberga más de 53 talleres de artes plásticas, música, danza y oficios.
Hoy, al recordarla, no se habla solo de la fundadora de una institución, sino de una mujer que enseñó a ver el mundo con ojos de color y esperanza. Consuelo Montero sembró arte, pero también sembró humanidad.
Y esa cosecha vive en cada pincelada de quienes fueron sus alumnos, en cada niño que descubrió un talento y en cada corazón que aprendió con ella que el arte, más que oficio, es un camino para dignificar la vida.
Pero la celebración mayor se realizará la tarde de este viernes, en un evento que llevará a cabo entre las 5 y las 7 pm, con danza, exposiciones, música e invitados especiales; “ella fue muy querida en la comunidad artística”, destacó Sandoval López.
