NACIONALES
Para no olvidar
– Opinión, por Ramiro Escoto
Desde el sexenio pasado, la distracción ha sido la excusa para no dar seguimiento a los frentes que el mismo gobierno federal ha abierto en todo lo relacionado con la administración pública y la política del partido en el poder.
La estrategia hecha por el artífice de esta forma de desviar la mirada y el discurso se debe justo a tener en las “mañaneras” a seudoperiodistas o medios que reciben línea a través de preguntas editorializadas y enviadas a los celulares de cada uno de los que toman el micrófono, salvo quienes realmente representan una trayectoria o a un medio conocido, quienes han afrontado al poder con la consecuencia de una nula respuesta al cuestionamiento, o bien al contrataque en redes sociales de parte también de quienes reciben pauta para ello.
Recientemente, en su visita a Tabasco, la presidenta Claudia Sheinbaum habló de la refinería Dos Bocas. Aseguró que se encuentra a toda su capacidad de producción, mientras que Pemex ha reportado apenas un 45% de funcionamiento. Esto advierte una vez más un discurso sensacionalista y triunfalista con los “otros datos”. Sin embargo, no hay ninguna voz que se le permita corregir o cuestionar esta falacia que, a distancia, representaría muchos millones de pesos de diferencia por día.
Tampoco se ha cuestionado qué pasa con los casos de los señores Alfonso Romo o Epigmenio Ibarra cuando se habla de lavado de dinero o impuestos, temas prohibidos o que salpican los “errores” desde la anterior administración.
Se evita además hablar de la megafarmacia, su costo o eficiencia, así como de los resultados que han tenido los parches a estas iniciativas emanadas de la anterior administración, que ofrecía bajo juramento que el sistema de salud estaría mejor que en Dinamarca.
Para ello, las voces controladas, tanto en lo mediático como en la narrativa legislativa, siempre sacan del sombrero a un adversario para distraer la atención. Si no es un expresidente, es un senador de quien piden su desafuero. Sin embargo, no advierten que entre los propios hay señalamientos por posible contubernio.
Como el caso de Adán Augusto López o Gerardo Fernández Noroña, a quien parece que han blindado con un tema de su casa por 12 millones de pesos, así como viajes y otras cuestiones que han rebasado el control y que ha sido mejor “congelar” para que no existan daños colaterales que, en las encuestas comienzan a hacer merma en predicciones para 2027.
Desde Morena y la presidencia, han gestionado las rupturas con el PT y el PVEM. Esta situación va más allá de alianzas y revela deficientes manejos en personajes cuya visibilidad ha sido expuesta por reportajes de una prensa que desean desacreditar.
Sin embargo, esta prensa ha logrado evidenciar con documentación veraz el actuar de personajes ligados al poder, quienes podrían estar poniendo en riesgo resultados que, de manera individual, serían más beneficiosos. Hoy parece que, en algunos círculos de la izquierda, estar o simpatizar con el partido en el poder resulta incómodo o ya no es un camino para acceder al servicio público.
Esta administración ha recibido en Palacio Nacional a las delegaciones de Estados Unidos más veces que otras administraciones. Se ha tenido que informar sobre detenciones que no se habían realizado y que siempre estuvieron cerca, comenzando con la del huachicol fiscal. Esta semana vendrán más presiones, ahora relacionadas con el lavado de dinero y los lineamientos del Departamento del Tesoro.
Para muchos, lo que se dice es una falacia. Sin embargo, otros advierten un panorama que podría ser histórico, capaz de entonar verdaderamente el himno nacional como es y no solo como un distractor conveniente.
