NACIONALES
Entre la aceptación y el repudio: Demoscopía, los políticos más rechazados de México
– Opinión, por Pedro Vargas Ávalos
La demoscopía es el ejercicio de compilar sistemáticamente opiniones por medio de investigaciones de opinión, cuyos resultados llamamos encuesta. Por lo general, estos estudios son muy comunes en materia política, y suelen utilizarse para saber posibilidades de aspirantes a cargos públicos. Pero también son útiles para conocer la aceptación de funcionarios, organismos y diversos actos de importancia para la sociedad.
Las casas encuestadoras en México se han multiplicado y se cuentan por decenas. Existen muchas empresas especializadas en estos trabajos, pero también los periódicos y algunos centros de estudio los llevan a cabo.
Con motivo del primer año de gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo -CSP-, se dieron a conocer varios sondeos y se comprobó que la primera mandataria nacional es bien calificada, cifrándose su valoración entre el 70 y el 80 por ciento de aceptación, es decir, en el presente siglo es la ejecutiva federal mejor evaluada.
Sin embargo, la semana pasada -2 de octubre- el diario hispano El País, de muy buena circulación en nuestra república, dio a conocer una sugestiva investigación: “Quiénes son los políticos peor evaluados de México”. Y vaya que llama la atención saber los nombres de tales protagonistas.
Para los que están enterados del quehacer público, quizás no sea muy difícil imaginar quienes ocupan los primeros lugares de tan especial clasificación. Claramente, nos dice el diario mencionado, tal posición la ostenta el criticadísimo actual dirigente del otrora partidazo, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), es decir, el senador por autodedazo, Alejandro Moreno Cárdenas, mejor conocido por su apodo de “Alito”.
Como se apoderó truculentamente de la dirección de ese instituto, no sabemos hasta cuando ejercerá el cargo máximo del tricolor, pero muchísimos de sus excorreligionarios y no pocos de los analistas que comentan los sucesos políticos, lo han denominado “el enterrador del PRI”.
Bastantes son los que han expresado lo que consideran es Alito. Tomemos como ejemplo, lo dicho por el exgobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo quien lo culpó de arrastrar «resultados mediocres, que divide a la militancia y que traiciona los principios del partido mismo. Alejandro Moreno, con sus hechos, ha demostrado ser alguien nada confiable, un mentiroso, cínico y traidor. Es un personaje nocivo y ha perdido toda calidad moral dentro y fuera del partido”.
«Por traicionar los principios y valores del priismo, por traicionar las causas sociales, por su ambición desmedida, ‘Alito’ ha sido expulsado del ánimo, la conciencia y la esencia de millones de priistas. Se está quedado solo, abandonado y se ha convertido en el enterrador del PRI.” (Reforma, 30-05-2024). Por lo antedicho es que se le calificó con un tremendo 67% de opiniones que lo tildan de malo o muy malo. Y cosa asombrosa, nadie se enlistó en la franja de no sabe o no respondió.
En segundo lugar, vienen dos mujeres: Kenia López Rabadán y Ma. Del Carmen Lilly Téllez. La primera es contra viento y marea, actual presidenta de la Cámara de Diputados (cargo que este año le corresponde por ley a la segunda fuerza representada en la Cámara, que es el partido blanquiazul), en tanto que la segunda es senadora arropada por la dirigencia panista. Ambas son vociferantes -aunque Kenia, en el desempeño de su posición en la Cámara, se ha contenido- y tienen además el común denominador de atacar un día sí y otro también, a la 4T, a la presidenta CSP, al partido MORENA y a todo lo que huela a lopezobradorismo.
Incluso a la nueva Suprema Corte de Justicia no le dan ni el beneficio de la duda: los ministros que la integran fueron electos anticonstitucionalmente, no tienen méritos para ese elevado cargo y son traidores de México y la justicia. Sus juicios son condenatorios y quizás por ello, los ciudadanos que contestaron la encuesta que comentamos, les dieron un 52 por ciento negativo.
En tercer lugar, de este registro viene, ¡para asombro de muchísimos mexicanos!, el llamado “Tío Richie”, el también conocido como deudor fiscal Ricardo Salinas Pliego, y que, de supuesto amigo del anterior mandatario nacional, ha pasado a ser punzante impugnador del morenismo, la 4T y los dos titulares del Poder Ejecutivo federal emanados de ese movimiento.
De plano, luego de descalificar a los integrantes del gobierno federal, a la presidenta la amenazó con demandarla por difamación y daño moral. La opinión pública lo sentenció con insólito 48%, reconociendo que un 35 por ciento lo valora generosamente. Quizás en esto se funda este magnate en declive, para insinuar que podría encabezar a la derecha y hasta ser posible candidato presidencial.
Continuando con la enumeración de los peores políticos nacionales, vienen en 4° y 5° lugar otros dos prominentes panistas: Ricardo Anaya Cortés, senador por dedazo de Markito Cortés exlíder blanquiazul, y Jorge Romero Herrera, sucesor de Markitito como guía blanquiazul y muy criticado por considerarlo en muchos sectores, como jefe del cartel inmobiliario que hizo pingues negocios en la ciudad de México.
Hemos de señalar, que Anaya, exaspirante presidencial en 2018, acusado de hechos de corrupción, se autoexilió a Estados Unidos por casi todo el sexenio 2018-2024, y solo regresó ahora que consiguió ser senador y en tal condición, gozar de fuero constitucional para evitar ser enjuiciado. El porcentaje negativo de estos señores es respectivamente de 47 y 44%.
Finalmente anotamos dos políticos morenistas: Ricardo Monreal Ávila y Adán Augusto López Hernández. Fueron competidores de CSP en la lucha para abanderar a Morena y sus aliados en la pasada contienda electoral por la presidencia. Y ahora coordinan, el primero a los diputados federales y el segundo a los senadores. Por sus antecedentes y por varias impropias actitudes manifestadas, además de serios señalamientos en su contra, han sido mal calificados por los partícipes de la encuesta sobre los peores políticos.
Muy mala, para el exsecretario de gobernación, de 44%, y para el exgobernador de Zacatecas, el porciento de 39. Para algunos observadores del acontecer público, estos “morenistas” no tienen mayor futuro, aunque son verdaderas “chuchas cuereras” y han sabido sortear todo tipo de obstáculos para seguir usufructuando relevantes cargos.
Por lo anterior, es que los ciudadanos debemos tener en cuenta lo que arrojan este tipo de investigaciones demoscópicas, para en su caso, actuar responsablemente sobre todo si de sufragar por alguno de estos personajes se trata.
