CULTURA
Colegio de Jalisco: Jaime Olveda recibe la presea Alfonso de Alba Martín
– Por Gabriel Ibarra Bourjac
Al recibir la Presea al Mérito Académico Alfonso de Alba Martín otorgada por el Colegio de Jalisco, el doctor Jaime Olveda Legaspi recordó su formación en la Universidad de Guadalajara y cómo una generación de historiadores rompió con la tradición de “exaltar” el pasado para abrazar una historia académica, crítica y profunda.
El reconocimiento al doctor Jaime Olveda se realizó en un evento muy íntimo en el auditorio Carmen Castañeda García en el que se dieron cita familiares y amigos del homenajeado, contándose con la participación de Enrique Ibarra Pedroza, Arturo Zamora Jiménez, de Luis Alberto Arrioja Díaz Viruell, presidente del Colegio de Michoacán, así como las intervenciones del presidente del Colegio de Jalisco, Roberto Arias y de la secretaria Ixchel Ruiz Anguiano.
En su muy emotiva intervención, el maestro Olveda, recordó sus inicios, desde que se inscribió en la licenciatura de la Universidad de Guadalajara.
“Cuando ingresé a la Facultad de Filosofía y Letras, el programa estaba orientado a la docencia, no a la investigación”, inició Olveda. “Preparábamos para enseñar historia, literatura o filosofía. Pero en cuarto año tuvimos la suerte de que Luis González y González diera un curso intensivo de una semana”.
En conversaciones informales, tras tomar café en el centro de Guadalajara, Luis González les dijo: “Esta facultad no está orientada a la investigación. Tienen que caminar por esa ruta. Tienen el campo virgen. Cualquier tema que aborden llenará huecos reales en la historia de Jalisco”.
“En la UNAM el maestro González tenía fama de motivador de vocaciones. A mí me impactó tanto que decidí seguir ese camino”, confesó Olveda.
“En esos años, la historia en Guadalajara se escribía como en el siglo XIX, siguiendo a Carlos María de Bustamante: ‘Hay que ser fácil, hablar bien de todos, exaltar el pasado’”, explicó. “Todos los personajes eran irreconocibles: Hidalgo, Morelos, Zapata, Juárez… tantos adjetivos que ya no se sabía quiénes eran”.
“En 1975-1976 hubo una ruptura en la historiografía jalisciense. Salimos una pequeña generación que, aunque no formada como investigadores, empezamos a escribir la historia de otra manera: con metodología moderna, ganando espacios”.

50 AÑOS DE HISTORIA ACADÉMICA
“En estos 50 años como investigador he retomado todas las corrientes historiográficas para dar una historia moderna, actualizada, no tradicional ni patriotera”, enfatizó.
“Dejé de hacer patria. No puede ser que, con formación, siga escribiendo historia apologética”.
“La historia tradicional ve solo bueno y malo, con héroes inventados. Nosotros hacemos historia académica, reflexiva, profunda, que estudia todo: política, salud, sueños, emociones”, apuntó.
Jaime Olveda relató anécdotas de resistencia: “Me invitaron a dar un discurso por el natalicio de Hidalgo. Querían algo ‘fuerte, motivador’. Les dije: ‘No puedo. No se puede exaltar así’”.
“En 2010, en el Congreso de la Unión, hablé del decreto de abolición de la esclavitud de Vicente Guerrero. Dije que fue simbólico, sin efecto real. Los diputados se voltearon: ‘¿Este loco qué dice?’”.
“Un colega habló de Juárez y un señor quiso golpearlo por ‘bajarlo del pedestal’”.
“Como decía Edmundo O’Gorman: ‘Bajen a los héroes del pedestal y trátenlos como seres humanos’. Los héroes son invenciones políticas”.
“Esa historia tradicional no está muerta. La comparte la mayoría de los mexicanos. Si les parece poco, lean historia tradicional. Nosotros nos enfrentamos a ella: en aulas, conferencias, publicaciones”.
“Nuestro propósito: contribuir con una historia lo más objetiva posible, adecuando el pasado a las exigencias del presente”.
AGRADECIMIENTOS Y DEDICATORIA
El maestro Olveda cerró con gratitud: “Agradezco al Colegio de Jalisco, a su presidente Roberto Arias de la Mora, a la secretaria Ixchel Ruiz Anguiano, mis amigos Arturo Zamora, Enrique Ibarra Pedroza y Luis Miguel Rionda”.
“Esta presea la dedico a mi esposa, por todos estos años. Y a mis maestros, especialmente a Luis González y González, por aquel consejo que me cambió la vida”.
La ceremonia, que marcó la primera entrega de la presea instituida en 2021, cerró con aplausos y reafirmó el compromiso del Colegio de Jalisco con la investigación rigurosa y el pensamiento crítico.
ARTURO ZAMORA JIMÉNEZ: “JAIME OLVEDA, EL HISTORIADOR MÁS PROLÍFICO DE JALISCO
En la entrega de la Presea Alfonso de Alba Martín, el doctor Arturo Zamora Jiménez exaltó la trayectoria de Jaime Olveda Legaspi como “el historiador más prolífico que haya dado Jalisco”, destacando su medio siglo de investigación, su humanismo y su vínculo de 43 años con el Colegio de Jalisco.
“Esta invitación proviene del propio Jaime”, reveló Zamora, agradeciendo al presidente Roberto Arias de la Mora. “Estamos aquí parte de la familia Olveda y del Colegio de Jalisco, un recinto que ha cobrado relevancia nacional gracias al liderazgo de su presidente”.
La presea, entregada por primera vez, honra a Alfonso de Alba Martín, fundador del Colegio en noviembre de 1982. “No se puede hablar del Colegio sin evocar al maestro don Alfonso de Alba, ni recorrer sus pasillos sin la huella de Jaime Olveda”, afirmó Zamora.
El vínculo inició con la colaboración de Jaime Olveda en Un Palacio para el Pueblo (1982), bajo la dirección de Alba Martín.
De la curiosidad infantil a la vocación rigurosa
“El oficio de historiador le viene a Jaime desde la cuna, en una casa tapatía”, narró. Olveda escuchaba relatos de la Guerra Cristera y los convirtió en vocación: licenciatura y maestría en la Universidad de Guadalajara, doctorado en la UNAM.
Desde 1971 es investigador de tiempo completo en el INAH, profesor en el Colegio y la UdeG, y SNI Nivel III.
Su producción: casi 20 libros propios, 185 trabajos como editor, prologuista y colaborador, centrados en los siglos XVIII y XIX. “Imagino a Jaime entre legajos polvorientos, bibliófilo y paleógrafo, legándonos su pasión”, dijo Zamora.
Reconocimientos y humanismo
Entre sus galardones: Premio Pantalla (tesis doctoral), Premio Ciudad de Guadalajara 2002, Presea José María Vigil (INAH), Presea Fray Antonio de Alcalde, Premio Jalisco 2007 y Premio Nacional El Ernesto de la Torre.
“Su obra ilumina rincones oscuros de nuestra identidad, reivindicando voces silenciadas”, enfatizó. “Forma generaciones, despierta vocaciones y forja ciudadanía consciente”.
Jaime Olveda es “trabajador incansable, disciplinado, humilde”. Conversador abierto (de fútbol a farándula), melómano nostálgico de José Alfredo Jiménez y viajero explorador con su esposa. “Sencillo, cordial, esposo y padre amoroso”.
“Doctor Jaime Olveda: Al recibir esta presea, usted se convierte en el primer eslabón de una cadena que esperamos sea larga y generosa. Su ejemplo nos recuerda que la historia bien contada puede transformar conciencias”.
“Gracias por tu vida dedicada a la investigación, por tu generosidad intelectual y por enseñarnos que el pasado no está detrás, sino frente a nosotros. Felicidades. Que este reconocimiento sea apenas una muestra del profundo respeto y admiración que tu obra merece ante la mirada de todos nosotros”.
ENRIQUE IBARRA PEDROZA ELOGIA A JAIME OLVEDA: “UN HISTORIADOR QUE ENSEÑA A VALORAR EL PASADO PARA MEJORAR EL FUTURO”
En el marco de la ceremonia de entrega de la Presea al Mérito Académico Alfonso de Alba Martín, el maestro Enrique Ibarra Pedroza ofreció un emotivo homenaje al doctor Jaime Olveda Legaspi, destacando su trayectoria de cinco décadas como investigador, docente y formador de generaciones.
“Muchas gracias por la presencia de todas las familias de nuestro homenajeado”, inició Ibarra Pedroza, extendiendo su gratitud al Colegio de Jalisco, a su presidente Roberto Arias de la Mora y a la secretaria académica Ixchel Ruiz Anguiano.
“Qué bueno que esta presea lleve el nombre de Alfonso de Alba Martín, un jalisciense, laguense y mexicano ejemplar”, agregó, recordando al fundador de la institución en noviembre de 1982.
UN VÍNCULO HISTÓRICO CON EL COLEGIO DE JALISCO
Ibarra Pedroza subrayó el lazo entre Alfonso de Alba y Jaime Olveda: “No se puede hablar del Colegio sin evocar a Alfonso de Alba, ni recorrer sus pasillos sin encontrar la huella de Olveda”.
Recordó que el vínculo inició con la colaboración de Olveda en la edición del libro Un Palacio para el Pueblo (1982), bajo la dirección de Alfonso de Alba. “Jaime, originario de Yahualica, ha honrado a su tierra con una labor incansable”, señaló.
Destacó que, en 2024, Olveda fue propuesto por el doctor Alberto Arellano para recibir esta distinción, tras alcanzar el Nivel III del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
Una producción historiográfica prolífica
“En 50 años ha publicado un libro por año”, unos como autor, otros como coautor, enfatizó Ibarra Pedroza y mencionó cinco títulos clave que escribió con motivo del Bicentenario de la Federación (2023-2024), además, Jaime Olveda coordinó desde la Unidad de Historia del Gobierno de Jalisco la reedición de obras fundamentales, incluyendo una segunda edición de Nueva Galicia, Jalisco y la Provincia de Sánchez.
- El León dormido
- Federalismo, monarquía y dictadura
- Catecismo Político de México, siglo XIX
- La primera generación de republicanos de México
- El Primer Congreso Constituyente de Jalisco y la Constitución de 1824,
Autonomía, soberanía y federalismo.
Hubo también una segunda edición de la Nueva Galicia y Jalisco, la antología de Prisciliano Sánchez.
Un colaborador generoso y formador “Jaime nos ha enseñado a todos el gran aprecio por la historia”, afirmó.
Enrique Ibarra relató además anécdotas personales: “En 2016, cuando publiqué El Congreso Constituyente Jalisciense de 1824, Jaime me ayudó a localizar el cuarto tomo del Diario de Reglamentos que faltaba. Sin él, no habría sido posible”. Ese tomo, de 1,595 páginas, incluye debates pioneros sobre:
- Separación Iglesia-Estado (40 años antes de 1857)
- Educación pública, gratuita y uniforme
- Alternancia en el poder
- Juicio político
“Jaime es un usuario incesante de bibliotecas y un consultor generoso”, agregó, mencionando su colaboración con la doctora Ixchel Ruiz Anguiano en un trabajo sobre Fray Antonio Alcalde.
Historia como herramienta para el presente
Enrique Ibarra citando a Irene Vallejo en su obra “El infinito en un juco”, cerró su mensaje: “La historia no es solo una inmersión en el pasado, para emerger con nuevas herramientas para entender el presente y mejorar el porvenir. Eso es lo que Jaime ha hecho y seguirá haciendo para mejorar nuestra perspectiva para Jalisco y la Patria”.
“Jaime Olveda ha sido muy reconocido, no solamente en nuestro estado, sino en todos los ámbitos académicos nacionales e internacionales; por eso, Jaime, a tu familia y a los que aquí presentes les dejo testimonio de esta admiración; y también, algo muy importante, lo que Cicerón llamaba no solamente una de las virtudes del ser humano, sino la madre de todas las virtudes, mi gratitud y mi agradecimiento por tus aportaciones y es inmenso”.
Concluyó, ovacionado por los presentes, entre ellos el dr. Luis Alberto Arrioja Díaz (Colegio de Michoacán) y el Dr. Arturo Zamora Jiménez. La ceremonia marcó el inicio de una tradición anual en el Colegio de Jalisco para reconocer a académicos de trayectoria excepcional.
