Buen arranque de la temporada: Charros quiere el bicampeonato

– Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac

¿Qué podemos esperar del conjunto de Charros de Jalisco en esta temporada de la Liga Mexicana del Pacífico 2025-2026?

Con la dirección del Matador Benjamín Gil, Charros aspira al bicampeonato de la LMP, un sueño alcanzable. La directiva está haciendo su trabajo para que este anhelo se haga realidad.

El conjunto jalisciense ha iniciado con el pie derecho la temporada: cuando se han jugado 23 de 35 juegos, los caporales tienen marca de 14-9, empatados en el segundo lugar con Cañeros de Los Mochis. Yaquis lidera el pelotón con 16-6, el mismo que barrió a los jaliscienses la pasada semana.

Es muy notable que la familia González Iñigo en tan solo cuatro años al frente de los Charros de Jalisco, ha demostrado ser una organización sólida, con empuje y visión, que ha elevado a nuevas alturas a este equipo en la Liga Mexicana del Pacífico (LMP), con dos campeonato en la LAMP y un subcampeonato en la LMB

Antes, Charros había sacado la escoba para barrer a Naranjeros de Hermosillo en el Estadio Panamericano.

SE CONSOLIDA COMO ORGANIZACIÓN

Desde que la familia González Íñigo incursionaron adquiriendo las acciones del anterior consejo para convertirse en los nuevos propietarios, los resultados han sido extraordinarios: en cuatro temporadas, han conquistado dos campeonatos en la LMP y uno más en la Liga Nacional de Softbol (en su primera participación).

Además, al adquirir la franquicia de los Mariachis y transformarla en Charros de Jalisco, crearon la única organización que compite en ambas ligas —la LMP en invierno y la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) en verano—. En esta última, en solo dos temporadas, lograron un subcampeonato, cayendo en la final ante los Diablos Rojos del México.

Toda una proeza: en su segundo año llegaron a la serie por el título tras más de 20 años de ausencia jalisciense en esta liga centenaria, la más antigua del país.

Los González Íñigo-González Covarrubias son una familia beisbolera de pura cepa. Originarios de Hermosillo, tierra de los Naranjeros, crecieron inmersos en la pasión por el rey de los deportes.

Como empresarios, han sido exitosos en la agroindustria. En Jalisco se han convertido en los grandes promotores del beisbol. Mención aparte merece la labor de Juan Carlos González Íñigo, director y editor de la única revista de beisbol en México, Cuarto Bat, quien además desde hace varios años lucha por la entronización de Fernando Valenzuela en Cooperstown, el salón de la fama donde están las grandes estrellas de MLB.

El Toro de Etchohuaquila merece estar en el altar del beisbol por lo que hizo en el beisbol latino desde los Dodgers de Los Ángeles, creando la Fernandomanía. Su incursión como directivos en la LMP ha sido un éxito rotundo.

La contratación de Benjamín Gil, el mejor mánager de México, ha sido un gran acierto. Contratado hace dos años por cuatro temporadas, Gil prometió al menos dos títulos; ya entregó uno en invierno y, en esta campaña 2025-2026, los Charros han arrancado con el pie derecho: están en segundo lugar en el standing de esta primera vuelta con un roster balanceado en picheo, ofensiva y defensiva.

Más allá del diamante, la familia González Íñigo es un grupo empresarial querido y reconocido en Jalisco. José Luis es presidente del Banco de Alimentos de Guadalajara —institución que semanalmente lleva esperanza a decenas de miles de personas con despensas a bajo costo— y encarna la generosidad.

Su labor altruista inspiró un premio anual instituido por decreto del Congreso del Estado, que reconoce a quienes se entregan a los demás.

Charros ha estado en cuatro finales y en tres han levantado el trofeo de campeones de la LMP: al vencer en dos ocasiones a Tomateros de Culiacán y una a Yaquis de Obregón.

Apoyar al deporte masivo como el beisbol genera un beneficio inmenso a la sociedad: un niño con bat, pelota y guante difícilmente caerá en las drogas. Empresarios responsables, con visión y compasión, como los González Íñigo, impulsan esto considerando el bien comunitario.

LO QUE VIENE EN EL FUTURO
Mirando al futuro, esta organización se consolidará. Ya se cocina un proyecto ambicioso: un estadio moderno y cómodo en Jalisco, con inversión federal, estatal y privada, para atraer a equipos de Grandes Ligas y convertir al estado en la capital del beisbol de América Latina.

En lo deportivo, con Gil al mando y un equipo competitivo, vendrán más alegrías. En México, la mejor organización hoy por hoy es Diablos Rojos del México, el club con mayor número de títulos en el beisbol mexicano: suma 18 con el de este año, en el que doblaron a Charros.

En Grandes Ligas, el mejor club es Dodgers de Los Ángeles: una organización integral que forma novatos (ganando múltiples Novatos del Año), atrae estrellas como Shohei Ohtani —fenómeno dual en bateo y picheo que redimensionó las Mayores— y genera los mayores ingresos.

En el futuro en México, Charros se perfila para ser de las mejores organizaciones. El grupo empresarial tiene empuje, visión y pasión, además de conocer de beisbol y de negocios. En cuatro años han mostrado el empaque que los distingue.

Como lo ha expresado su presidente Íñigo González Covarrubias: buscan a los mejores y valoran a todos: trabajadores, batboys, directivos, mánager y gerente.

Cuando se trabaja con amor, organización y responsabilidad, los resultados hablan. Felicidades a los Charros y a la familia González Íñigo por dar dimensión al beisbol en Jalisco. En el futuro inmediato, darán muchas satisfacciones a sus seguidores y al beisbol mexicano.

Por lo pronto, con los pies en la tierra, se sueña con el bicampeonato.