NACIONALES
Del amor a los pagos chiquitos
Opinión, por Gerardo Rico
Era el 21 de noviembre de 2018 cuando Andrés Manuel López Obrador, aún como presidente electo, acudió al festejo por el 25 aniversario de Televisión Azteca. Ahí aseguró que asistía por convicción y agradeció el respaldo que la televisora le brindó en “tiempos difíciles de lucha por la democracia”, cuando, según dijo, prevalecía una gran cerrazón en los medios informativos.
“Hablar con Ricardo —recordó— significó que, desde muy temprano, se nos abriera espacio para transmitir nuestros planteamientos. Yo estaba todos los días en TV Azteca por las mañanas, eso fue en 2006”, afirmó el tabasqueño. En ese mismo evento elogió a Javier Alatorre, a quien calificó como símbolo de la empresa por su “profesionalismo y bondad”.
Era la época de camaradería entre el inminente presidente de México y Ricardo Salinas Pliego, dueño de uno de los conglomerados empresariales más poderosos del país. En redes sociales circula incluso la entrevista que el conductor estelar de TV Azteca realizó el 27 de mayo de 2018 a López Obrador y a su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, en su propia casa, donde predominan la amabilidad y los elogios mutuos.
Días antes de la toma de protesta del abanderado de la coalición Juntos Haremos Historia, el 1 de diciembre de 2018, se anunció la creación de un Consejo Asesor Empresarial integrado, entre otros, por Ricardo Salinas Pliego, Bernardo Gómez, Olegario Vázquez Aldir, Carlos Hank González, Daniel Chávez Morán, Miguel Rincón, Sergio Gutiérrez Muguerza y Miguel Alemán Magnani. Su finalidad era asesorar al nuevo gobierno en temas económicos y empresariales.
Para 2019, la administración de López Obrador pagó 300 millones de pesos a Banco Azteca por la distribución de los recursos de programas sociales mediante las tarjetas del Bienestar. Aunque el banco aseguró que no cobraría comisión por el manejo de las tarjetas, terminó recaudando cinco pesos más 80 centavos de IVA por cada una, bajo el concepto de “mantenimiento”.
En junio de 2021, Raquel Buenrostro —entonces jefa del Servicio de Administración Tributaria (SAT)— reveló que Grupo Salinas mantenía una deuda histórica de miles de millones de pesos. En entrevista con Aristegui Noticias, señaló que existían diversos casos en tribunales por falta de pago de impuestos. Lo que ya podía hacerse público, dijo, correspondía a un adeudo de aproximadamente 32 mil millones de pesos.
La fortuna de Salinas Pliego creció con la expansión de los negocios familiares, la adquisición estratégica de empresas y la conformación de un conglomerado que incluye medios de comunicación, tiendas departamentales y servicios financieros. Su poder se consolidó con la compra de Imevisión en 1993 —transformada en TV Azteca— y con la creación de Banco Azteca en 2002, basado en un modelo de créditos semanales para sectores de bajos y medianos ingresos.
Sin embargo, en julio de 2003 Raúl Salinas de Gortari lo demandó por el préstamo de 29.8 millones de dólares utilizado para la compra de Imevisión. El caso quedó asentado en el Juzgado Segundo de Distrito en materia civil bajo el número 54/82/003.
El propio empresario reconoció públicamente, en una conferencia de prensa del 4 de julio de 1996, que recibió ese monto: “Sí utilicé 29 millones de dólares de Raúl Salinas para pagar el paquete de medios, pero me los prestó… En 1993 todos admirábamos al presidente Carlos Salinas de Gortari y era una distinción social ser amigo de su hermano”.
Grupo Salinas arrastra litigios fiscales desde 2001, con la mayor parte de los adeudos generados en el sexenio de Peña Nieto tras revisiones iniciadas en la administración de Felipe Calderón. Una de las prácticas señaladas consistía en usar pérdidas por acciones de empresas en quiebra para maquillar utilidades y reducir el pago de impuestos.
El adeudo más cuantioso deriva de pérdidas inexistentes reclamadas por la compra de acciones en 2008, 2010, 2011 y 2012. Estos casos detonaron en 2013 un crédito fiscal —denominación oficial para los pasivos exigidos por el SAT— que inicialmente ascendía a 18 mil 455 millones de pesos, de acuerdo con informes del propio conglomerado ante la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
Mientras tanto, la Corte Suprema del Estado de Nueva York fijó como plazo hasta el miércoles 12 de noviembre para que TV Azteca y 39 filiales de Grupo Salinas presenten una moción para desestimar o suspender la demanda en su contra, en espera de que el caso se resuelva mediante arbitraje privado con sus acreedores, encabezados por The Bank of New York Mellon.
El conflicto se remonta a 2017, cuando la televisora emitió bonos por 400 millones de dólares, cuyo pago incumplió argumentando afectaciones derivadas de la crisis por el Covid.
