La hipersegmentación fractura la esfera pública: Joan Hendrick

Por Francisco Junco

Transcripción de texto a voz 

El periodista Joan Enric Úbeda subrayó que la clave del fenómeno digital actual es la pérdida de un espacio público común.

“La esfera pública digital se nos ha convertido en pequeñas microesferas… muchas de tipo privado, donde se reafirman patrones que no serían aceptables en otros contextos”, dijo.

Úbeda explicó que la hipersegmentación responde a una lógica económica. “Un segmento siempre debe ser rentable… y el algoritmo sirve para construir grupos cuanto más homogéneos e interesantes posibles”, apuntó.

Esto, dijo, deriva en que cada persona reciba contenidos diseñados para maximizar ingresos, no para fomentar diálogo democrático.

Afirmó que este mecanismo permite que discursos extremistas y de odio prosperen con facilidad: “Se amplifica lo que es rentable, incluso cuando deshumaniza o cosifica… especialmente a las mujeres”.

Según el experto de la Universidad de Valencia, esta lógica da lugar a radicalizaciones que se alimentan de un “sustrato previo” de desinformación y tensiones sociales.

A lo largo del programa TVMorfosis, advirtió que las plataformas no funcionan como espacios neutrales: “Quien maneja el algoritmo es el propietario de la plataforma… y puede tener fines comerciales o políticos”, dijo el experto.

Añadió que el contenido que los jóvenes consumen “no lo buscan, se les aparece, ese misterio es el algoritmo”.

También señaló que la desinformación y el periodismo ciudadano sin verificaciones sólidas complican distinguir la realidad de la manipulación.

“¿Cómo sabes si eso es real o no lo es? Nos obliga a una alfabetización digital más profunda”, agregó.

El académico sostuvo que los medios públicos tienen un papel clave para «contribuir a una ciudadanía democrática… no dar la misma voz a todos, sino explicar el relato y desmentir lo que no es real”. Advirtió que si no se actúa, la fragmentación continuará creciendo.

Planteó que regular estos entornos es complejo y cuestionó “¿Es posible un algoritmo que premie conversaciones constructivas? Sí… pero la pregunta es si es rentable”.

Aseguró que la solución requiere voluntad política global y una ciudadanía educada en el reconocimiento de la verdad.

Cerró alertando sobre el riesgo general y aseguró que “lo que está en juego es una sociedad más fragmentada, una mayor polarización y un discurso de odio cada vez más permeable… debemos evitar que suceda”.