JALISCO
«No quiero ser la generación de un genocidio más»: Pérez Lazcarro
Por Francisco Junco
Transcripción de texto a voz
La activista internacional Dolores Pérez Lazcarro advirtió que los genocidios ya no son tragedias lejanas, sino una amenaza que toca la puerta del mundo entero. Afirmó que Gaza se ha convertido en “un laboratorio donde han dicho, a ver, ¿hasta dónde podemos llegar?”, y sostuvo que lo que ocurre hoy en Palestina no admite eufemismos.
La conferencia Los genocidios en nuestra puerta: la violación sistemática de los derechos humanos, donde participó la activista, se desarrolló en el marco del Día Internacional de los Derechos Humanos, y buscó abrir un espacio de reflexión sobre las violencias globales y su conexión con la realidad mexicana. Fue un encuentro convocado para pensar, debatir y, como enfatizó la ponente, actuar con base en la información y la conciencia ética frente a las injusticias del mundo.
“Se le debe llamar genocidio, genocidio. Es que no es una guerra, es un genocidio”, expresó ante un público que escuchó en silencio cada una de sus afirmaciones. Para ella, las desapariciones en México, los feminicidios y la muerte diaria de personas en situación de calle también forman parte de una larga cadena de exterminios normalizados.
Pérez Lazcarro relató que viajó a Gaza y se subió a un barco para “poner el cuerpo”, con el propósito de atraer la atención mundial hacia la crisis humanitaria. “No quiero ser la generación de un genocidio más”, dijo, recordando Bosnia y Ruanda como heridas históricas que el mundo permitió. Su mensaje se centró en la responsabilidad ciudadana.
“Cada acción, aunque sea pequeña, puede contribuir a que este gobierno y todos los gobiernos del mundo pongan atención en lo que está sucediendo”. Aseguró que la verdadera fraternidad solo se sostiene “en la libertad, en la igualdad, en la dignidad, en los derechos humanos reconocidos y respetados, y en el bien común, en el bien de todos”.
En el presídium de la ponencia estuvieron mujeres que encabezan la defensa de derechos en Jalisco: Maricarmen Mendoza, fundadora de G10-Jalisco; Fabiola Loya Hernández, secretaria de Igualdad Sustantiva del estado y coordinadora del consejo rector de G10-Jalisco; la maestra Luz del Carmen Godínez González, presidenta de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ); y la maestra Eva Avilés Álvarez, presidenta fundadora de G10-Jalisco, quien presidió el evento. Todas coincidieron en que estas conversaciones son urgentes para fortalecer la conciencia social.
Dolores Pérez Lazcarro fue precisa al plantear sus demandas al gobierno federal y, en particular, a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum.
Le pidió romper relaciones diplomáticas con Israel, abrir de inmediato una embajada de México en Palestina y transparentar “cuáles son las acciones que están haciendo para construir la paz”, lo que en este momento, dijo, implica permitir la entrada urgente de ayuda humanitaria a Gaza.
Aseguró que estas propuestas ya fueron presentadas en el Senado y en la Cámara de Diputados, y que seguirán presionando; “la propuesta concreta es, tenemos que presionar”. Antes de concluir, Pérez Lazcarro subrayó que la fraternidad no es un concepto abstracto.
“La fraternidad no puede ser propiedad, solo es mi propiedad; es, repito, una deuda”. Y su postura es clara, presionar a los gobiernos, exigir apertura diplomática con Palestina y promover ayuda humanitaria inmediata.
“Gracias por estar acá y que pensemos en que cada uno podemos hacer algo, aunque no nos subamos a ese barco”, dijo, cerrando una charla que dejó más preguntas que certezas, pero también un llamado firme a la acción colectiva.


