OPINIÓN
El SNTE debe oponerse: La 4T va por la cancelación de Escuelas de Tiempo Completo

Metástasis, por Flavio Mendoza //
Dentro del paquete fiscal que presentó el Poder Ejecutivo a través de la SHCP a la Cámara de Diputados está el Proyecto de Presupuesto para el Ejercicio Fiscal 2021, en el que se manifiesta el deseo del Presidente de la República para eliminar el presupuesto asignado al Programa de Escuelas de Tiempo Completo (PETC).
Este Proyecto de Presupuesto 2021 ha generado mucha incertidumbre, pues prácticamente sin presupuesto el programa tiene un solo destino, su desaparición. Sin embargo, lo más grave es revisar el resto del presupuesto en materia educativa, pues tiene un mediocre crecimiento del 0.2%, aunque en las palabras del Presidente y particularmente de un concepto que constantemente utiliza, en términos reales, hay un decrecimiento, pues con el incremento a las Becas del Bienestar y otros proyectos electoreros, el presupuesto o inversión real a educación es menor, como nunca antes en la historia.
De los 13 programas educativos que el Presidente Andrés Manuel López Obrador ha eliminado en este proyecto de Presupuesto fundamentado en la austeridad republicana o pobreza franciscana, es sin duda el de las Escuelas de Tiempo Completo el que tendrá un impacto negativo de gran dimensión. Un programa que ha transcendido a sexenios de diferente color, pero sobretodo que ha demostrado eficacia atendiendo las necesidades de millones de familias, por una parte, más del 70% de estas escuelas atienden a población indígena o rural de escasos recursos, que de acuerdo a CONEVAL es su Estudio Exploratorio en 2018 establece que en estos más de 19 mil planteles los alumnos reciben alimentación dentro de las escuelas, un factor comprobado en la mejora del aprovechamiento académico de los alumnos, lo que permite cerrar las brechas de desigualdad entre los estudiantes en contextos y condiciones socioeconómicas más altas, en promedio, son cinco años a partir de la introducción del programa en escuelas de alta marginación los que bastan para que los alumnos superen los índices de resultados académicos con relación a la media nacional.
Los estudios analizan principalmente cuatro indicadores, los resultados académicos de los alumnos a partir de evaluaciones estandarizadas aplicadas a nivel nacional, como fueron los de Enlace y Planea, además de otros instrumentos como SisAT y los reportes de evaluación dentro del Sistema Educativo Nacional; otros indicadores medibles en los estudiantes de educación básica; La inserción laboral de familiares directos de los estudiantes y; Los indicadores sociales de largo plazo de los estudiantes.
LAS EVALUACIONES
La SEP en conjunto con Coneval, Unicef y Banco Mundial con expertos del mismo Banco, de la Universidad de Tennesse y la CREFAL, han coincidido con los resultados positivos y muy significativos del programa en avances académicos de los alumnos en estas escuelas con relación a los de escuelas regulares en contextos similares. De la evaluación Planea, el PETC demostró una reducción en el nivel 1, el más bajo, de 4.6 puntos porcentuales en matemáticas y 1.7 en lenguaje y comunicación, mientras que tuvo un incremento en el nivel IV, el más alto, de 9.5 puntos porcentuales en matemáticas y 4.8 en lenguaje y comunicación, en educación básica, aunque cabe mencionar que el porcentaje mayoritario de Escuelas de Tiempo Completo están en el nivel de Primaria.
En las regiones donde se encuentran estas escuelas existe un incremento de inserción laboral de familiares, principalmente un alto porcentaje de madres solteras quienes pueden trabajar una jornada completa mientras el alumno permanece en la escuela. La mejora de infraestructura educativa y equipamiento en los planteles por el apoyo del recurso que aportaba el programa, mismo que se fue reduciendo considerablemente en los últimos tres años. Un mayor aprovechamiento académico derivado de la alimentación balanceada que reciben los educandos, principalmente en las escuelas con alto índice de marginación. Así como el tiempo extra curricular donde los educando reciben aprendizajes nuevos vinculados al fortalecimiento, principalmente de formación académica, así como al desarrollo personal y social, al mismo tiempo les permite alejarse de actividades que por sus propios contextos fuera de la escuela pudieran ser contraproducentes para su desarrollo, tiempo que podrían dedicar a actividades como ver la televisión hasta actividades en contexto de violencia, delincuencia o contradictorias a la convivencia social pacifica.
AVANCES POSITIVOS
Hay diversos organismos que han demostrado los avances positivos de uno de los programas más exitosos aplicado directamente a un número determinado de escuelas, no obstante de que pueden existir centros educativos en los que no se opere correctamente el programa, sin embargo, para poder eliminar el programa, el Gobierno de México estaría obligado a presentar los estudios o evaluaciones que justificaran terminar con el proyecto.
Pero la generalidad tienen resultados probados, por ejemplo en el caso de Jalisco, donde hay 915 escuelas de Tiempo Completo, uno de los de los Estados con mayor número de éstas, en donde la afectación podría ser para más de 90 mil estudiantes, sus familias y más de 4 mil docentes. Escuelas que podrían incuso tener reducciones considerables tanto en población escolar como en resultados académicos, una regresión que no tendría ninguna justificación.
La austeridad republicana o la pobreza franciscana en la propia concepción que ha dado el Gobierno Federal, es contradictoria incluso con lo que establece por la Secretaría de la Función Publica, pues la eliminación del programa no sólo significa la eliminación y reducción del ingreso a la plaza docente, sino además la deserción laboral de un número importante principalmente de mujeres en la economía formal e informal.
Ni el voto de pobreza de una congregación podría tolerar quitar la oportunidad de alimentación y educación en estas escuelas a quienes ya viven en condiciones de pobreza, es decir, las Escuelas de Tiempo Completo no son un lujo, ni un exceso en el Sistema Educativo Nacional.
UN ATENTADO CONTRA LA NIÑEZ
Es entonces un atentado contra quienes menos tienen, contra el derecho humano y de la niñez a recibir educación de Calidad, contra la reciente Reforma Educativa Obradorista que busca la educación de excelencia, así como una contradicción de la frase más emblemática de la administración del presidente AMLO, “por el bien de todos, primero los pobres”, porque es el porcentaje más grande que se afectaría con la eliminación del Programa. Por otro lado, también una contradicción del Secretario de Educación Pública quien ya reconoció públicamente y en la CONAEDU ante todas las autoridades educativas de las 32 Entidades que el programa es uno de los de mayor éxito, incluso, el referente más viable para la implementación de las materias nuevas que pretende incluir en el currículo oficial.
EN 2020 REDUJERON 53% DEL PRESUPUESTO
El programa hoy enfrenta un serio problema en este 2020, pues el año pasado el Presidente y los diputados decidieron reducir el 53% de su presupuesto, por lo que para el periodo de enero a junio se aplicó el 95% del total del presupuesto, el 5% restante es insuficiente para el segundo semestre de este año. El titular de SEP dijo en entrevista a un medio nacional que el programa continuaría, que existía el compromiso de la Secretaría de Hacienda Pública de entregar una partida extraordinaria por 5,100 millones de pesos para comenzar en este agosto con el nuevo ciclo escolar, recurso que no ha sido transferido a la SEP, lo que mantiene en incertidumbre al programa en todo el país. Pero además de este faltante, en el proyecto del presupuesto de egresos harían falta mas de 10 mil millones para poder operar el programa en el 2021, recurso que no se ve de donde podría reasignarse dentro del Proyecto de Presupuesto. La única alternativa es reducir los incrementos a los programas de asistencia social, es decir a los recursos entregados directamente a la población y/o los proyectos emblemáticos de la actual administración, pues el PIB no tuvo crecimiento suficiente para lo que ya se contemplaba cada año.
Algunos de los programas asistencias no cumplen con los objetivos para los que fueron creados o no alcanzan las metas que se propusieron, por ejemplo el programa de Becas del Bienestar que para el caso de Educación Media Superior es universal y no han demostrado abatir la deserción en dicho nivel, por el contrario sigue en aumento, o el de Jóvenes Construyendo el Futuro que además de no tener una auditoria aún, ha mostrado efectividad muy baja sobre la contratación al final de la capacitación, en éstos, urge también una evaluación para justificar la continuidad o no, así podríamos contrastar cuál o cuáles proyectos justifican que se queden y cuales se eliminarían. Pero para la 4T, sus programas electoreros o clientelares, así como los faraónicos como el tren maya, la refinería de Dos Bocas, el aeropuerto de Santa Lucía, entre otros, son la prioridad, mientras programas como el de Escuelas de Tiempo Completo serán sacrificados, tirando a la basura la posibilidad de que se pueda tener una mejor escolaridad en las zonas de mayor marginación, como si la apuesta fuera por mantener al pueblo ignorante y con dádivas que le permitan sobrevivir, no mejorar sus condiciones.
Es urgente que se impida la cancelación de este programa, hoy el primer llamado es a los legisladores federales, para nuestro estado, en el que uno de los proyectos del Gobernador Enrique Alfaro Ramírez ha sido la apuesta por más Escuelas de Tiempo Completo, los diputados federales y senadores deben de atender esta agenda y dar la pelea dentro de la Cámara de Diputados, principalmente el llamado respetuoso es al diputado Itzcóatl Tonatiuh Bravo Padilla, coordinador de la fracción parlamentaria de Movimiento Ciudadano, el grupo parlamentario más representativo para los jaliscienses, pero que además su trayectoria tiene una fuerte influencia en la educación, quien ya presidió la Comisión de Educación en la Cámara de Diputados, por lo que conoce tanto el presupuesto como los programas educativos que se fundamentan para éste. Pero también el llamado es para los padres de familia que tienen a sus hijos en este servicio educativo, desde luego para el magisterio no sólo por el significado para los docentes que trabajan en esta modalidad, sino por la relevancia que toma el programa en materia de avances educativos.
SNTE DEBE OPONERSE
Aquí el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación tendrá una prueba fundamental, que le permitiría demostrar la independencia Institucional o por el contrario la sumisión de la dirigencia de una de las organizaciones gremiales más importantes en el mundo, si la dirigencia del SNTE no se opone a la eliminación de este programa y otras atrocidades en el presupuesto educativo para el 2021, deberíamos los maestros, solicitar la renuncia de la dirigencia nacional, hoy no hay tiempo para tibiezas, es la defensa de la Escuela Pública como materia de trabajo de sus agremiados y con ello de sus derechos laborales o la sumisión total al poder del Estado.
Twitter: @FlavioMendozaMx
JALISCO
Un comienzo con luces y sombras de Lemus en tragedia de desaparecidos

Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //
La crisis de desapariciones en México, y particularmente en Jalisco, es una herida abierta que refleja la descomposición del tejido social y la incapacidad del Estado para garantizar la seguridad y la justicia con gobernantes que han evadido su responsabilidad, minimizando el grave problema.
La llegada de Pablo Lemus al Gobierno de Jalisco despierta una mezcla de esperanza y escepticismo en un estado que carga con la vergüenza de ser líder nacional en desapariciones, con más de 15,000 personas perdidas en las sombras.
Lemus ha dado pasos iniciales que, al menos en el discurso, reconocen la gravedad del problema, algo que su predecesor, Enrique Alfaro, evitó con frases desafortunadas que culpaban a las víctimas, culpando a los medios de magnificar el problema.
La creación de la Secretaría de Inteligencia y Búsqueda de Personas Desaparecidas, aprobada en octubre de 2024 y jefaturada por Edna Montoya Sánchez, es una señal de intenciones. Promete centralizar esfuerzos, integrar tecnología forense y coordinarse con colectivos de buscadores, como Guerreros Buscadores de Jalisco. Reuniones con líderes como Indira Navarro, quien ha encontrado más fosas que muchas fiscalías, muestran una apertura que contrasta con el cerco de la administración anterior.
Sin embargo, las promesas no son nuevas. En 2018, Alfaro también anunció una “estrategia integral” que nunca llegó a puerto. La secretaría de Lemus, aunque bien intencionada, nace con dudas: el presupuesto de 65 millones 200 mil pesos se ve muy bajo si se trata de enfrentar y buscar solución al principal problema de Jalisco.
¿Evitará la burocracia que asfixia a la Comisión de Búsqueda? El anuncio de mesas de trabajo con la Universidad de Guadalajara y la FEU es positivo, pero suena a eco de iniciativas pasadas que se diluyeron en foros sin impacto.
Más preocupante es la falta de claridad sobre cómo enfrentará a la criminalidad tan poderosa en la entidad. Su respaldo a la investigación federal sobre el campo de entrenamiento y supuesto crematorio en el Izaguirre Ranch de Teuchitlán en marzo de 2025 sugiere disposición a colaborar con la Federación, pero delegar responsabilidades no basta en un estado donde la complicidad local es un secreto a voces.
Recursos, pero con condiciones
Jalisco no es cualquier estado. Con un presupuesto de 174 mil millones de pesos en 2024 y una economía pujante, Lemus tiene los medios para marcar una diferencia, pero solo si los usa con audacia. Puede transformar la Fiscalía Especial en Personas Desaparecidas, hoy un elefante blanco, con investigadores capacitados y libres de nexos con el crimen.
Puede invertir en un Centro Regional de Identificación Humana, como el de Coahuila, para procesar los restos de las más de 1,000 fosas clandestinas halladas en el estado desde 2018. Puede, también, liderar un esfuerzo legislativo que garantice derechos a las familias de los desaparecidos, desde permisos laborales hasta fondos de reparación, algo que estados como Chihuahua han implementado con éxito.
Un plan sin excusas
Si Pablo quiere ser recordado como el gobernador que enfrentó la crisis de desaparecidos, debe actuar con medidas concretas y medibles, no con discursos. Primero, dotar a la Secretaría de Inteligencia y Búsqueda de al menos 500 millones de pesos anuales, suficientes para contratar forenses, analistas de inteligencia y equipo de geolocalización. Esta secretaría debe rendir cuentas trimestrales, con metas claras: localizar 1,000 personas vivas o restos identificados en dos años. Los colectivos, que han hecho el trabajo del Estado, deben tener un asiento permanente en su consejo asesor, no solo reuniones protocolarias.
Auditar la Fiscalía Estatal y la Comisión de Búsqueda. Casos como el de Teuchitlán, donde colectivos hallaron restos ignorados por las autoridades, son una bofetada a la confianza ciudadana. Depurar a funcionarios corruptos o negligentes es impostergable.
Crear un fondo estatal de 100 millones de pesos para las familias de los desaparecidos, cubriendo asistencia psicológica, legal y económica, como lo pidió Blanca Yolanda, cuyo caso sigue sin respuesta desde 2024.
Las buscadoras, como Indira Navarro, necesitan escoltas en zonas de riesgo, tras episodios como la emboscada de Tlajomulco en 2023 que dejó seis policías muertos. Quinto, impulsar una campaña estatal que use estadios, escuelas y medios para educar y movilizar. Los Charros de Jalisco podrían dedicar juegos a las víctimas, y los artistas locales, como Alejandro Fernández, podrían sumarse a un mensaje de unidad.
El papel de la sociedad
La sociedad también tiene un rol. He visto cómo la indiferencia ciudadana perpetúa estas tragedias. Lemus debe convocar a los jaliscienses a romper el silencio, denunciando anónimamente fosas o apoyando a colectivos. Pero no puede cargar solo con la responsabilidad: la Comisión Estatal de Derechos Humanos, que dirige Luz del Carmen Godínez, designada en los tiempos del gobernador Enrique Alfaro, que ha sido tibia en el tema de los desaparecidos, debe asumir una actitud responsable y comprometida con las víctimas y un rol más protagónico, ya que se requiere su voz a favor de la justicia y poner un alto a esta tragedia que tanto dolor ha ocasionado entre las familias jaliscienses.
Pablo tiene mucho por hacer y sin duda este tema de los desaparecidos es su principal desafío: si logra resolverlo pasará a la historia como el mejor gobernador de los nuevos tiempos, un gobernador comprometido y responsable. Eso es lo que anhelan los jaliscienses, que hable menos y actúe con más determinación, con metas y resultados tangibles y medibles.
JALISCO
Simulación vestida de protocolo: Los balcones del poder y la tragedia de los desaparecidos

Crónicas de Pacheco, por Daniel Emilio Pacheco //
Nada más ridículo, nada más infame, que la simulación vestida de protocolo. El jueves 10 de abril, mientras 20 rostros de estudiantes desaparecidos clamaban justicia desde las fichas pegadas en los muros del centro de Guadalajara, el equipo de comunicación del gobernador de Jalisco, Pablo Lemus, montó su propio espectáculo desde el balcón del Palacio de Gobierno. No fue un acto de Estado. Fue un montaje. Un burdo teatro de crisis con telón de fondo, luces naturales y actores de reparto con cargo académico.
Allí estaban: la rectora general de la Universidad de Guadalajara, Karla Planter Pérez; la presidenta de la Federación de Estudiantes Universitarios, Zoé García Romero; y el secretario general universitario, César Barba Delgadillo. Todos ellos en fila, al sol, como si el guion les exigiera mostrar compromiso a base de insolación y sonrisa. Abajo, el dolor; arriba, la pose.
La escena no fue casual, fue deliberada. Y como suele ocurrir con las puestas en escena del poder, el tiempo fue el mejor cómplice. La cita originalmente pactada entre la rectora y el gobernador se iba a realizar en Casa Jalisco a las 11:30. Pero –¡oh divina coincidencia! – el encuentro se trasladó a Palacio de Gobierno a las 13:00 horas: justo cuando los estudiantes y familiares, con lágrimas y pancartas, tenían planeada su concentración frente al mismo edificio… ¡pura coincidencia!
¿Quién cree en coincidencias en política? Nadie con tres neuronas activas. Lo que vimos no fue la interrupción de una reunión para atender una protesta, sino la escenificación planeada de una falsa atención.
Lemus salió al balcón solo después de que los gritos desde la plaza lo obligaran. “¡gobernador, escúchanos, por favor!”, “¡somos estudiantes, no somos delincuentes!”, clamaban. Pero Lemus no se bajó a la plaza. En cambio, montó una mesa de trabajo a cielo abierto, en pleno balcón, como si los rayos del sol purificaran la hipocresía. ¿A quién carajos se le ocurrió ese patético espectáculo?
¿Y qué resultó de ese bochornoso espectáculo? La promesa de que habrá mesas de trabajo. Que habrá información. Que habrá coordinación con los tres niveles de gobierno. Palabrería hueca, reciclada de las promesas que no han impedido que Jalisco sea epicentro nacional de desapariciones. Que lo diga Teuchitlán. Que lo griten las familias que ya no duermen, que buscan en fosas y hospitales, en redes sociales y servicios forenses sobrepasados de cuerpos.
Lo más triste no fue Lemus. Fue ver a la rectora Karla Planter, a la dirigente estudiantil Zoé García y al secretario César Barba prestarse para semejante pantomima. ¿Qué hace una rectora sentada en un balcón mientras sus estudiantes exigen respuestas desde la calle? ¿A quién representa una líder estudiantil que se deja retratar como ornamento de la simulación institucional? ¿Dónde está la autonomía universitaria si el rectorado y su representación estudiantil se convierten en comparsa del Ejecutivo?
Planter, en un tuit posterior, habló de “coincidencias”. García Romero no cuestionó el cambio de sede ni de hora. Barba, en silencio. Y mientras tanto, la FEU difundía en sus redes: “¡Nos faltan estudiantes!”. ¿Nos faltan? Sí. Pero también nos sobran funcionarios indiferentes y dirigentes estudiantiles obedientes.
Los manifestantes pedían justicia, no una sesión de fotos. Exigían presencia del Estado, no una escena grotesca de conciliación ficticia. Lemus, experto en manejar el escaparate político, hizo lo que mejor sabe: montarse en una crisis para aprovechar una oportunidad. Nada nuevo. Así gobernó Zapopan. Así deslumbró en Guadalajara. Así inaugura su sexenio en Jalisco: entre cortinas, cámaras y balcones.
El mensaje no fue para las familias. Fue para los likes, para los reels, para los medios. Lo que logró el equipo de comunicación del gobierno de Jalisco fue una producción de redes sociales disfrazada de política pública. Una respuesta oportunista a una crisis estructural.
Pero lo más ofensivo fue que todo ocurrió unos días antes de Semana Santa, cuando los estudiantes están de vacaciones, cuando las escuelas están cerradas, cuando los pasillos universitarios están vacíos.
Este es el fondo del problema: mientras el dolor se expresa con marchas, el poder responde con puestas en escena. Mientras los familiares pegan fichas de búsqueda, el equipo de comunicación del gobernador pega frases hechas. Mientras se juega con el sufrimiento ajeno, se manipula a los medios con imágenes producidas desde Casa Jalisco.
Y no se engañen. Esto no es un error de cálculo, ni una falla de protocolo. Es estrategia. Es una narrativa de control que busca normalizar el horror con mesas, actas, sillas al sol y comunicados institucionales.
Pero hay cosas que no se maquillan. La ausencia de 20 estudiantes no se borra con videos. La responsabilidad del Estado no se elude con balconazos. La dignidad de una universidad pública no se entrega por un lugar en la escenografía oficial, olvidando que el líder moral del Grupo Universidad prefirió morir antes que claudicar… precisamente aprovechando las vísperas de una Semana Santa.
La gran pregunta que queda es: ¿hasta dónde están dispuestos los actores universitarios a prestarse al juego del Ejecutivo? Porque hoy, frente a todo Jalisco, su papel no fue el de contrapeso, sino el de patiños. Y si ese será el tono de los próximos seis años, entonces el guion está claro: los balcones seguirán llenos de sonrisas vacías, mientras las calles se llenan de nombres, rostros y ausencias.
Y ahí sí, ni con todos los reflectores del mundo podrán ocultar el vacío.
En X @DEPACHECOS
NACIONALES
Daniel Cosío Villegas y el dominio presidencial

Conciencia con Texto, por José Carlos Legaspi Íñiguez //
Muy certero el dicho aquel de “quien no conoce la historia está condenado a repetirla”.
Daniel Cosío Villegas, historiador, economista, catedrático, intelectual reconocido por tirios y troyanos, escribió varios libros que dieron luz para comprender cómo se hizo y cómo funcionó el Sistema Político Mexicano, confeccionado por revolucionarios, entre los que sobresalen, Álvaro Obregón, Venustiano Carranza, Plutarco Elías Calles, Lázaro Cárdenas y otros.
Don Daniel Cosío Villegas, quien tuvo que aclarar la mentirijilla que propagó de haber nacido en Colima, en 1900, cuando en verdad nació en la Ciudad de México en 1898, estableció en varios de sus libros, ensayos y textos, que México vivió alrededor de 70 años un sistema autoritario, presidencial y con un partido dominante.
Habrá que estar muy atentos a lo escrito por este sociólogo y diplomático que desnudó y encabritó a no pocos miembros de la élite que gobernó nuestro país desde que la Revolución se bajó del caballo hasta que llegó Fox con sus botas piteadas.
Don Daniel consideró que los poderes metaconstitucionales, de por sí concesionados en la Magna Carta de 1917, motivaron la Centralización del Poder en los rubros de política, economía y geografía. Esta concentración fue perversa, centralista y castrante para el resto de las entidades de la República. Tiempos hubo que en política “no se movía una hoja del árbol” sin la aprobación del Presidente de la República (así con mayúsculas) porque su poder era inmenso, total y arbitrario.
La subordinación de las autoridades municipales, estatales, así como de los poderes Legislativo y Judicial, al omnímodo poder presidencial se tornó, incluso, patético, absurdo y kafkiano.
El presidente priista en turno era un dios sexenal, que hacía y deshacía según su voluntad, su ánimo y sus intereses personales y de grupo. ¡Ay de aquél o aquellos que osaran ir en contra de la voluntad del todopoderoso presidente! Le esperaba cárcel, muerte política o… de veras.
Con esas condicionantes se canceló así la actividad política como factor de movilidad social; brilló la ausencia de un programa político claro y se apoderó del poder el oportunismo descarado y descarnado de las huestes “hienas” que pululan siempre buscando la carroña que dejan los “leones” de la grilla.
Un factor más fue el partido único, mediante el cual se legitimaron los cambios sexenales para aparentar la democracia hacia afuera, hacia los observadores mundiales. Mientras se mostraba esa falsa careta democrática al interior del partidazo y de otros partidos paleros, se practicaba la sumisión total al detentador del poder político.
Don Daniel Cosío Villegas publicó en 1972, bajo el auspicio de la Universidad de Texas, su ensayo “El sistema político mexicano, las posibilidades de cambio”.
Estableció que la creación del Partido Nacional Revolucionario, ideado en 1920, pero nacido hasta 1929, fue creado para eliminar el caudillismo de los neopolíticos postrevolucionarios, la mayoría hombres de armas, y así disminuir la violencia. Esto generó la “pax post revolución”, con el beneficio de sentar bases sólidas de la economía y algunos programas con objetivos sociales.
Octavio Paz, premio Nóbel de Literatura, solía decir que Cosío Villegas, “nos hizo conscientes de la dignidad humana”. Cosío Villegas fue director de la Escuela de Economía de la UNAM en 1933. Fue el primer director del Fondo de Cultura Económica, de 1934 a 1948 y presidente del Colegio de México de 1957 a 1963. Justamente don Daniel, siendo diplomático en Portugal, sugirió al entonces presidente Lázaro Cárdenas del Río, traer a México a los intelectuales españoles perseguidos por Francisco Franco por su afán republicano.
Ellos, los refugiados españoles fundaron la Casa de España, a la postre convertida en el Colegio de México. En 1943 el presidente Manuel Ávila Camacho aprueba y se crea el Colegio Nacional. Entre sus iniciadores está don Daniel Cosío Villegas y los jaliscienses, José Clemente Orozco, Enrique González Martínez, Mariano Azuela, acompañados por Manuel Sandoval Vallarta, Carlos Chávez, Alfonso Reyes, Alfonso y Antonio Caso, Ignacio Ochoterena, Diego Rivera, José Vasconcelos e Ignacio Chávez.
Cosío Villegas estableció que “el dominio presidencial mata todo espíritu cívico y convierte la vida política del país en una farsa profundamente aburrida”.
A este gran pensador mexicano se le consideró un liberal constitucionalista. Sus palabras parecieran resonar en estos tiempos de regresión al tiempo en que el sistema político mexicano se regía por el autoritarismo, la descalificación de los adversarios, la sumisión de los poderes, la compra de voluntades, el absolutismo y totalitarismo encarnado en un partido único al servicio del presidente en turno.
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