OPINIÓN
COVID-19 y urnas
																								
												
												
											Luchas Sociales, por Mónica Ortiz //
En la recta final del año 2020, uno de los años más sorpresivos de las últimas 50 décadas, será sin duda alguno histórico debido a la pandemia de COVID-19, el mundo cambió y se detuvo para dar pasó a la reflexión generalizada de la forma en la que el ser humano percibía la vida, la sociedad, la política, los gobiernos y sobre todo la salud.
Ese derecho humano a la salud que en teoría debió ser garantizado por leyes, tratados y constituciones en el mundo, el cual quedó bajo la administración de los gobiernos y la política de cada región, hoy sabemos que no existió garantía generalizada a la salud que los niveles de contagio y las muertes en el mundo por COVID-19 sobrepasaron todas las expectativas de cuidado y preservación de la vida, en las cuales no constó ningún gobierno competitivo e inteligente que dejará la política de lado para garantizar el derecho humano a la salud y a la vida.
En este sentido habrá que evaluar el papel de nuestros gobiernos y la efectividad de sus políticas públicas con respecto al tratamiento y administración de la pandemia por COVID-19, la llegada de la vacuna al país permitirá entrar en una etapa de real control de este virus, por lo que quizás en el mes de mayo estemos en condiciones ideales para reactivar economías y vida social.
Así mismo serán tiempos justos para reflexionar el voto de las elecciones intermedias del 2021 y evaluar de manera muy enérgica la actuación de los partidos en el poder durante esta terrible situación pandémica para marcar un antes y un después que no lleve tregua a errores que costaron la vida de miles de seres humanos y que no garantizaron la salud de los mexicanos más allá de su cómoda permanencia en el gobierno, seamos sinceros ni en materia federal ni en materia estatal lograron mantenernos a salvo, son miles las historias de muerte y contagio que llevan implícita ejecución gubernamental y no social.
En materia de pandemia el país entero sufre un pico de contagio y ahora sí, los hospitales comienzan una preocupante saturación, falta de medicamentos, ausencia de estrategia gubernamental para resguardar a la sociedad previa a la vacunación, más un personal médico cansado, minimizado por la carga excesiva de trabajo, con el ánimo minado por miles de bajas humanas y contagios a los que se enfrentan todos los días, el sector salud no resiste más y lleva nueve meses en permanente batalla, es ya un ejército disminuido, el pico de contagios se verán en la última semana de diciembre y todo enero, pero en contraste tenemos el ánimo electoral de nuestros políticos todos al tope para preparar la percepción político electoral del 2021, resulta maquiavélico pensarlo, absurdo tolerarlo y saber que usaran la pandemia como su máxima herramienta de administración pública gubernamental la pintarán de exitosa, cuando es una mentira no hubo un lugar en México donde se garantizará la salud y la vida de la mayoría de sus ciudadanos y lo dicen muy claro las estadísticas.
En Jalisco por desgracia no tuvimos garantía de nada para lo que está el poder ejecutivo estatal, la violencia de género no obtuvo el tratamiento adecuado ni política pública ideal y estructurada para combatir la parte más tiste los feminicidios en el Estado, la inseguridad en el Estado mantuvo su nivel caótico y vergonzoso de cero resultados positivos, la corrupción no se minimizó aun cuando es la mayor promesa y premisa de todos los gobiernos y para sumarle a que es una verdad dolorosa que los gobiernos no llegan al poder para la sociedad sino para sus grupos de poder, está la terrible situación de la gestión de la sociedad en pandemia que origino daños irreversibles en la industria, el comercio, la clase trabajadora, la economía y la sociedad Jalisciense.
En este nuevo 2021 año electoral en Jalisco, seamos capaces de evaluar los daños vs los beneficios, aptos para detectar la manipulación política y la mentira de la situación real de nuestro Estado, el tratamiento de la pandemia en el Estado tiene que pesar y tiene que ser parte de la decisión de las personas en todos los municipios y el Estado para acudir a las urnas, recordando los apoyos con los que contaron o no contaron las industrias y comercio, la atención médica que corresponda al municipio o al Estado, la habilidad de la secretaria del trabajo para solucionar o intervenir en materia de desempleo, las políticas públicas utilizadas e implementadas para evitar contagios y para resguardar nuestra seguridad más todo aquello que los gobiernos deben cubrir sí o sí, pues es su obligación no hay excusas, ni debemos soportar regaños absurdos de estos gobiernos nuevos de simulación popular que en realidad no pudieron con el encargo que se les dio en el 2018.
