JALISCO
Entre COVID y violencia: Jalisco a ras del suelo
Por Daniel Emilio Pacheco //
Alberto nunca se imaginó que los últimos días del 2020 los pasaría durmiendo en el suelo, en plena calle, afuera de un hospital público, esperando saber de la salud de su pareja que se debate entre la vida y la muerte en terapia intensiva.
Acostado junto a otros familiares de pacientes, Alberto trata de conciliar el sueño, pero la constante llegada de ambulancias que traen pacientes infectados de Covid-19, no le permiten dormir, como los casos de Covid han aumentado en Jalisco esta semana, la llegada de pacientes también ha ido en aumento en el hospital público que empieza a saturarse, y es que, desde el 14 de marzo pasado –día en que se notificó el primer enfermo en el Estado– hasta este sábado 26 de diciembre, en Jalisco se acumulan 138 mil 942 casos confirmados.
Por esta situación del Covid-19, el Gobierno de Jalisco anunció nuevas medidas de contención del Covid-19, así le pusieron ahora a lo que antes le llamaron “Botón Rojo”, e iniciaron con estas nuevas medidas el 25 de diciembre y se supone terminaran el 10 de enero del próximo año. Cuando Alberto supo de este nuevo “Botonazo” enfocado en el Área Metropolitana de Guadalajara (AMG) y en Puerto Vallarta, recordó que la vez anterior quitaron los camiones “bien temprano”, el primer día, 30 de octubre, tuvo que caminar más de una hora para llegar a su casa, el segundo día se fue colgando de un camión y a medio camino casi se agarra a golpes con otro pasajero que se le venía repegando, dicen que esta vez el transporte estará normal, es decir, pasará más o menos cuando quiera, cobrarán $9.50 y se seguirán quedando con el cambio si pagas con una de diez pesos, robando al pasajero, pues. Así ya tienen un año.
Por la pandemia, Alberto ha tenido que cambiar de trabajo tres veces este año, la primera vez cerró el restaurante donde trabajaba pues las escuelas que atendían también cerraron y es fecha no han vuelto a abrir. El dueño del segundo restaurante dijo no pudo recibir un crédito en el banco para poner los nuevos requisitos que pedía el gobierno, así fue como otra vez Alberto se quedó sin trabajo, el dueño de la cafetería buscó apoyo en el Plan Jalisco Covid-19, pero, no alcanzó a recibir apoyo de la bolsa de 450 millones de pesos que se supone había para micro y pequeñas empresas, tal vez, si en lugar de cafetería hubiera tenido una notaría, el patrón de Alberto hubiera recibido 100 mil pesos como apoyo a fondo perdido.
Medio empieza a agarrar el sueño, cuando llega un carro con un nuevo paciente, no lo pueden recibir en ese momento y tiene que esperar junto con otro que está en silla de ruedas esperando turno, junto con su familiar. Hasta el viernes 25 de diciembre, Jalisco registraba 949 casos de Covid-19 hospitalizados en instituciones de salud pública.
Pero, no es solo el Covid-19 lo único que satura el sistema de salud en el Estado, por dengue se han registrado hasta la semana 51: 5,341 casos, de los cuales, 20 han fallecido. Por segundo año, Jalisco liderea el número de casos de dengue a nivel nacional.
Ahora el silencio de la noche es roto por una alarma de carro, otra vez, en las calles cercanas al hospital están robando la batería, el estéreo, los espejos, los faros, la computadora o todo junto, de algún automóvil. Ese ruido se ha vuelto una costumbre cada noche en esa zona, Alberto ya se ha acostumbrado a recordar ese sonido de alarma de carro, ¿alguna vez detendrán a los responsables?
Hace mucho, mucho tiempo que no se sabe de un operativo que deje robacoches detenidos, bueno, la verdad es que hace mucho que en Jalisco no se sabe de detenciones importantes de ningún tipo, al contrario, cada vez el Estado es más peligroso.
Y si no, que les pregunten a los familiares de Giovanni López Ramírez, cuya muerte por tortura ocurrió el 4 de mayo de este año, en el municipio de Ixtlahuacán de los Membrillos, y causó protestas frente a la Fiscalía a principios de junio.
Para ese tiempo, Alberto ya era chofer de taxi y recuerda lo que escuchó en la radio, cuando dijo el gobernador Enrique Alfaro, luego de las desapariciones forzadas que la Fiscalía del Estado realizó el 5 y 6 de junio: “Mi instrucción fue no usar la violencia, mantener la actitud de contención pacífica. Por supuesto que fue desobedecida y desacatada por el grupo de ministeriales que atacó a estos jóvenes ¿Quién dio la orden e instrucción? Evidentemente no fue el fiscal del estado, tenemos certeza de eso. Lo que tenemos es la obligación de investigar si esta instrucción surgió de algún lado que tenga que ver con grupos de la delincuencia”, declaró el gobernador en un mensaje emitido en sus redes sociales, el sábado 6 de junio.
¿Qué se puede pensar ahora después del “levantón” y asesinato del constructor Felipe Tomé, en Puerto Vallarta? ¿O del asesinato del exgobernador Aristóteles Sandoval en plena zona turística, otra vez en Puerto Vallarta? Dos sucesos que tiene como característica la ausencia total de la policía municipal, estatal y federal mientras se desarrollan los hechos violentos.
Pero, lo que más ha dejado mal a Alberto, son los números de cuerpos encontrados en fosas clandestinas que cada mes aparecen en diferentes lugares del Estado. El Área Metropolitana de Guadalajara cada vez reporta más cuerpos en fosas más grandes, 104 cuerpos en la fosa clandestina de El Mirador II, en Tlajomulco de Zúñiga; 115 cuerpos en el predio que se ubica cerca del camino a San Miguel, en el fraccionamiento Los Sabinos, en El Salto. Las dos fosas, hasta el momento, más grandes reportadas en Jalisco.
Las doce horas que trabaja como chofer de taxi, Alberto tiene miedo de terminar desaparecido, compañeros choferes de plataforma han tenido ese fin. Tampoco en esta área la Fiscalía del Estado ha tenido una actividad destacada. Solo reporta hallazgos, lleva la cuenta de los cadáveres, sin alcanzar a identificar y entregar cuerpos a los familiares que buscan a sus desaparecidos.
El frio empieza a aumentar en la calle, y los pacientes que vienen a buscar ser atendidos en su quimioterapia, empiezan a llegar, la entrega de fichas empezará en tres horas, pero, los enfermos hacen fila desde mucho tiempo antes. Y es que, en Jalisco, el presupuesto para atender enfermos de cáncer es cada año menor.
El Instituto Jalisciense de Cancerología (IJC), recibió para atención especializada a pacientes con cáncer en 2019, un total de 61 millones 51 mil 779. El año previo, 2018, para ese mismo concepto, fueron 105 millones 607 mil 858 pesos. En 2020, Enrique Alfaro solamente dio 28.5 millones de presupuesto, aun con la donación que hizo este año el Gobierno de Jalisco a organizaciones civiles por 10 millones 546 mil 806 mil pesos, el dinero otorgado para el IJC es el más bajo en años.
Ver pacientes esperando turno por horas es deprimente y más cuando al final los familiares ven morir a sus enfermos. Alberto ha visto salir llorando a muchos familiares del hospital, y se imagina, lo que están viviendo, su esposa está internada desde hace una semana, y se ha dado cuenta que las defunciones por Covid-19 van en aumento en el Estado, hasta este sábado, se acumulan un total de 5 mil 720 defunciones confirmadas por la infección del SARS-CoV-2. Y se reportan 99 municipios con casos activos en Jalisco, es decir, aquellos con personas positivas al SARS-CoV-2 que empezaron con síntomas de la enfermedad en los últimos catorce días.
Ya casi amanece y su relevo pasará por Alberto, para que empiece a trabajar el taxi, se estira para sacudirse el entumecimiento por el frío, y entiende su realidad, Alberto está en el suelo; el Estado de Jalisco también.
En Twitter: @DEPACHECOS
