JALISCO
Historias paralelas entre MC y Morena: El gran desafío en Jalisco es Morena vs Morena

Por Mario Ávila //
La mesa podría estar servida en Jalisco, para que Morena repita la historia de todas las elecciones intermedias que se han celebrado después de la alternancia política, en las que triunfa la oposición y el gobernador tiene que remar contracorriente en la segunda mitad de su sexenio.
Alberto Cárdenas Jiménez tuvo después de 1997 tres años de grandes dificultades con una legislatura histórica de 20-20 que lo desafió en cada determinación que intentó tomar; Francisco Ramírez Acuña, perdió a la mitad de su sexenio (2003) la mayoría en el Congreso y perdió además toda la Zona Metropolitana con excepción de Guadalajara; Emilio González sufrió “las de Caín” cuando en la elección intermedia del 2009 lo venció el PRI y el priísta Jorge Aristóteles Sandoval sufrió una fuerte zarandeada a manos de Movimiento Ciudadano en el 2015 cuando el Estado se tiñó de naranja.
Este mismo fenómeno podría repetirse ahora y Morena podría despacharse con la cuchara grande en el proceso del 6 de junio del 2021 en Jalisco, aprovechando que enfrentará mano a mano y al tú por tú, a cada uno de los partidos políticos que en el resto del país van en la alianza denominada “Va por México” (PRI-PAN-PRD). Es decir, Movimiento Ciudadano tendrá que jugar solo, sin el apoyo de PAN y PRD, que fueron sus aliados en el triunfo contundente del 2018.
El hecho de que MC compita en solitario, con el desgaste de ser gobierno, con graves dilemas como la pandemia y la inseguridad y con la renuncia de un buen número de militantes distinguidos que no se sintieron valorados y que han encontrado en otros partidos políticos una opción de seguir siendo útiles, es de esperarse una caída drástica en las preferencias electorales para el partido naranja.
En contraparte, Morena viene con el plus de ser gobierno nivel nacional, con una fuerte y sólida estructura en todo el país, con un líder nacional en la persona del presidente que no cae en las preferencias de la gente, con la posibilidad de disponer a su favor del padrón de los programas sociales, con un buen discurso pegador centrado en contra de la corrupción de los partidos de siempre y con una inercia ganadora en muchos rincones del país.
La lógica diría que en el proceso electoral del 6 de junio Morena tendría todo para alzarse con el triunfo en Jalisco, conquistar la mayoría en el Congreso y obtener municipios importantes en la Zona Metropolitana y en ciudades medias, pero todo depende de dos cosas importantes: 1.- Lo que diga y haga Movimiento Ciudadano y 2.- Que Morena salga bien librado de las elecciones internas.
MORENA Y MC, DOS HISTORIAS PARALELAS
Morena y Movimiento Ciudadano tienen muchos más puntos en común de lo que podría pensarse, tienen grandes similitudes que van más allá de que su nombre empieza con la misma letra, incluso podría asegurarse que hasta tienen una historia paralela.
Ambos se consideran movimientos sociales y no propiamente partidos políticos, aunque operan, se mueven, cobran y hablan como tales; ambos tienen un nacimiento muy similar en la segunda década del siglo XXI; ambos se gestaron producto del desprendimiento de otros partidos políticos, Morena del PRD y MC del Partido Convergencia Democrática y finalmente ambos tienen a un personaje central sobre el que gira su popularidad y las determinaciones más importantes, sin que propiamente sean los presidentes del partido, aunque seguramente toman decisiones como si fueran los dueños de la marca.
Incluso el discurso original, los pronunciamientos fueron muy similares, ambos desde su gestación anunciaron que el objetivo central de su aparición en la política, era para enfrentar a los partidos de siempre; ambos criticaron en todo momento a los partidos tradicionales y a la corrupción con la que operaban; ambos se dijeron representantes de los más sanos intereses de los ciudadanos y ambos trazaron al llegar a ser gobiernos, proyectos ambiciosos para imponer su sello y para marcar una huella profunda de su paso por el servicio público, uno mediante la implementación de una Cuarta Transformación del país y otro ofreciendo la Refundación del Estado de Jalisco.
Además, su historia no siempre fue paralela, por algunos momentos fue similar, es decir fueron juntos como aliados en el proceso electoral del 2012 y contra un adversario común, el PRI. En esa elección, Andrés Manuel López Obrador enfrentaba a Enrique Peña Nieto, mientras que Enrique Alfaro Ramírez disputó la gubernatura del Estado a Jorge Aristóteles Sandoval. Ambos perdieron y también ambos siguieron en la carrera hasta conquistar el triunfo seis años más tarde.
Las similitudes entre AMLO y Alfaro llegan al extremo de tener ambos, el mismo origen: el PRI. Los dos también pasaron por el PRD y ocuparon cargos públicos de abanderados con las siglas del partido del Sol Azteca, López Obrador en el Distrito Federal y Alfaro en Tlajomulco.
Sin embargo, hubo un solo elemento visible que los distanció, su relación con el expresidente de México Carlos Salinas de Gortari. Para López Obrador ha sido siempre su peor adversario y podría decirse que hasta su peor enemigo; mientras que para Alfaro Ramírez, hay evidencias de que hubo mucho más que un simple acercamiento, es decir pudo haber habido hasta apoyo directo.
Un ejemplo de ello fue una reunión efectuada en la sede de la Fundación Carlos Salinas, en la que el expresidente ofrecía una cena y una charla a un grupo numeroso de estudiantes distinguidos de varias universidades del país y en donde el “plato fuerte”, previo a la presentación del propio Salinas de Gortari, de lo que en el futuro sería el modelo de candidatos ciudadanos, distanciados de los partidos políticos tradicionales, se abrió el telón y se presentó en sociedad, nada más y nada menos que al político jalisciense, Enrique Alfaro Ramírez.
Saber esto molestó en gran medida a López Obrador que al no poder hacer ya nada previo a la elección del 2012, se mantuvo como compañero de partido de Alfaro Ramírez, pero ya sin mucho acercamiento, frío y evitando todo tipo encuentros con el jalisciense, incluso en actos de campaña.
Y de ahí vino luego, una vez consumadas las derrotas de ambos, el distanciamiento formal, los desplantes que se convirtieron luego en agravios, en insultos y hasta en ofensas. Luego ambos triunfaron en el 2018 y ese fue el peor día para Alfaro Ramírez, en la rueda de prensa cuando se conoció su victoria como gobernador de Jalisco, lo que hubo fueron rostros serios, adustos, nada de ebullición, ningún gesto de festejo, todos sabían que si bien habían triunfado y habían conquistado el gran anhelo, la otra cara de la moneda era que su ahora peor enemigo se había convertido en el presidente del país.
LAS GUERRAS INTESTINAS, LOS GRUPOS, LAS TRIBUS
A decir de los propios militantes, simpatizantes, ciudadanos y analistas, el principal enemigo de Morena, será el propio Morena. Fiel a su condición histórica como partido de izquierda y por ende a la rebeldía de sus militantes, su constante inconformidad, se han creado muchos grupos, sectas, tribus o corrientes, que tienen posturas radicales, que no aceptan imposiciones, que no acatan instrucciones, que no saben lo que significa la disciplina partidista.
Eso provoca que no se puedan poner de acuerdo ni siquiera para lo mínimo indispensable, ya que tienen desde la muerte de Humberto Ortiz en el 2016, que no han sido capaces de elegir al presidente de un comité directivo estatal.
Han sido invadidos por empresarios, por gente enviada del gremio padillista, por la vieja guardia de la extinta Federación de Estudiantes de Guadalajara, por advenedizos provenientes de otros partidos políticos que incluso no solo han podido colocarse en las candidaturas más relevantes a puestos de elección popular, sino que han intentado apoderarse del control de la dirigencia estatal.
Y a quien se designó en un tiempo en calidad de presidente interino, provisional, momentáneo, el ex priista Hugo, llega al cargo y no quiere irse, termina su período y se niega a abandonar el cargo, se queja, impugna, patalea y pese a que los tribunales en la materia le dicen una y otra vez que su nombramiento ya feneció, de manera espuria se aferra al cargo y se ostenta como líder morenista en la entidad.
Delegados llegan y se van, entran y salen y ninguno puede lograr la reconciliación en las bases, ninguno ha podido hacerlos entrar en razón, ninguno ha podido “repartir el pastel” de manera que todos queden satisfechos. Ahí está un grupo importante de la gente de izquierda de Jalisco, los doctrinarios, los luchadores sociales, los que incluso se pronunciaron en contra de que Morena se convirtiera en partido político, porque ellos querían que siguiera la lucha como Movimiento.
Ellos no han recibido nada que no sea trabajo, ellos son los que han construido cuadros, ellos son los que reparten a pie y casa por casa, el periódico que es el órgano oficial de Morena, ellos son los que están siempre en el frente de cualquier batalla social en favor de los trabajadores, de los campesinos, de los obreros, en defensa del medio ambiente, en contra de la violencia contra las mujeres, en contra de los abusos del Estado. Y cuando alguno de ellos que llegaron a Morena antes de que fuera un partido político, intenta postularse a un cargo en el comité directivo o aspira a una candidatura a un puesto de elección popular, simplemente son marginados, desdeñados.
Hoy se pueden identificar claramente en Morena, grupos con mayor o menor relevancia, pero todos antagónicos entre sí. Los de Alejandro Peña, los del doctor Lomelí, los de la izquierda tradicional con la diputada federal Laura Imelda Pérez Segura, los de Jaime Hernández Ortiz identificados con Raúl Padilla López, los veteranos de la Federación de Estudiantes de Guadalajara y los llegados del PAN y PRI y los de recién ingreso entre los que hay incluso gente de Movimiento Ciudadano.
Si todos ellos se pudieran poner de acuerdo, con mucha seguridad Jalisco tendría una nueva primera fuerza política a partir del 6 de junio del 2021 y eso se sabrá en pocas semanas más, cuando se definan mediante el turbio método de las encuestas, a los que serán los candidatos a diputados federales, diputados locales y presidentes municipales. Es decir, si Morena celebra su elección interna sin mayor problema y terminan unidos, la suerte estará echada, de otra manera desecharán una oportunidad histórica que quizá no se les vuelva a presentar.
JALISCO
Visita el gobernador, Pablo Lemus al secretario Omar García Harfuch

– Por Mario Ávila
En gira de trabajo por la Ciudad de México, el mandatario jalisciense, Jesús Pablo Lemus Navarro, visitó al titular de la Secretaria de Seguridad Ciudadana del Gobierno Federal, Omar García Harfuch.
Sobre el encuentro, el gobernador de Jalisco publicó una fotografía en sus redes sociales y mencionó: «Agradezco al Secretario Omar García Harfuch, la reunión de trabajo por la seguridad de nuestro querido Jalisco; hemos logrado en equipo muy buenos resultados y vamos a trabajar aún más para seguir mejorando la seguridad de nuestras familias».
Y agregó: «Sin duda, el secretario Omar tiene un enorme cariño y compromiso con Jalisco. La seguridad no tiene colores, ni partido, tenemos una alta responsabilidad que cumplimos con amor a México».
Los encuentros entre estos dos funcionarios del nivel estatal y federal, serán cada vez más frecuentes, en virtud de que ya ha iniciado una revisión permanente en materia de seguridad pública, particularmente porque Jalisco, junto con Nuevo León y la CDMX, es una de las tres sedes que albergarán los partidos del Mundial de Fútbol 2026.
JALISCO
Auditor Jorge Ortiz en la mira del Congreso, “el auditor que no quiere ser auditado”

- – Por Francisco Junco
El auditor superior del Estado de Jalisco, Jorge Ortiz Ramírez, enfrenta serias críticas por negarse a entregar información requerida por la Unidad de Vigilancia del Congreso local, particularmente sobre nombramientos y trabajadores de la Auditoría Superior del Estado.
Desde hace meses, Jorge Ortiz ha rechazado los oficios y solicitudes formales, lo que ha encendido las alertas en el Poder Legislativo.
La situación cobra relevancia porque la Auditoría Superior también está sujeta a un Órgano Interno de Control, que en este caso corresponde a la Unidad de Vigilancia del Congreso, cuyas facultades están establecidas en la Constitución de Jalisco.
Sin embargo, Ortiz Ramírez ha desconocido en los hechos dicha autoridad, manteniendo a la Auditoría en un esquema que los diputados locales califican de “opaco” y contrario a la lógica de transparencia que promovió el Sistema Estatal Anticorrupción.
El diputado morenista Alberto Alfaro aseguró que la Unidad de Vigilancia, encabezada por David Ocampo, ya emitió un ultimátum contra el auditor. “Ha hecho caso omiso a todo, al día de hoy, el titular de la unidad ya le mandó un ultimátum. Y si no, ya se le va a abrir un proceso. Es el auditor que no quiere ser auditado”, señaló.
El legislador apuntó que Ortiz Ramírez ha evadido su obligación de rendir cuentas, al responder que la Unidad no tiene facultades para supervisarlo, cuando la ley establece lo contrario.
Alberto Alfaro cuestionó los resultados de la gestión de Jorge Ortiz, asegurando que la mayoría de las cuentas públicas han pasado “rechinando de limpio” sin sanciones a responsables.
“Yo pregunto, ¿se ha visto que el auditor haya sancionado a alguien?, la respuesta es que no”, concluyó.
JALISCO
Firman CROM e Instituto de Justicia Alternativa convenio de colaboración

– Por Francisco Junco
La Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM) en Jalisco y el Instituto de Justicia Alternativa de Jalisco (IJAJ) firmaron un convenio de colaboración con el propósito de acercar los servicios de mediación a la población, principalmente en materia laboral, pero también en ámbitos civil y familiar.
El secretario general de la CROM en el estado, Alejandro García Hernández, explicó que el acuerdo permitirá capacitar a 55 integrantes de la organización sindical en técnicas de mediación.
Con ello, se busca que las instalaciones de la CROM se certifiquen como un centro de mediación, convirtiéndose en el segundo espacio de este tipo en el país, luego del que ya funciona en el Estado de México.
“Esta firma es sumamente importante para todos los afiliados, es darle una solución a problemas mediáticos y no mediáticos, es para poder acceder para que el día de mañana aquí sea un centro de mediación y podamos llevar a cabo cualquier situación”, afirmó García Hernández, al destacar que la intención es resolver conflictos sin necesidad de acudir a los tribunales.
Por su parte, el director del IJAJ, Guillermo Zepeda Lecuona, destacó que la mediación es una herramienta clave para resolver conflictos de manera más ágil y humana.
“El método alterno de la mediación tiene la gran relevancia de que por mucho tiempo hemos dejado los conflictos en manos de los abogados, y solamente el 40% tiene que ver con las leyes; el otro 60% está relacionado con las necesidades y emociones de las personas”, señaló.
Zepeda Lecuona subrayó que la importancia de este convenio radica en que son los mismos involucrados quienes alcanzan los acuerdos, lo que contribuye a generar soluciones duraderas y a mejorar la convivencia laboral y social. Con esta alianza, Jalisco da un paso hacia la consolidación de mecanismos de justicia más cercanos, prácticos y centrados en las personas.