OPINIÓN
La comunicación y la política: Fake news y campañas de desinformación

Opinión no pedida, por Armando Morquecho //
Joseph Goebbels, el maestro de la propaganda nazi y el personaje más completo de los medios de comunicación de su época dijo: ‘’una mentira contada una vez sigue siendo una mentira, pero contada mil veces se convierte en una verdad”.
Sin lugar a duda la política es una ciencia compleja y los medios de comunicación, así como las formas en las que se comunica juegan un papel importante en el proceso de consolidación de líderes, de partidos y de proyectos políticos.
Así como las religiones, a lo largo de la historia se han dedicado a difundir sus credos con la finalidad de fortalecer sus relatos, sus ideales y su historia propia, el comunismo, el fascismo y el liberalismo, se dieron a la tarea durante mucho tiempo, de construir relatos para reforzarse a sí mismos.
Es así, que una de las anécdotas más interesantes de los fenómenos de la comunicación y los relatos la podemos encontrar en la Unión Soviética.
En el año de 1936, durante la dictadura de Iósif Stalin, se volvió famosa una imagen del líder soviético en la que aparecía fotografiado con una pequeña de siete años llamada Engelsina Markizova, familiarmente conocida como Gelya.
Gelya, era hija de Ardan Markizova, un gran funcionario del Partido Comunista que desempeñó como Comisario del Pueblo para la Agricultura en la república de Buriatia, ubicada en la parte sur-central de Siberia.
Ese mismo año, una delegación de Buriatia, que era encabezada por Ardan, viajó a Moscú para reunirse en el Kremlin con el líder soviético y entre las personas que emprendieron este viaje, se encontraba Gelya, quien emprendió junto a su padre este viaje, respecto a esto, hay muchas versiones, algunos dicen que esto se debe a que la pequeña quería conocer al líder soviético, mientras que otros, señala que esto se debió a una estrategia propagandística.
Una vez desahogada la reunión en cuestión, Stalin se acercó a la pequeña que llevaba un ramo de flores, y éste la abrazo mientras representantes de los periódicos oficiales del régimen (Izvestia y Pravda) fotografiaban uno de los momentos más representativos para la imagen de Iósif Stalin.
Esta foto refleja dos puntos sumamente importantes: la trascendencia de las formas en que se comunica a la sociedad un mensaje y la importancia de la construcción de relatos alrededor de las figuras políticas con la finalidad de fortalecer proyectos y discursos.
Con esta imagen Stalin se consagró como el Padre de la Nación, esto debido a que la fotografía tuvo un impacto positivo en la sociedad al retratar a un líder carismático, abierto, comprensivo y plural.
Derivado de esto, las imprentas se dedicaron a producir carteles, estatuas y todo tipo de publicidad con la finalidad de difundir la imagen de su líder en todos los espacios públicos posibles, desde parques, hasta universidades y oficinas públicas, a tal grado que dicha imagen se volvió parte de la identidad de todos los habitantes. Era imposible que alguna escuela o espacio público de la Unión Soviética no tuviera esta imagen.
Sin embargo, detrás de la foto hay una historia bastante lamentable, ya que un año después, el padre de Gelya fue arrestado, bajo falsas acusaciones, de ser un espía japonés y un terrorista trotskista. Fue ejecutado en 1938. Gelya y su madre fueron desterradas a Kazajistán, donde murió su madre en circunstancias misteriosas.
Pero eso no afectó en nada la publicidad del Padre de la Nación, ya que consiguió ocultar durante muchos años, gracias a una increíble y bien planeada maquinaria de propaganda, todos los actos atroces cometidos contra su pueblo, y contra la familia de Gelya y la presente imagen continuó siendo un icono soviético durante muchos años.
Sin lugar a duda, los medios de comunicación y las formas en las que se transmiten mensajes a la sociedad, juegan un papel importante en el gobierno y en la vida política de una sociedad, y tal y como podemos verlo, esto ha sido desde hace ya algunos años. Esto no es un fenómeno de la era moderna. Siempre han existido políticos que mienten y políticos que no mienten, y de la misma manera han existido medios de comunicación que mienten, pero también, existen algunos que aún se esfuerzan por buscar la verdad.
Actualmente contamos con herramientas de comunicación moderna que nos abren las puertas a un mundo inimaginable de información, sin embargo, las herramientas actuales no están fuera del alcance de los gobiernos y por lo tanto, también pueden formar parte de los mecanismos de manipulación.
Las campañas electorales ya están a la vuelta de la esquina, y al desarrollarse estas en un contexto pandémico que disminuye la posibilidad de realizar eventos presenciales masivos para difundir las ideas y los proyectos de los candidatos, las redes sociales y los medios de comunicación digital, tendrán una especial relevancia en este proceso electoral.
Por ello, las fake news y las campañas de desinformación serán no solo más grandes, sino más frecuentes y también, serán el modus operandi de más de un partido político que buscará a toda costa transmitir mensajes y desprestigiar a los contrincantes más fuertes para así lograr consolidar su proyecto y su visión política.
De cara al 6 de junio, los electores necesitamos tener presente que hoy más que nunca, será fundamental no creer todo lo que vemos o leemos, ni todo lo que oímos sin antes corroborarlo o verificarlo con fuentes formales de comunicación.