LOS PELOTEROS
El estadio de Charros y el conflicto entre accionistas
Deporte Rey, por Gabriel Ibarra Bourjac //
La noticia de la semana en el mundo beisbolero jalisciense fue la intervención sorpresiva del Gobierno de Jalisco a través del CODE al asumir el control y administración del Estadio Panamericano y que la prensa local de entrada lo calificó de desalojo.
El tema no alcanzó mayor ruido mediático luego que la Consejería Jurídica del Gobierno del Estado a través de su titular José Luis Tostado, informó que se trata de una acción de control y administración del inmueble y que quedó establecido en el contrato de comodato firmado en el 2014, en el que se acordó que la operación y ocupación del Estadio Panamericano por parte de la directiva del Club de Beisbol Charros, sería únicamente durante el tiempo que comprende la temporada de béisbol de la Liga Mexicana del Pacífico, entre tres y cuatro meses, de octubre a enero.
Esta acción de asumir el Gobierno de Jalisco la administración del estadio a través del CODE no lo habían hecho antes, explicó José Luis Tostado, por alguna razón y que luego se hizo costumbre, que todo el año el estadio estuviera en manos de la empresa propietaria de Charros, lo que nunca estuvo estipulado en el convenio de comodato.
La forma como el CODE tomó el control del estadio no fue precisamente una forma ortodoxa de asumir una facultad, pues se utilizó a la fuerza pública para que los abogados de la Consejería Jurídica del Ejecutivo asumieran el control del inmueble, sin que hubiera resistencia del personal de Charros que allí venía laborando, tanto administrativo como el encargado de darle mantenimiento al estadio. Personal de la Consejería madrugó la mañana del 5 de mayo y cuando el personal de Charros arribó se encontraron con la sorpresa de que el estadio ya no sería el espacio laboral.
Los directivos de Charros hasta este fin de semana se han abstenido de emitir alguna opinión al respecto.
EL CONFLICTO ENTRE ACCIONISTAS
Previo a esta acción el Gobierno de Jalisco, a través del titular de la Secretaría General de Gobierno, Enrique Ibarra, buscó mediar entre los accionistas en conflicto, encabezados por un lado por Salvador Quirarte Villaseñor y por la otra por Armando Navarro Peña, con acusaciones mutuas de malos manejos administrativos, lo que ha trascendido a la opinión pública y que se ventila en los tribunales.
Obvio que las autoridades locales están preocupadas por este conflicto y quieren que se llegue a un arreglo para que la empresa y el equipo puedan seguir adelante, sin que se vea afectado el espectáculo deportivo que ofrecen para deleite de los amantes del béisbol, siga adelante.
En ese sentido hubo una especie de manotazo de la autoridad estatal para que se ponga fin al conflicto, cuya solución más viable es que unos compren a otros, pero el problema estriba en que los principales accionistas -Quirarte y Navarro- alegan incumplimientos, engaños y fraudes, lo que ya llegó al campo civil, mercantil y penal.
Y fue en ese punto cuando el Gobierno de Jalisco intervino con la petición de resolver de fondo el problema, sin los abogados y el ces de las declaraciones de descalificación mutuas a los medios. Y el primer mensaje fue este del pasado miércoles 5 de mayo cuando se le quitó a la empresa de Charros la administración del estadio, asumiéndola el CODE.
¿Qué puede pasar en el futuro? ¿Peligra la permanencia de Charros en la Liga Mexicana del Pacífico y que este espectáculo ya no sea disfrutado por los amantes del béisbol? La intención y posición del gobernador Enrique Alfaro es que el béisbol continúe, pero su deseo es que el conflicto sea superado.
Cabe destacar que la Asamblea de la LMP reconoce a la directiva que preside Armando Navarro Peña y que desde septiembre hasta este momento tiene el control y manejo del equipo de béisbol, luego que se desautorizó que Salvador Quirarte represente los intereses de la empresa, quien desde entonces dejó de ser convocado a estas asambleas donde se toman las decisiones fundamentales.
Sin embargo, Quirarte que se siente vulnerado en sus derechos y denuncia que Armando Navarro lo quiere despojar de sus acciones, pelea en los tribunales; las decisiones de la justicia podrían afectar la marcha del equipo, un escenario posible que tenemos que considerar, después de que no lograron ponerse de acuerdo en la liquidación entre unos y otros.
Lo mejor para Jalisco y el béisbol es que los grupos de accionistas en conflicto lleguen a un acuerdo de compra-venta, pero el atorón está en el alegato de que se tiene mayor número de acciones a las que uno y otro se reconocen.
¿Y MARIACHIS?
Respecto al uso del Estadio Panamericano por parte de Mariachis que esta temporada ingresa a la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) que es la de verano, me comentó José Luis Tostado que jurídicamente este tema no ha llegado a su área, tal vez en el tema deportivo se haya tratado con las autoridades del CODE, pero hasta el momento no existe procedimiento alguno para la firma del convenio para que el inmueble pueda ser utilizado.
La temporada 2021 de la LMB inicia el 20 de mayo y finaliza el 5 de agosto con un total de 66 juegos. Trascendió que el Presidente López Obrador le trató el tema al gobernador Alfaro para que facilitara la utilización del inmueble por parte de Mariachis, a lo que el mandatario jalisciense accedió. Lo extraño es que a 10 días de que se cante playball no se haya establecido un acuerdo al respecto.
¿Dónde jugarán los mariachis? Pues en el Estadio Panamericano, pero no han enviado señales al respecto.

