OPINIÓN
Debe iniciar desde preescolar: 13 de mayo, día de las mujeres matemáticas

Educación, por Isabel Venegas //
El pasado 13 de mayo se celebró el día internacional de la mujer matemática, fecha que se instituyó con la finalidad de visibilizar los logros y aportes de las mujeres en esta área del saber ¿Quiénes son esas mujeres que decidieron adentrarse en una carrera como esta? ¿Dónde están? y ¿Qué están haciendo? Además de que también pretende motivar a que las nuevas generaciones se animen a vivir esta experiencia.
Lo interesante de esta coincidencia Mujer-Matemática, es que ambos son dos componentes que luchan por cambiar el estigma con el que se les ha definido históricamente: Derribar la idea de que las matemáticas no sirven de mucho en la vida práctica, son terriblemente difíciles, solo mentes brillantes pueden acercarse a ellas, y para colmo no son rentables; ideas que se relacionan de la misma manera con el término “mujer”. El nivel de reto requiere abordar los temas de género desde una reflexión epistemológica que nos obliga a revisar la forma en la que proponemos las opciones de desarrollo profesional a nuestras jóvenes estudiantes.
Tal parece que la promoción para este tipo de materias sigue siendo relegada más allá de temas de género, es decir, el tema tiene una base complicada tanto para las niñas como para los niños.
La idea de que las matemáticas son una asignatura sumamente difícil subyace, retroalimentada por la falta de habilidades pedagógicas de algunos docentes, combinación peligrosa con la cual no se dejan bien sentadas las bases correctas desde los primeros años de vida de nuestros niños, niñas y jóvenes.
Reconocer que la matemática es una disciplina que se comienza a trabajar desde el preescolar a través del reconocimiento de las formas, tamaños, dimensiones geométricas para que los niños logren diferenciar entre un triángulo, un círculo y un cuadrado, es parte del desarrollo cognitivo de un ser humano que comenzará a identificar esas figuras en su entorno cotidiano, inteligencia espacial con la que dará paso a la lógica diferenciadora entre lo que es plano y lo que tiene 3 dimensiones.
Un niño en preescolar comenzará a abrir puertas al conocimiento académico a través del conteo de números, y poco a poco comenzará a construir propuestas que le permitan ir teniendo pequeños debates en la construcción de su proyecto personal. El conocimiento abstracto que le permitirá relacionar una figura con la idea de algo, como por ejemplo un signo “> o <” (mayor que, o menor que) es un proceso altamente complejo en el desarrollo neuronal que a su vez multiplica el deseo de conocer cosas nuevas.
En la primaria los niños descubren los algoritmos, procesos definidos para poder “operar” las principales situaciones de la vida cotidiana como sumar, juntar, agregar, añadir, quitar, restar, eliminar, disminuir, es la naturaleza y la realidad la que se representa con los números y la simbología, es el conocimiento de otros el que se comparte y enriquece; por ejemplo, para que el estudiante sepa cómo se puede encontrar la raíz cuadrada de un número con un procedimiento que está absolutamente comprobado, además de que ahora puede utilizar una calculadora para comprobar el resultado.
En la secundaria los alumnos transitan a un doble lenguaje, lo que representaba la naturaleza simple con números y simbología básica, ahora será relacionado también con letras. El tránsito de la aritmética al álgebra supone un reto que se conjunta con una de las etapas más complicadas de la vida, la adolescencia. En realidad los niños ya habrán conocido las fórmulas de áreas y perímetros desde la primaria, y con ello –sin darse cuenta- tendrían sus primeros acercamientos con el álgebra, pero es en la secundaria que los padres de familia reconocen un esfuerzo superior que los estudiantes deben dar.
Conflictos que suelen suscitar uno de los fenómenos más latentes en nuestras escuelas: ¡Yo a mi hijo le exijo que traiga buenas calificaciones, le pido que saque diez en todas las materias, y bueno, si en matemáticas saca un ocho estoy de acuerdo…, a su edad yo tampoco logré sacar más que eso! (estamos con la idea de que un número no es representativo de la capacidad mental de los estudiantes, aunque sí es un buen referente de su empeño y disciplina).
La evaluación sigue teniendo serios retos, pero más allá de la precisión con la que se observe el trabajo de cada estudiante y se registre en su boleta de calificaciones, hoy por hoy seguimos teniendo un déficit en la promoción de una de las carreras más bonitas y más importantes para el desarrollo cognitivo personal y colectivo. Naciones como la India o Corea, han encontrado que la formación de sus jóvenes estudiantes basados en los módulos de la lógica y la matemática, potencia de manera positiva la economía a través del desarrollo de software o de programación para la inteligencia artificial.
México puede destacar con la economía de la inteligencia, y las mujeres deberán jugar un papel determinante con su participación e ingenio, pero para ello deben de saber dos cosas: la oferta académica existe y todas somos capaces de estar ahí. No todos tendremos la misma brillantez como para adivinar la Transformada de Laplace que resuelve un sistema de ecuaciones diferenciales, pero es que eso no se hace de la noche a la mañana, se construye con bases sólidas y se da seguimiento a través de los departamentos de orientación vocacional, además de necesitar preponderantemente del acompañamiento y respaldo de padres de familia y tutores.
Un estudio publicado en 2019 por Milenio en el que se entrevistó a Graciela Rojas Montemayor, presidenta del Movimiento STEM, mencionaba que en México solamente 8 por ciento de las mujeres elige estudiar una carrera relacionada con las ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas, en contraste con el 27 por ciento de los hombres, así como también puntualizó:
“Es un camino muy importante para el empoderamiento de la mujer y hay que hacer modelo a seguir, inspirar a los que están a punto de salir para acercarse a estas profesiones; hay que empoderar al maestro para que sea un facilitador y pueda guiar al estudiante en el aprendizaje”.
Cierro este texto invitando a las niñas y adolescentes a plantearse la posibilidad de estudiar una carrera basada en matemáticas (acompañadas y arropadas por sus padres o tutores), a los gobiernos y universidades a revisar sus protocolos de promoción, orientación vocacional y diseños curriculares en la línea STEM, pero principalmente a mis queridos colegas maestros, a los que siguen en búsqueda de las mejores herramientas e innovaciones pedagógicas para formar de manera positiva y significativa a sus estudiantes. ¡Ahí les encargo a las niñas!, ayúdenlas a fortalecer la confianza en sí mismas, seguramente más de alguna estará en el ámbito científico dentro de pocos años.
Dos días después es “Día del Maestro”: ¡Felicidades profesores, su labor sigue mejorando cada día!
Mat. y M. en C. Isabel Alejandra María Venegas Salazar
E-mail: isa_venegas@hotmail.com