NACIONALES
El cáncer que carcome a las instituciones mexicanas

Opinión, por Pedro Vargas //
La cleptomanía es la necesidad irresistible de robar. Y en nuestro medio abundan los ladrones. Si estos son descubiertos y procesados, es muy posible que sean condenados a prisión y, en consecuencia, a reparar el daño causado; en todo caso el sentenciado deberá trabajar, y recibir ciertos cursos para que al final de la reclusión penitenciaria, esa persona se reinserte en la sociedad.
Los delincuentes de la índole antedicha, los encontramos por doquiera, aunque lastimosamente los más dañinos no son los de las clases humildes, sino los que suelen identificarse como “de cuello blanco”, esfera en la cual se ubica a ciertos empresarios, algunos banqueros, muchos líderes de toda índole y lamentablemente, numerosos burócratas y demasiados políticos.
A unos y otros de los antedichos sujetos, los identifica el afán de obtener dinero indebidamente, ya sea abusando, engañando, o de plano apoderándose por cualquier medio de lo que no es suyo.
No obstante que esa manía de robar es condenable desde cualquier ángulo y sea quien sea el que la ejerza, en el caso de los políticos es sencillamente imperdonable, porque estos individuos son quienes específicamente deben servir a la sociedad, y por lo tanto, esforzarse para administrar los bienes que se les confían, mismos que son de la comunidad y el Estado, los cuales se le confía para que resuelvan problemas sociales, o asuntos de orden público.
En nuestro país ese mal de “tener manos sueltas y cola larga” es casi una epidemia: lo primero alude a la facilidad con que nuestros malos políticos se adueñan de lo ajeno, y lo segundo se refiere a los múltiples defectos que tienen: abusivos, despóticos, irresponsables y antipopulares. En no pocos casos, además suelen ser ineptos, nepotistas e indolentes.
Desde luego que, entre los políticos, si bien en todas las escalas hay notorios atracadores, destacamos a los que tienen la responsabilidad de gobernar o desempeñar cargos trascendentes, pues tales dizque “servidores públicos” son los que más daño causan con sus trapacerías.
Es famoso que el falaz Antonio López de Santa Anna, el mexicano más nocivo que haya sido presidente, por su desmedida rapacidad se le conoció como “quinceuñas”, porque careciendo de una pierna, solo tenía uñas para robar, en los dos brazos y la extremidad inferior que le quedaba.
El Gral. Manuel González, compadre y títere de Porfirio Díaz, además de haber sido quien instrumentó cercenar a Jalisco de su séptimo cantón (Tepic), se aseguraba que casi no robaba, siendo la razón porque solo tenía una mano. Obregón también gozó de esa triste fama ya que perdió un brazo en las batallas de Celaya, antes de ser mandatario.
De los más recientes titulares del poder ejecutivo federal, mejor no hablamos; ya dictaminará el pueblo, cuando próximamente se le consulte sobre si se les debe juzgar por sus gobiernos que, por general, se les tilda de corruptos.
Siguiendo por orden jerárquica, luego de los presidentes vienen los gobernadores. Y de estos realmente asombra el número de mandatarios estatales que han sido buscados, detenidos, procesados y hasta extraditados, en los años recientes. El periodista Efrén Flores de “Sin Embargo”, escribió el 21 de mayo, que en los tres sexenios más próximos, han sido la friolera de trece gobernadores los que se han visto inmiscuidos en cuestiones judiciales por su afición a la rapiña. Y eso que no considera a los ejecutivos locales que, por diversos motivos, se escaparon de ser buscados por la justicia, no obstante haber cometidos enormes desmanes y latrocinios. En vía de ejemplo, diremos que Jalisco se encuentra entre estos casos de impunidad.
El norte de nuestra patria tiene la mala fortuna de contar con innumerables políticos de la calaña del crucificado Gestas. De Tamaulipas están los exgobernantes Eugenio Hernández Flores y Tomás Yarrington Ruvalcaba, ambos presos por su apego a quedarse con recursos que no les pertenecían, y casi en igual situación anda el actual mandatario Francisco García Cabeza de Vaca. El neoleonés Rodrigo Medina, fue acusado de peculado y abuso de funciones, habiendo sufrido reclusión domiciliaria.
De Chihuahua, brilla por sus fechorías el exgobernador César Duarte Jáquez, detenido en Estados Unidos el año pasado y en vísperas de ser trasladado al país para juzgarlo por peculado. También norteño es el desprestigiado Humberto Moreira, quien a pesar de todo lo que se le achaca, anda orondo por la calle, luego de forcejear con la justicia, misma que a final de cuentas no lo pudo sancionar. Vecino del anterior, fue el panista Guillermo Padrés Elías, exgobernador de Sonora, indagado por defraudación fiscal y lavado de dinero en 2016.
Otros gobernadores con fama de delincuentes, son el de Nayarit, Roberto Sandoval, que anda prófugo; Mario Ernesto Villanueva y Roberto Borge, ambos de Quintana Roo; Javier Duarte de Ochoa, el jarocho aprehendido en Guatemala y que en su tiempo fue presentado por Peña Nieto como la nueva cara del priísmo. Cierra este desfile, Andrés Granier Melo, ejecutivo de Tabasco, quien fue señalado como responsable de malversación de fondos públicos, entre otras lindezas patrimoniales.
Finalmente anotaremos al señor Luis Armando Reynoso Femat, panista que fuera mandamás de Aguascalientes y al michoacano J. Jesús Reyna García, interino el año de 2013, a quien se le imputó haber protegido al crimen organizado.
Como podrá observarse, hay “joyitas” de todos los colores y sabores, uniformados por su amor al dinero indebido y que desde luego, mal sirvieron al pueblo y perjudicaron a su patria y a la política.
De los presidentes municipales mejor ni comentamos porque son demasiados aquellos que por lo general suelen decir: “a mí no me den, pónganme donde hay”. Y se despachan con la mano gorda.
¿Hasta cuando se terminará esta especie de maldición que padecemos los mexicanos? No se sabe, y a pesar de los esfuerzos que actualmente se despliega para combatir la corrupción y la impunidad, la mera verdad dudamos mucho de que se termine con ambas lacras. Ojalá que nos equivoquemos. Por lo pronto, preparémonos para votar y así cumplir nuestra misión de ciudadanos.
NACIONALES
Cayó en Paraguay, el líder de «La Barredora», Hernán Bermúdez Requena

– Por Mario Ávila
La labor de inteligencia de las fuerzas policiales del país y con el apoyo de las autoridades de la República del Paraguay, fue detenido el líder criminal de la organización delincuencial «La Barredora», Hernán Bermúdez Requena, alias «Requena», El Abuelo» y «comandante H».
La detención fue anunciada por el secretario de Seguridad Ciudadana del gobierno federal, Omar García Harfuch, a través de sus redes sociales, en donde él precisa que el presunto criminal fue detenido en Paraguay.
En un comunicado hecho público hace algunos minutos, García Harfuch, explica: «Por instrucciones de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo de cero tolerancia a la corrupción, se llevó a cabo una operación conjunta encabezada por el Centro Nacional de Inteligencia CNI, Defensamx, Secretaría de Marina, Fiscalía General de la República, Guardia Nacional, Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, en la que se realizó la detención de Hernán “N”, presunto líder de la organización criminal conocida como “La Barredora”.
En esta operación -abunda-, fue fundamental la participación de la Unidad de Inteligencia Financiera y el Centro Nacional de Inteligencia, así como el intercambio de información que hace posible la nueva Ley del Sistema Nacional de Investigación e Inteligencia.
El comandante H, jefe de la policía de Tabasco de 2018 a 2014, presunto líder del grupo criminal La Barredora, dedicado al tráfico de drogas, la extorsión y el robo de combustible o huachicol, estuvo prófugo desde febrero y hoy, Hernán Bermúdez Requena ha sido detenido en Paraguay, según ha informado la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, en un comunicado divulgado este viernes en la noche.
Bermúdez llegó al cargo cuando uno de los principales dirigentes de Morena, Adán Augusto López, era gobernador en el Estado.
NACIONALES
Hospitalizan a Manuel Espino tras derrame cerebral; permanece en terapia intensiva

– Por Francisco Junco
El diputado federal de Morena, Manuel Espino Barrientos, se encuentra hospitalizado en terapia intensiva luego de sufrir un derrame cerebral.
La noticia fue confirmada por el coordinador de la bancada morenista en la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal Ávila, quien detalló que el legislador de 65 años fue intervenido de emergencia durante la noche del miércoles.
“Tuvo un derrame en el cerebro y lo intervinieron hacia las nueve o diez de la noche. Está en terapia intensiva, en un lugar al que sus familiares, por la emergencia, lo condujeron”, informó Monreal, al tiempo que expresó su deseo de pronta recuperación y pidió oraciones por la salud de su compañero de bancada.
Espino, originario de Durango y actual integrante de las comisiones de Seguridad, Defensa y Comunicaciones y Transportes, fue trasladado por decisión de su familia a una clínica especializada, donde permanece bajo vigilancia médica. En un comunicado de Morena se informa que se mantiene estable dentro de la gravedad.
En redes sociales, la presidenta de Morena en Durango, Lourdes García Garay, envió un mensaje de solidaridad al legislador.
“Enviamos toda nuestra solidaridad y los mejores deseos de pronta y total recuperación a nuestro querido compañero diputado federal Manuel Espino. Confiamos en su fortaleza y en que pronto estará de vuelta”, publicó.
Con más de cuatro décadas de trayectoria política, Manuel Espino ha transitado por diversos partidos y cargos. Fue dirigente nacional del PAN entre 2005 y 2007, presidió la Organización Demócrata Cristiana de América y en los últimos años se integró a Morena, donde actualmente ocupa una curul por representación proporcional.
MUNDO
China, Japón y México: la batalla global por el internet del futuro con matices locales

– Por José Modesto Barros Romo, Conciencia Pública
El internet de ultra velocidad ya no es un asunto de ciencia ficción, sino un campo estratégico donde las potencias tecnológicas definen su hegemonía. Japón, China y, en menor medida, México, han roto en este año barreras históricas de transmisión de datos, cada uno desde trincheras distintas, pero con un objetivo común: asegurar ventajas en la economía digital del siglo XXI.
Japón sorprendió al mundo al anunciar que sus científicos del Instituto Nacional de Información y Comunicaciones Tecnológicas (NICT) lograron transmitir datos a 1.02 petabits por segundo a través de fibra óptica.
Se trata de un récord mundial que equivale a descargar en un segundo la información de más de 10 millones de videos en alta definición, el equivalente a todo el catálogo de Netflix en un solo segundo.
Más allá de la hazaña técnica, el logro japonés envía un mensaje claro: su apuesta es consolidar infraestructuras terrestres estables y de larga distancia, con la mira puesta en mantener la competitividad industrial frente a China, Estados Unidos y Europa.
El gigante asiático, por su parte, libra otra batalla: el dominio del espacio inalámbrico. China Mobile reveló que en una red experimental de 6G alcanzó velocidades de 280 gigabits por segundo, descargando un archivo de 50 GB (unas 25 películas de mediana calidad) en apenas 1.4 segundos.
A esto se suman proyectos universitarios que exploran transmisiones en frecuencias en terahercios y enlaces satelitales de 100 Gbps, tecnologías que se perfilan como piezas centrales en la construcción de un ecosistema digital global, donde China pretende marcar la pauta a la espera lanzar comercialmente las redes 6G para el año 2030 en todo su territorio.
La estrategia china es evidente: no se conforma con desplegar infraestructura terrestre, busca liderar el futuro de las comunicaciones en el espacio y en el aire, donde se definirá el control de datos y, con ello, el poder geopolítico. De ahí que los experimentos en 6G no solo representen avances científicos, sino una carta de presentación en la carrera tecnológica frente a los estadounidenses, japoneses y los europeos.
México, en contraste, aparece con un logro más modesto pero simbólico. El año pasado la empresa Megacable, en alianza con Nokia, alcanzó 1.1 terabits por segundo en pruebas de fibra óptica de larga distancia.
No es un récord mundial ni una revolución en telecomunicaciones (aunque sí es un hito a nivel Latinoamérica, equivalente a descargar un videojuego como Call of Duty: Modern Warfare III en un segundo). Esta es una señal de que nuestro país busca modernizar su infraestructura digital con miras a los próximos años.
El reto está en si estos avances se traducirán en beneficios reales para los ciudadanos o quedarán como demostraciones técnicas en un país donde millones aún carecen de acceso a internet estable.
La comparación es reveladora: mientras Japón apuesta por la perfección de la fibra, China por la supremacía inalámbrica y espacial, México apenas intenta ponerse al día. El dilema nacional es mayúsculo: ¿apostar por ser solo consumidores de tecnologías extranjeras o trazar un plan estratégico que coloque a la región en la disputa global por la soberanía digital?
Lo cierto es que el internet del futuro no será solo más rápido; también será la nueva frontera de poder. Quien controle las redes de transmisión controlará la información, la seguridad nacional y el desarrollo económico. Japón y China ya están en esa carrera. México, como suele ocurrir, observa desde la periferia.