OPINIÓN
El poder de las redes sociales
																								
												
												
											Opinión, por Miguel Ángel Anaya //
Las redes sociales han revolucionado la vida de los habitantes del mundo. Esto suena a una aseveración tan lógica que no nos detenemos a pensar hasta que punto tienen influencia en la actividad económica, social y política de los seres humanos.
Para muestra tres casos. En el primero, un jugador de élite como Cristiano Ronaldo, en plena conferencia de prensa decidió retirar dos botellas de Coca Cola para recomendar que las personas bebieran agua natural; una acción que duró segundos, pero con muchas consecuencias. Aún no se terminaba la rueda de prensa cuando por todo el mundo ya circulaban memes y comentarios sobre el tema, el resultado: La marca perdió 4 mil millones de dólares de valor de mercado en tan solo unas horas. Este acto pudo haber sido censurado hace años a través de los medios de comunicación tradicionales, sin embargo, en el mundo actual, es difícil que eso suceda.
En el segundo, la muerte de George Floyd, hombre de color en manos de un agente de la policía de Minnesota, llevaron a resurgir el movimiento Black Lives Matter (idea creada por mujeres afroamericanas en el año 2013) y a pesar de que el incidente ocurrió en mayo de 2020, en plena crisis sanitaria, las manifestaciones en las calles no se hicieron esperar y se dieron cientos de marchas en las grandes ciudades de Estados Unidos, a las manifestaciones también se sumaron ciudadanos de países como Canadá, España y Argentina, e incluso hubo movimientos en lugares distantes física e ideológicamente como China e Irán.
En un tercer caso, a nivel local y aterrizando en política, nos llama la atención la victoria de Samuel García, quien trabajando una intensa campaña en redes, de la mano Mariana Rodríguez logró la gubernatura de un estado muy importante como lo es Nuevo León. Al inicio de la campaña las encuestas lo posicionaban solamente con el 8% de las preferencias, terminó llevándose el triunfo con casi el 37% de los votos válidos, nuevamente, sin las redes sociales esto no hubiera sido posible.
En los casos anteriores vemos como en la actualidad pasamos del mundo virtual al real en tan solo unos instantes, nos damos cuenta de cómo los mensajes en redes sociales, los memes y los hashtags sí modifican el comportamiento de los ciudadanos o consumidores y con ello cambia la economía, la política y por lo tanto la sociedad, estas experiencias deben servir de aprendizaje para las instituciones que deben mejorar su comunicación, esta es la base para crear lazos más fuertes con los usuarios que les permitan resolver problemáticas reales.
Muchas empresas han entendido su papel en las redes y no se han limitado únicamente a crear dinámicas que les permitan aumentar ventas y fortalecer su marca, también han atendido el llamado de sus clientes y, en muchos casos, han modificado su manera de producir, comunicar o distribuir sus productos, buscando ser empresas socialmente responsables, incluyentes y amigables con el medio ambiente. Quien no lo ha hecho así, enfrenta un panorama complicado para su supervivencia.
En el caso de los partidos políticos, sobran los ejemplos de mala comunicación, en las pasadas campañas muchos entendieron el uso de las redes sociales como pagar pautas publicitarias, dar mensajes polémicos o bailar para Tik Tok.
Hay mucho que mejorar de parte de los institutos políticos, por ejemplo, trabajar campañas de concientización, reforzar los ideales partidistas (esos que le dan forma y rumbo a cada expresión política), campañas de propuesta y generar debates públicos que permitan elevar el nivel de la política en nuestro país.
Finalmente, la comunicación de las instituciones de gobierno a través de las redes sociales y el aprovechamiento de las plataformas digitales pueden ayudar a construir administraciones más cercanas a los ciudadanos, permiten atender problemáticas diarias de una manera pronta y directa, ayudan a aumentar la recaudación inhibiendo la corrupción -algo importantísimo pues se transparentan los ingresos y gastos- y hasta coadyuban en temas de seguridad. Las redes sociales sirven y sirven mucho cuando se utilizan de manera responsable. Ojalá los ciudadanos y las instituciones gubernamentales entendamos a estas como un medio para lograr organizarnos mejor como sociedad.
