MUNDO
Pekín no permitirá sermones moralistas: 100 años del Partido Comunista Chino; el yuan en ascenso
Economía Global, por Alberto Gómez R. //
El ascenso irreversible del país, de la humillación a la dominancia global: “Nunca permitiremos a ninguna potencia extranjera acosarnos, oprimirnos o someternos; cualquiera que lo intente verá cómo su cabeza se estrella contra una enorme pared de acero forjada por mil cuatrocientos millones de ciudadanos chinos”, fue parte del mensaje del presidente de China, Xi Jinping, durante la celebración de los 100 años de fundación del Partido Comunista Chino, el jueves 1º de julio; un mensaje agresivo dirigido probablemente a la audiencia local, pero Xi respaldó su advertencia con dos promesas: incrementar el poderío militar de China, y tomar el control del territorio autónomo de Taiwán. Sí, es la visión de una China confiada en su potencial, indiferente a las críticas de Occidente e inflexible en sus objetivos estratégicos.
En el acto de celebración del centenario del Partido Comunista, Jinping aseguró que Pekín no permitirá «sermones moralistas».
Este discurso desafiante, que muchos creen que se dirige a Estados Unidos, se produce en un momento en el que China se enfrenta a críticas por las supuestas violaciones de los derechos humanos y la represión sobre Hong Kong, esto en el contexto de las relaciones entre EE.UU. y China, que han empeorado en los últimos tiempos por el comercio, el espionaje y la pandemia.
«Nadie debe subestimar la determinación, la voluntad y la capacidad del pueblo chino para defender su soberanía nacional y su integridad territorial», afirmó Xi Jinping, el líder más poderoso de la China moderna desde Mao Tse Tung, que vestía un traje gris claro que parecía idéntico al que llevaba el fundador del Partido Comunista en el famoso retrato que adorna un lado de la plaza Tiananmen. (bbc.com)
Xi ensalzó a su pueblo por el «nuevo mundo» que, según dijo, han creado. Lo que también manifestó es que se trata de un mundo que no podría haber surgido sin el Partido. Atribuyen cualquier éxito, progreso, avance -y ha habido un fenomenal avance económico- al pueblo y al gobierno, pero sobre todo al Partido.
El avance global de la economía china parece imparable. Su moneda oficial, el yuan, ha registrado un nuevo máximo en las reservas internacionales globales.
La proporción del yuan chino en las reservas de los bancos centrales del mundo ha llegado a un nuevo máximo del 2.45% en el primer trimestre de este año, según un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI).
En términos monetarios, el yuan equivale a 287,460 millones de dólares en las reservas internacionales.
En el último trimestre de 2020, la proporción del yuan fue del 2.2%. La moneda china ha estado creciendo durante nueve trimestres consecutivos, desde que el FMI empezó a monitorear la proporción del yuan en 2017.
El análisis también ha confirmado que el dólar estadounidense es aún la moneda con más presencia en las reservas de los bancos centrales. Su proporción se sitúa en el 59.5%, muy por delante del euro (20.57%) y el yen (5.89%). (actualidad.rt.com)
Sin embargo, este porcentaje del dólar estadounidense como moneda de reserva, los últimos datos del Fondo Monetario Internacional revelan que las reservas de divisas internacionales (tenencias de los bancos centrales) denominadas en dólares han caído a su nivel más bajo desde 1995.
La exorbitante emisión de bonos y dólares por parte de la Reserva Federal (Fed) -el banco central de EE.UU.- han acelerado la caída del valor del dólar, con una inflación latente acumulándose, y el consiguiente desinterés mundial de continuar utilizándolo como moneda de reserva.
Tan solo en 2020 la base monetaria total de los Estados Unidos se expandió a niveles nunca antes vistos. Estimaciones preliminares señalan que el 22% del total de dólares en circulación se habría impreso tan sólo en el 2020. Es decir, en más de 200 años desde la creación de la moneda estadounidense no existía un suministro de dinero tan alto. Si a esto se añaden los 1,9 billones de dólares más que el presidente Joe Biden autorizó en marzo de 2021 a manera de estímulos para acelerar la recuperación económica luego de los efectos de la pandemia del coronavirus, la cifra de emisión de bonos y circulante en un año, asciende a casi de 6 billones de dólares.
Las declaraciones de la Fed al respecto de la emisión de tales cantidades de dinero –sin ningún tipo de respaldo, más que la credibilidad en el sistema monetario de EE.UU.- fueron, hasta los primeros meses del 2021, que era un riesgo mínimo y estaba dentro de los límites controlables; sin embargo, en las recientes semanas la Fed ha declarado que se encuentran listos para discutir sobre cuándo y cómo reducir los 120 mil millones de dólares en compras mensuales de bonos de deuda. Esto, aunado al incremento mensual de la inflación –hasta ahora contenida- de más del doble que lo proyectado, debilitan aún más al dólar ante otras monedas internacionales que continúan posicionándose como alternativas viables como valores de reserva.
El índice de precios al consumidor (IPC) en Estados Unidos subió un 0,6% en mayo y ha situado la tasa de inflación interanual en el 5%, informó el 10 de junio la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS).
La cifra interanual de mayo superó al 4,2% de abril y es la mayor registrada en EE.UU. desde agosto de 2008. (swissinfo.ch)
Kit Juckes, economista de Société Générale, explica en una nota que «el mercado de divisas es un mercado relativo que mide el valor del dólar en relación con el euro o el yen en relación con el yuan. Y si la inflación de EEUU es persistentemente más alta que la inflación de la zona euro, eso significa que el valor del dólar, en relación con los bienes y servicios que se utiliza para comprar, está cayendo más rápido que el valor del euro. Por lo tanto, el valor del dólar debería caer frente al euro, en igualdad de condiciones». (eleconomista.es)
Así, China aprovecha el momento de fragilidad del dólar estadounidense para fortalecer al yuan como moneda de reserva mundial, al tiempo que impulsa la adopción del yuan digital –la primera moneda digital centralizada- lo que contribuye a seguir posicionando a China como el más importante rival de Estados Unidos en la lucha por la hegemonía económica mundial.


