OPINIÓN
¡Ya estuvo malo!
																								
												
												
											Opinión, por Javier X. Hurtado //
En el pasado proceso electoral estatal, nos bombardearon no con slogans o propuestas inteligentes y bien fundamentadas. Nos tundieron con marketing barato (que realmente no lo fue por lo que costó), con candidatos bañándose de pueblo en colonias, mercados; con candidatos copiando colores de tenis, con viejitos vistiéndose como chavos, candidatos brincando entre partidos, como pulga entre un perro y otro.
Me avergüenza y entristece ver la campaña “política” barata y arrabalera que difundieron todos los candidatos desde sus redes sociales. Nuevamente, nos quedamos cortos y en pañales para hacer un uso correcto y aprovechamiento que las redes sociales y tecnologías de la información y comunicación para poder generar mecanismos de participación e interacción bidireccional candidato-ciudadanía, en la cual se conjuguen ideas y propuestas para formular una correcta y real estrategia de formulación de plan de gobierno o agenda legislativa.
Ganaron las empresas de comunicación encargadas de “mercadear” a los candidatos, así como mucho dinero. Perdieron los ciudadanos que nuevamente fueron presa de las estrategias de comunicación de éstas empresas, que se aprovechan de que nadie lee, nadie se informa, nadie investiga y razona su voto. Ganó Facebook, ganó Youtube, ganó Instagram, y las demás páginas hasta de medios de comunicación de medios impresos y digitales (como Mural), que en cada momento ponían publicidad hueca y sin sentido de múltiples candidatos.
Parece que vamos en retroceso en estos aspectos de campañas electrónicas. Sin duda alguna, les hace falta estudiar a Obama.
¿Quién se informó sobre la plataforma electoral registrada de su candidato? ¿Quién se dio a la tarea de buscar, investigar e informarse sobre el currículum del candidato por el que votaron, así como de la planilla (en el caso de munícipes) y suplente (caso diputados locales o federales)?
Estamos a unos cuantos pasos de ser como Nuevo León al pasar de un Bronco, a un torombolo influencer.
Nuestra posición nacional lograda por JASD (qepd) como la capital de la innovación está muy lejos de ser alcanzada, mantenida o igualada, mientras sigamos tomando tan importante decisión ciudadana, como lo es el voto, con lo que se dice y hace en redes sociales desde las empresas de comunicación para vendernos un mal producto con envoltura bonita.
Ya estuvo malo que nuestras campañas políticas estén secuestradas por empresas de comunicación que ganan millones al vendernos “políticos” poco profesionales, influencers, bravucones, demagogos, como una cereza de pastel.
Ya estuvo malo que se desperdicie un proceso electoral más sin aprovechar las bondades que brindan las redes sociales para generar un canal de comunicación, formulación y consolidación de ideas y propuestas que conjugue, junto con los candidatos, un plan de gobierno o agenda legislativa que sea reflejo de las necesidades y exigencias de la población que representan.
Ya estuvo malo que nos “vendan” con marketing político-electrónico a aspirantes de puestos de elección popular como si fueran la Madre Teresa de Calcuta, cuando es todo lo contrario.
Ya estuvo malo que no analicemos, estudiemos y definamos inteligentemente nuestro voto sin leer, informarnos; o, exigir campañas inteligentes, con propuestas que sean el reflejo de todas las necesidades de nosotros.
Nuestro deber ciudadano es exigir campañas políticas y representantes políticos que sean profesionales en el qué, cómo, dónde y porqué del qué hacer del servicio público.
Nosotros mismos somos el veneno que carcome nuestra calidad democrática y de servidores públicos elegidos, al no informarnos.
Ya estuvo mal, que sean tantas personas desinformadas que van como “chivito al precipicio” y que con su voto decidan el futuro de nuestros hijos.
Ya estuvo mal que nos vendan espejitos. Necesitamos políticos profesionales con los cuales se promuevan e incentive la participación ciudadana de sus planes, proyectos, programas, objetivos, estrategias, líneas de acción, indicadores, etc.; no demagogos, influencers, porta tenis de moda, y que son pagados y posicionados con millones de pesos en redes sociales, sin aportar nada.
¡Ya estuvo!
