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NACIONALES

Va para largo

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Tercera Instancia, por Modesto Barros González //

En unos días el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dará a conocer a los habitantes de esta sufrida nación sus presuntos grandes logros, acciones y dolores de cabeza que se ha padecido en los casi tres años de su mandato.

Con varios problemas que ha tenido y la constante imposición de su voluntad, ha tenido que lidiar el tabasqueño y además con la incapacidad de sus muy cercanos colaboradores que constantemente le fallan o le hacen quedar mal con sus gobernados y así se ha tenido “tomar el toro por el cuerno”, aunque sea en pocos casos ya que parece que no le gusta quedar mal aunque le “agarren los dedos con la puerta”, como dicen.

Así hace casi un año se impuso a rifar el avión presidencial, pero no lo pudo hacer, mejor la Lotería Nacional, recabó el dinero de los “cachitos” vendidos y de los premios parece que no se han repartido todos los ofrecidos.

El avión sigue en manos del Poder Ejecutivo Federal y decenas de millones de pesos se han gastado, ni lo han podido vender ni terminar con el “barril sin fondo” que representa.

Otro de los fallidos intentos del epriista, experredista y ahora guía total de su partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), ha sido el rotundo fracaso que tuvo en la formación y operación de un cuerpo de seguridad nacional que inició con cinco mil elementos del ejército y denominó Guardia Nacional, con el que tenía el deseo de combatir la delincuencia y en un futuro cercano regresar a los cuarteles al personal del Ejército y de la Secretaría de Marina, pero parece “que todo fue un sueño” y con el dolor tuvo que regresar a los elementos a las filas que en su mayoría pertenecían.

Tal parece que su hombre fuerte en esa estrategia fallida, ingeniero civil y abogado Francisco Alfonso Durazo Montaño, le hizo creer que su Guardia Nacional sería el inicio de la “pacificación de México”, pero por desgracia se ha demostrado que ha estado muy alejada de la realidad.

Ahora bien otro de los tan “cacareados” proyectos que anunció desde mucho antes de asumir el cargo, fue la descentralización de las principales dependencias del Poder Ejecutivo Federal.

Según archivos de prensa el 6 de Julio de 2018, se publicó que una de las “principales prioridades de Andrés Manuel López Obrador, a partir del primer día de diciembre de ese años, sería la supuesta descentralización de la mayoría de las Secretarías de Estado y Dependencias Federales.

La idea se dijo durante varias declaraciones de su campaña policía en busca de la Presidencia y que lo dijo desde noviembre de 2017, donde supuestamente se quedarían en la Ciudad de México, por asuntos de seguridad nacional, la de Defensa, la de Marina, Gobernación, Relaciones Exteriores y Hacienda.    

Entonces buscaba López Obrador con los cambios de sedes “promover el desarrollo en todo el territorio nacional, a fin de estar en mejores condiciones de enfrentar el reto de la vulnerabilidad de la Ciudad de México ante sismos y problemas de abasto de agua y otros servicios”, entonces se dijo.

El magno proyecto, ya presuntamente fracasado, proponía que la Secretaría de Turismo se instalara en Chetumal, Quintana Roo; la del medio Ambiente en Mérida Yucatán; mientras que Pemex, se iría a Ciudad del Carmen, Campeche y la de Energía a Villahermosa, Tabasco.

Mientras tanto la CFE, que actualmente dirige Manuel Bartlett Díaz, debería de instalarse en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; la Conagua en el puerto de Veracruz; Desarrollo Social a la capital de Oaxaca; la de Educación Pública, a Puebla capital y la de Cultura a Tlaxcala.

Por cierto parece que la que ya se cambió hace unos días fue ésta última de Cultura.

Como todo era de buenas intenciones y cambios a futuro, también quería trasladar a Banobras a Cuernavaca, Morelos; el Infonavit a Toluca, Estado de México; la Secretaría de Salud a Acapulco, Guerrero; el Instituto Mexicano del Seguro Social a Morelia, Michoacán; la de Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural a Guadalajara, Jalisco y el ISSSTE a la capital de Colima.

Hace casi tres años, el actual mandatario se comprometió a cambiar las oficinas de llevarse las oficinas principales de la Comisión Nacional del Deporte (Conade), que dirige la cuestionada Ana Guevara a Aguascalientes; la de la Función Pública a Pachuca, Hidalgo; Diconsa a Zacatecas; la de Comunicaciones y Transportes, a San Luis Potosí; Economía a Monterrey, Nuevo León y Nacional Financiera a Torreón, Coahuila.

El anunciado proyecto planteado entonces quería mandar a la Comisión Forestal a Durango, capital; al Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), a Bahía de Banderas, Nayarit; la Comisión Nacional de Acuacultura y el Instituto Nacional de la Pesca, a Mazatlán, Sinaloa; la de Agricultura, a Ciudad Obregón, Sonora; el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), a La Paz , Baja California Sur, y el Instituto Nacional de Migración (INM), a Tijuana, Baja California.

Para completar dependencias a la Secretaría de Minería, a Chihuahua, Capital y la de Aduanas a Nuevo Laredo, Tamaulipas. 

Pues como ya se ha señalado, tal parece que los deseos del Presidente, dentro de su 4T, quedará como eso, en deseos y todavía no se sabe si intentará cambiar la sede de algunas de las dependencias señaladas, pero eso ya lo veremos. 

 

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CARTÓN POLÍTICO

Edición 805: Entrevista a Mirza Flores: «La silla del poder es prestada; no olvidemos de dónde venimos»

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Edición 805: Entrevista a Mirza Flores: «La silla del poder es prestada; no olvidemos de dónde venimos»
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NACIONALES

El PRI no acudirá al Senado a la toma de protesta de la nueva SCJN

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– Por Mario Ávila

Alejandro Moreno Cárdenas, presidente nacional del PRI cambia de actitud y en lugar de cumplir su amenaza de manifestarse en la ceremonia del Senado donde rendirán protesta los nuevos integrantes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), anuncia oficialmente que los 13 senadores de su partido no acudirán.

El argumento, con el que justificó por adelantado la inasistencia de los senadores del PRI, fue «por congruencia política», ya que ellos consideran que el nuevo Poder Judicial es el nuevo aparato al servicio del régimen.

Tras la agresión perpetrada por Alejandro Moreno en contra del presidente de la Comisión Permanente, Gerardo Fernández Noroña, la nueva presidenta del Senado, Laura Itzel Castillo, pidió a las autoridades garantizar el resguardo de la sede del Senado de la República.

En respuesta, desde este fin de semana, el Senado ha estado custodiado por elementos de la Guardia Nacional, lo que ocasionó que «Alito» Moreno reconsiderara su actitud y decidiera que sus senadores no acudan al trascendental acontecimiento y se limitó a calificar al gobierno de la 4T como «fachos y autoritarios».

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ENTREVISTAS

La disputa del agua entre Jalisco y Guanajuato: Debe ser un reparto justo, no uno político, Arturo Gleason

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– Por Mario Ávila

Ante la polémica surgida por la construcción del acueducto de la Presa Solís a la ciudad de León, Guanajuato, que podría reducir sustancialmente el escurrimiento de agua del río Lerma al lago de Chapala, José Arturo Gleason Espíndola, maestro en Gestión Pública y doctor en Urbanismo, plantea la necesidad de medir en tiempo real y con precisión la disponibilidad de agua, la que escurre, la que se extrae y la que llega, para que con bases científicas se pueda hacer un reparto justo del vital líquido. 

Hoy con un reparto basado únicamente en las mediciones que se realizaron en el siglo pasado, solo se tratará el tema como un reparto con tintes políticos, en donde la única determinación que existe es de quien ostenta actualmente el poder y se dejan de lado el tema científico y los datos exactos de la disponibilidad de agua, para repartir el agua con justicia a cada entidad. 

El proyecto de la construcción del acueducto para llevar agua de la Presa Solís a la ciudad de León, Guanajuato y otras comunidades menores de la región, quedó inscrito en el Plan Hidrológico del Gobierno de la República, una vez que se canceló la posibilidad de dar a León, agua de la persa El Zapotillo, abastecida por el cauce del Río Verde y cuya agua quedó finalmente destinada solamente para las ciudades de Los Altos de Jalisco y para la Zona Metropolitana de Guadalajara. 

Entrevistado al respecto, el doctor Arturo Gleason planteó: “Creo que la preocupación de parte del Estado de Jalisco estriba en que efectivamente el Río Lerma abastece parcialmente a Chapala, esto es en época de secas las presas en Guanajuato, no solo Solís sino otras, hasta no llenarse derraman el agua. A menos de que abran las compuertas dejan pasar el agua hasta Chapala, que de entrada no está recibiendo un flujo constante de este río, que por cierto está muy contaminado”. 

Explicó que el Río Lerma nace en Almoloya, en el Estado de México y transita por cuatro entidades más antes de llegar a Chapala. En el trayecto, obviamente, esa agua se va quedando en el camino y solo cuando llueve se llenan las presas y dejan pasar el agua que les sobra y es la que llega a Chapala, “pero es muy poca”, aclaró. 

Dijo además que la preocupación estriba en que se le va a sacar un flujo mayor, aparte del que se le saca para los distritos de riego que se encuentran en la zona de Guanajuato, ahora para consumo urbano, es decir, a través de un acueducto se iría a la ciudad de León y algunas otras comunidades. 

Es una preocupación de Jalisco -abundó-, porque es un menor volumen de agua que llegará a Chapala, pero, por otro lado, también ese volumen de agua no es tanto, porque según lo dicho por el maestro Eduardo Juárez, del Instituto de Limnología, Chapala se abastece en gran parte por la lluvia que cae en la cuenca y los escurrimientos posteriores. 

«Por supuesto debe preocupar –expuso-, pero no debe quedarse nada más en que si le sacan más o le sacan menos, creo que la preocupación puntual por parte de la federación y los estados que están involucrados, es que la cuenca del Lerma primeramente tenga un manejo integral, que sea limpio, que se puedan medir los flujos de agua; no existen sistemas de medición».

«Por eso la preocupación es por encima, pero no hay una preocupación genuina de poder medir las extracciones, las medidas en tiempo real; se me hace que es una discusión que merece mayor rigor científico, en primer lugar para saber cuánta agua tiene el Lerma, identificar todas las extracciones y medirlas en tiempo real, para entonces clarificar todavía con mayor precisión, que sí se le va a sacar esa agua, pero sin comprometer al lago de Chapala», dijo. 

De ahí que el maestro Arturo Gleason planteara la necesidad de que la indignación del gobernador de Jalisco, Pablo Lemus, debería tener mayor fundamento si la hace con precisiones, con mediciones precisas que debieran hacer el Gobierno Federal y los estados. 

Y, por otro lado, denunció que el gobierno estatal debe hacer una reflexión también y un compromiso, en cuanto a no contaminar tanto el agua: «Porque en esa parte tampoco hay mucha indignación que digamos por parte de nuestro estado, ya que están autorizando un sinfín de fraccionamientos alrededor del lago en la parte que corresponde a Jalisco y están entrando aguas negras y agua pluvial con aguas negras, en tiempo de lluvia. Luego, está también ese tema de pretender construir otro acueducto hacia Guadalajara, y aunque dicen que no van a sacarle más agua, evidentemente sí lo van a hacer; entonces, a mi punto de vista debería ser una preocupación de Jalisco, pero con mayor fundamento”

Vale la pena recordar que Guanajuato fue despojado recientemente del agua que le correspondía del Río Verde, según los acuerdos pactados por los gobernadores de Jalisco y Guanajuato con el gobierno Federal, una vez que se canceló el proyecto de la construcción del acueducto de la presa El Zapotillo a la ciudad de León y el líquido de ese embalse quedó solo para el consumo de las ciudades de Los Altos y la Zona Metropolitana de Guadalajara. 

Sobre este tema en particular, el doctor Gleason Espíndola expuso que Guanajuato podría estar en su derecho de tomar el agua que no recibió del Río Verde, ahora del Río Lerma, pero dejó en claro que ese discurso se quedaría en un nivel basado en las apreciaciones, “pero sí fuera basado en las mediciones puntuales, creo que debiera precisarse mejor este análisis, que así de simple, solo es muy superficial”. 

Obviamente –dijo-, lo que Jalisco quiere es tener más agua, sí, pero cuánta, cuánta se extrae, no se sabe con precisión; ahora, muchas veces, dicho esto por la comisión de cuenca del Lerma-Chapala-Santiago, algunos especialistas como la doctora Raquel Gutiérrez Nájera advierten que a veces no llega nada de agua de Lerma y esto no es nada nuevo, que no le llegue agua a Chapala, porque Guanajuato y Michoacán se quedan con el agua, tanto en las partes altas sobre todo en tiempos de secas, porque la agarran para regar y cuando ya hay agua, es cuando se derrama para el lago de Chapala. 

Yo creo -insistió-, que la discusión debe ser más precisa, más científica, sobre datos mucho más rigurosos, para entonces decir que sí se compromete al lago o si alcanza para darle a León, a lo mejor con ese criterio la Federación dice no, ya te di a ti el agua del Zapotillo y ahora debo dale chanza Guanajuato, creo que ahí se queda la discusión y desde mi punto de vista, debería de ser más profunda, más precisa, antes de manifestarnos así con indignación. 

Explicó que para ello, será necesario actualizar los acuerdos de distribución del agua entre los estados y la federación, en ambos ríos, del Lerma y del Verde: «Pero desde la controversia de la altura de la cortina de El Zapotillo se está debatiendo sin cifras, sin mediciones puntuales. Los cálculos, las apreciaciones de escritorio tienen su valor, pero para una toma de decisiones, para una discusión política seria y para finalmente hacer una repartición sin incurrir en inequidad, debe haber una repartición justa con base a las mediciones».

«Y yo aquí no lo veo, en la agenda no está en la discusión de ver si es necesario montar algunos sistemas de monitoreo para saber con precisión cuánta agua está escurriendo realmente al río Lerma, cuánto es realmente lo que está llegando a Chapala, cuánta es la extracción para la presa Solís y cuáles son los escenarios que podrían llegar a pasar», agregó. 

“Eso no existe, es una discusión meramente política, que, desde el punto de vista personal, creo que le falta mayor sustento científico para que haya una repartición justa”, sentenció el doctor José Arturo Gleason Espíndola.

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