OPINIÓN
¿Cabresteas o te ahorcas?
Tercera Instancia, por Modesto Barros González //
Tal parce que la presión ejercida por el Departamento de Justicia del Gobierno de Estados Unidos, ya dio resultados contra la negativa que tenía el gobierno mexicano para otorgar visas de trabajo a los agentes de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) y por fin se “aceptó” que realicen sus investigaciones en suelo de sus vecinos.
Se puede asegurar que la reciente visita al país del norte que hizo el Presidente Andrés Manuel López Obrador, se logró “ablandarlo” para que permita la libre acción de los agentes de la poderosa Drug Enforcement Administration (DEA).
Posiblemente a “regañadientes”, hace unos días el Gobierno de la 4T anunció que ya se entregarán las visas para poderse inmiscuir libremente en las diferentes corporaciones policiales y hasta militares, para “combatir” operaciones de narcotráfico y producción de substancias peligrosas.
Hay que recordar los acontecimientos que en 1985 cuando fue asesinado el agente encubierto de esa agencia (DEA) Enrique Camarena Salazar, operaba en México para perseguir a quienes formaban una poderosa organización delictiva pero fue descubierto y se desató una persecución y captura de delincuentes y de acusados de complicidad con ellos.
Durante varios años ha quedado al descubierto que los “investigadores” de la agencia norteamericana se manejan con o sin autorización de nuestro gobierno, aunque no lo quieren reconocer ambos países.
Uno de los ejemplos es la fracasada captura de Ovidio Guzmán, hace más de un año en Culiacán, Sinaloa, por elementos del Ejército Mexicano y que por instrucciones directas del Primer Mandatario del País, lo tuvieron que dejar en libertad y entonces se rumoró que estuvieron “muy atentos” agentes de la DEA, quienes vieron frustrado el esfuerzo que realizaron los militares y algunos de sus agentes en el país.
También se vale comentar que la malograda estrategia denominada “abrazos, no balazos”, ha propiciado la impunidad y resentido el clima de inseguridad en casi toda la República.
Por cierto, las brillantes “estrategias” de los supuestos responsables de la seguridad pública, parece que han logrado convencer al Presidente de la República, para tratar de pacificar algunas poblaciones del país que están casi controladas por la delincuencia organizada.
Llama la atención que la “nueva estrategia”, no se implante en las entidades que desde hace varios meses están sufriendo los indefensos habitantes y algunos elementos del de los cuerpos policiales locales.
AMLO ya inició la segunda mitad del gobierno por el que fue electo en 2018 y se puede calificar como uno de sus “dolores de cabeza” la inseguridad, con todo y que tuvo como principal responsable del área al hoy gobernador de Sonora, Francisco Alfonso Durazo Montaño, quien ya está sufriendo entre la población que gobierna.
¡A COMO DE LUGAR!
Con todas sus “cartas” en la política mexicana está jugando el Senador de la República y todavía militante del Partido de Reconstrucción Nacional (Morena), Ricardo Monreal Ávila.
El brillante y lúcido político ha declarado su legítima aspiración para contender en 2024 por la Presidencia de la República, aunque parece reconocer que no es de los “predilectos” del dueño y fundador de Morena y esa “tranca” la tiene que saltar.
El zacatecano, originario de Fresnillo, ha logrado sortear problemas en el desempeño de importantes cargos que ha ocupado tanto en el poder ejecutivo como en el legislativo.
Muy seguro como es su estilo, hace unos días declaró: “Yo les quiero decir que sí voy a estar en el 2024, una vez que se lanza la convocatoria voy a estar ahí, me voy a inscribir, lo he dicho, y no lo he ocultado nunca es una aspiración normal”, declaró a periodistas.
Además se reconoce que nunca ha sido cobijado por el poder desde que fue regidor de su pueblo y parece que en otros cargos logrados ha tenido que luchar contra la “corriente”.
La legítima aspiración del político zacatecano tiene que obtenerla en la encuesta que organizará Morena y lograr mayor aceptación de los dos “ya destapados” aspirantes, Claudia Sheinbaum Pardo, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México y Marcelo Ebrard Casaubon, Secretario de Relaciones Exteriores, ambos parece que están “palomeados” por el Presidente y casi propietario de Morena.
En pocos meses se deberá despejar la incógnita y el destino que logre el todavía Senador de la República y presunto disciplinado aspirante.
