OPINIÓN
La elección presidencial
																								
												
												
											Opinión, por Miguel Ángel Anaya //
Faltan dos años y medio para la jornada electoral que definirá a la o el próximo Presidente de México y aunque parezca que aún falta demasiado tiempo, no es así. La construcción de una candidatura presidencial conlleva muchas cosas como la conformación de una estructura fuerte, el amarre de alianzas políticas y el posicionamiento de candidatos, primeramente, con los simpatizantes del partido al que aspiran a representar y posteriormente entre el común de los ciudadanos.
En días pasados han trascendido encuestas que posicionan a unos mejor que a otros y se empiezan a vislumbrar posibles escenarios rumbo a la próxima elección.
Se debe señalar que los ejercicios de encuestas muchas veces están alejados de lo que en realidad percibe la sociedad, pues pequeños muestreos que van en el mejor de los casos de 2 a 3 mil encuestados, no muestran el pensamiento colectivo de un país grande, diverso y muy poblado como lo es México y más cuando muchos ciudadanos desconocen quien quiera o pueda postularse para la candidatura presidencial, por lo tanto, a veces, el termómetro político es mejor utilizarlo de acuerdo a lo que sucede en cada uno de los estados.
Dejando de lado perfiles personales (que se construyen o deconstruyen cada día y dependen de muchos factores para llegar) podemos ver las posiciones actuales de los partidos políticos en los estados; recordando que las percepciones que el ciudadano tenga sobre ellos pueden mejorar o empeorar dependiendo del trabajo que hagan o dejen de hacer las administraciones federal y estatales de los colores que representan.
En primer lugar, está el caso de Morena, instituto político que gobierna 16 de los 32 estados de nuestro país y cuya población suma más de 56 millones de habitantes, además, sus aliados en elecciones pasadas, Verde, PT y Encuentro Social gobiernan dos estados más, mismos que suman casi 5 millones de habitantes; en total, a nivel estatal el partido del Presidente y sus aliados representan a 61 millones de mexicanos. Queda claro que el ejercicio no es tan simple ni que todos los habitantes de esas entidades votan por Morena, pero contextualizar nos ayuda a ver lo fuerte que es la figura de un Presidente que más allá de una buena aprobación gubernamental goza de una buena aceptación personal entre muchos mexicanos y eso le ayuda a que su corriente gane elecciones en varios estados del país, principalmente en el sur.
Por si algo le faltara a Morena, hay que recordar que en 2022 seis estados tendrán elecciones ordinarias: Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas. En al menos la mitad de ellos, el Movimiento Regeneración Nacional tiene buenas posibilidades de ganar, lo que ampliaría aún más su representación en los estados. El PAN, que actualmente gobierna 7 estados, tiene según palabras de su presidente nacional posibilidades reales de ganar solamente una elección en 2022, sin duda un panorama complejo para ese partido que es uno de los que más podría hacer frente a Morena.
El caso de Movimiento Ciudadano tiene varios puntos que analizar, pues, aunque solo gobierna en dos estados, estos representan al 11% de la población mexicana con más de 14 millones de habitantes, además fue el único partido que creció electoralmente en 2021. Cuenta con perfiles que podrían armar una candidatura atractiva para varios sectores poblacionales de nuestro país. En nuestro estado, este partido está muy consolidado, aspira hacer lo mismo en Nuevo León y en entidades en las que cuenta con buena aceptación como Campeche y Colima.
El resto de los partidos, difícilmente presentarán candidatos propios en 2024, la mayoría de ellos aspiran a armar alianza con alguno de los partidos anteriormente mencionados para tener la posibilidad de ser competitivos.
Viene un año complejo para nuestro país, la inflación, la continuidad de la crisis sanitaria y los altos índices de violencia son factores que influirán en el estado de ánimo de los votantes, veremos como avanzan las cosas y que decisiones gubernamentales harán que el ciudadano refrende su confianza en los que actualmente gobiernan o provoquen que busquen nuevas opciones para representarlos. Faltan muchos capítulos antes de ver el desenlace electoral. Al tiempo.
