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JALISCO

Despiden al doctor Cabrales: Despojan a pacientes con cáncer de un trato digno con cambio en IJC

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Por Mario Ávila //

Para los integrantes del patronato del organismo público descentralizado del Instituto de Cancerología del Estado de Jalisco (ICJ) y para la diputada local, Mara Robles Villaseñor, el despido injustificado del director, Enrique Cabrales Vázquez, implica despojar a los enfermos de cáncer, de un trato digno.

Al conocer de la destitución del director, por las páginas de los medios de comunicación, la legisladora del grupo parlamentario de Hagamos, se pronunció en sesión de la LXIII Legislatura local, para manifestar su sorpresa y su desacuerdo por la determinación de la administración que encabeza el gobernador Enrique Alfaro Ramírez.

Quienes hemos tenido el infortunio de tener pacientes con cáncer -dijo-, en personas cercanas a las que deseamos atender con la mayor prestancia, acudimos a ese instituto que atiende a las personas más pobres, pudimos ver el esfuerzo que hacen los médicos, las enfermeras, los especialistas, pudimos hacer un recorrido por las instalaciones con el doctor Cabrales que nos pidió ayuda (a los diputados de la anterior legislatura) para darnos cuenta cómo su tomógrafo estaba anquilosado, incluso a título personal cada uno hicimos un modesto donativo para que los sillones donde se les brindaba la quimioterapia a las personas con este padecimiento, estuvieran con mayor dignidad y pudimos conocer el enorme esfuerzo y el compromiso personal del doctor Cabrales para mejorar la atención médica, la atención administrativa y brindarle a las personas también calidez en medio de ese padecimiento.

Realmente lamentamos -abundó-, que por razones políticas se haya sentado a un gran cirujano y a un gran gestor a favor de las personas con cáncer; quise mencionarlo porque es importante que los que luchamos por la profesionalización del servicio púbico, lo hagamos cuando se le quita el lugar a alguien que vale la pena y que está al servicio de quienes más lo necesitan.

Expuso que probablemente, el argumento para despedir a uno de los principales médicos cirujanos y expertos en oncología en nuestro estado, con amplio reconocimiento nacional, “fue simple y sencillamente por sospecharse que él estaba detrás de los importantes pronunciamientos que hicieron los integrantes del Patronato del Instituto, al quejarse de que se les pretende despojar del predio y del edificio que está siendo construido en la colonia Miramar, precisamente para la ampliación de los servicios que se brindan en la institución.

El problema se originó con la llegada del gobernador Enrique Alfaro Ramírez quien lamentó que a poco más de seis años de la colocación de la primera piedra del Instituto Jalisciense de Cancerología (IJC), el edificio se encuentra en obra negra con sólo el 30% de su avance, sin que la nueva administración estatal invirtiera en su seguimiento.

De acuerdo con lo dicho por el mandatario jalisciense, esta fue una de las obras que “dejó tirado” el gobierno anterior que no tuvo la ejecución adecuada durante su comienzo, ante lo cual se comenzó un proceso de investigación por parte de la contraloría estatal a fin de identificar cómo se invirtieron los recursos.

Incluso con ese argumento, el gobierno de Enrique Alfaro consideró la posibilidad de disponer del inmueble construido en la colonia Miramar de Zapopan, proyectado para ser la nueva sede del IJC y mudar el proyecto del instituto a lo que será la nueva sede del Hospital Civil de Oriente, en el municipio de Tonalá.

Doctor Enrique Cabrales

A ello se opusieron los integrantes del Patronato del OPD, quienes detallaron que hasta la fecha se han invertido alrededor de 428 millones de pesos, de los cuales la pasada administración estatal contribuyó con 40 millones y en lo que va de la actual no se le han destinado recursos. Incluso actualmente el edificio de la colonia Miramar, sólo se usa para resguardo de archivo y equipo, pero no han logrado arrancar la primera etapa por la falta de recursos federales tras la eliminación del Seguro Popular.

De hecho, la postura de patronato del IJC, que publicó desplegados en contra del cambio de sede, coincide con la preocupación que tienen usuarios y trabajadores. “El eventual cambio de sede del Instituto Jalisciense de Cancerología (IJC) al Hospital Civil de Oriente implicaría afectaciones a nueve de cada diez pacientes del organismo que son de escasos recursos ya que a los pacientes con cáncer se les dificultan los traslados o en ocasiones requieren infraestructura para llegar más rápido y sería mandarlos hasta donde no hay infraestructura ni transporte adecuado”, se sentencia en uno de los desplegados.

De acuerdo con el Plan Institucional del IJC de 2019, el avance físico del inmueble hasta entonces era de aproximadamente 30%, y pese a que se tenía una inversión inicial de 285 millones de pesos para su primera etapa, todavía faltaban al menos otros 700 millones más para concluirlo.

El proyecto original contemplaba una construcción de 15 mil metros cuadrados en cuatro niveles, para albergar áreas de diagnósticos y de tratamiento con capacidad de hospitalización de 90 camas, tres quirófanos, terapia intensiva pediátrica y para adultos, así como sala de urgencias, consulta externa especializada, nutrición, entre otros.

En 2021, el Instituto brindó poco más de 98 mil atenciones diagnósticas, además de 49 mil consultas subsecuentes; aplicaron alrededor de diez mil quimioterapias, realizaron más de tres mil procedimientos quirúrgicos; brindaron 20 mil sesiones de radioterapia; entre otros servicios.

Incluso el último suceso de este capítulo ocurrió en días recientes cuando el doctor José Enrique Cabrales Vázquez, director del IJC, comentó que esperaba tener una reunión con el gobernador para abordar el tema y dijo confiar en que el titular del Poder Ejecutivo sería sensible a las necesidades de los pacientes, pero la respuesta fue contundente; al día siguiente cuando la Secretaría de Salud presentó de manera intempestiva a Manuel Árias Novoa, como nuevo director del Instituto Jalisciense de Cancerología, destituyendo al doctor Enrique Cabrera y anunciando el inicio de una nueva etapa para el instituto.

DETRÁS DEL DESPIDO, ESTÁ LA DEFENSA DE LA OBRA EN MIRAMAR

Para la diputada Mara Robles, lo que está detrás de la destitución intempestiva, es la defensa de Cabrales al Instituto de Cancerología. “La ejecución de una obra en Miramar para albergar al Instituto, es una obra radicada en su presupuesto, hecha para eso, es un patrimonio que se necesita y lo que se hizo fue salir a defender ese patrimonio y al irlo a defender lo cesaron”.

Recordó la legisladora que Cabrales, “cuando lo nombraron director, se convirtió en un motor para el Instituto; era un funcionario verdaderamente interesante, inteligente y muy comprometido y cuando defendió el patrimonio de su instituto lo corrieron”.

Negó que se trata de una situación que se envuelva en el conflicto entre el gobernador y la Universidad de Guadalajara, ya que en su opinión el doctor Cabrales “no es ningún miembro activo del grupo Universidad, él es un oncólogo; lo cesaron por un asunto político, no por incapacidad, ellos creen que él propició esa rebelión del patronato, pero lo que ocurrió es que él se manifestó públicamente para que no se le quite el patrimonio al Instituto y no es correcto que a la gente valiosa la corran”.

Lamentó que en los organismos públicos descentralizados no tengan esa dosis de independencia y autonomía, ya que no dejan tomar determinaciones al Patronato del IJC y es el Ejecutivo el único que decide “y sobre todo, lo que yo digo es los criterios científicos del profesional, qué no se trata de que las mejores personas ocupen los puestos; entonces ahora resulta que si las personas que ocupan el puesto con base en el mérito, dan una opinión, entonces las corres; él no era de ninguna manera una ‘cuota’ de la Universidad, para nada, él fue invitado simplemente porque es una persona muy capaz. Ese puesto nunca ha sido sujeto a la cuota de nada, por lo menos que yo sepa él no es ningún miembro destacado del grupo político, simplemente es un gran médico.

La independencia de las OPD queda desaparecida cuando no hay criterios profesionales para decidir los puestos, eso es lo que pasa. Por eso se niegan a que haya servicio civil de carrera para elegir funcionarios de esa naturaleza. Un director de un hospital es un técnico, tiene que ser un técnico, claro desempeña también un papel político en la gestión, pero en principio tiene que ser un técnico. Ve lo que ha pasado cuando en instituciones importantes de salud, se ha puesto a personas que no son capaces. Ahí arriesgas a la gente”, sentenció la diputada Mara Robles.

Y finalmente estableció la diputada de Hagamos, que con esta determinación, el riesgo es que se pierda el patrimonio que ya se ha invertido en la obra ejecutada en la colonia Miramar, “pero sobre todo se pierde la oportunidad de que los pacientes tengan una mejor atención y un mejor servicio y eso es gravísimo. Ahí en lo que hay que pensar es en la gente, lo que hay que pensar es en qué condiciones tiene que aguantar la gente para ser atendida; imagínate con el transporte que hay y con las condiciones de movilidad que hay, lo que está detrás es la intención de despojar a los pacientes de cáncer de unas instalaciones dignas para mejora su salud, eso es lo que está en juego”.

 

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