OPINIÓN
Tiende a ampliar diferencias de género: Ética en la inteligencia artificial, no puede ser una zona sin ley
																								
												
												
											Bioética, por Omar Becerra Partida //
En la UNESCO los países miembros del organismo adoptan el primer acuerdo mundial sobre la ética de la inteligencia artificial. Este texto histórico establece valores y principios comunes que guiarán la construcción de la infraestructura jurídica necesaria para garantizar un desarrollo saludable de la IA.
Según la UNESCO a través de sus redes sociales hay 5 cosas que debes saber sobre la IA:
La IA ha demostrado su valor para enfrentar la pandemia de COVID-19.
Contribuye a frenar el impacto económico de la crisis a través de las plataformas digitales. También ayuda a los investigadores a procesar grandes cantidades de datos en la carrera por encontrar una vacuna o un tratamiento. La IA ha participado para contener la propagación del virus a través de tecnologías de prueba, rastreo y seguimiento. Sin embargo, a medida que la gente está dando acceso a sus datos, el uso de la IA durante esta pandemia ha reabierto las preocupaciones sobre la privacidad, la protección de los datos y el uso de los datos más allá de las necesidades de rastreo del virus.
Es probable que el crecimiento impulsado por la IA sea muy desigual y espera que la IA genere casi 4 billones de dólares de valor añadido para 2022. Para 2030, se espera que los beneficios económicos sean mayores en China y América del Norte, y que representen el 70% del impacto económico mundial de la IA.
La IA tiene una dinámica de «el ganador se lo lleva todo» que necesita ser regulada: la concentración de la IA en manos de pocos países de altos ingresos probablemente dejará a los países en desarrollo muy atrás. Estos últimos no se beneficiarán, o lo harán muy poco, de las tecnologías de la IA y carecerán de propiedad sobre dichas tecnologías.
La IA tiende a ampliar las diferencias de género existentes.
Solo el 22% de los profesionales que se dedican a la IA son mujeres. Debido a que están subrepresentados en la industria, los prejuicios y estereotipos de género se están reproduciendo en las tecnologías de la IA. No es una coincidencia que las asistentes personales virtuales como Siri, Alexa o Cortana sean «femeninas» por defecto. El servilismo y a veces la sumisión que expresan son un ejemplo de cómo la IA puede (seguir) reforzando y difundiendo los prejuicios de género en nuestras sociedades.
La IA puede ser una herramienta poderosa para abordar el cambio climático y las cuestiones ambientales.
A medida que el planeta continúa calentándose, los impactos del cambio climático están empeorando. Mediante la recopilación y el análisis de datos, los modelos impulsados por la IA podrían, por ejemplo, ayudar a mejorar la gestión de los ecosistemas y la restauración del hábitat, esencial para menguar la disminución de las poblaciones de peces y fauna silvestre. Dicho esto, la extracción de datos consume casi el diez por ciento de la energía a nivel mundial. Por lo tanto, también es esencial abordar el alto consumo de energía de la IA y el consiguiente impacto en la emisión de carbono.
LA IA NO PUEDE SER UNA ZONA SIN LEY
La IA ya está en nuestras vidas, dirigiendo nuestras elecciones, a menudo en formas que pueden ser perjudiciales. Hay algunos vacíos legislativos alrededor de la industria que deben ser tratados rápidamente. El primer paso es convenir exactamente qué valores deben ser consagrados, y qué normas deben ser aplicadas. Existen muchos marcos y directrices, pero se aplican de manera desigual, y ninguno es realmente mundial. La IA es mundial, por lo que necesitamos un instrumento mundial para regularla.
Según la maestra en Filosofía y Doctorante en Bioetica y Derechos Humanos del Colegio de Bioetica y Terapia de Jalisco AC, Yolanda Ivonne Pérez Prado:
La recomendación que hace la UNESCO sobre la ética de la inteligencia artificial menciona problemas relacionados con la economía, la desigualdad de género, el desarrollo sostenible y la aplicación de la tecnología a la vida en general.
En cuanto a lo económico hace alusión a la desigualdad que puede generar la creación de la inteligencia artificial debido a que sólo dos países producen la mayor cantidad de egresos, producto de las creaciones y aplicaciones tecnológicas, esto da como resultado que la económica mundial tienda a ser acaparada por la minoría y mal distribuida en la mayoría, generando pobreza, desventaja social y desigualdad económica.
Respecto a la desigualdad de género, la inteligencia artificial que se aplica a la nueva tecnología posiciona a la mujer como un ser servicial, esto no sólo genera un estereotipo, sino que sostiene las ideologías de género que dejan a la mujer como la persona más adecuada para ejercer actividades de servidumbre.
La inteligencia artificial puede tener aplicaciones en la naturaleza, eso puedo generar mejoras en el medio ambiente o en cuestiones climáticas y el resultado podría llegar a un mejor desarrollo sostenible del planeta, sin embrago, hay poco interés en su aplicación puesto que el fin de la tecnología recae en lo económico, y, por ende, deberá producir ganancias económicas visibles y redituables para sus creadores.
Si la inteligencia artificial se aplica a la vida, se piensa que puede producir mejoras en la calidad de vida de las personas, sin embrago, hoy en día los nuevos procedimientos tecnológicos que se aplican a los cuerpos son altamente costosos y poco accesibles, es decir, no es la vida la que tiene el mayor valor, sino la posibilidad que tienen algunos de introducir dinero a la vida para mejorarla. Un lujo que sólo pocos pueden darse.
Un ejemplo de lo anterior puede ser el uso de la cámara hiperbárica que puede ser útil es muchos padecimientos, pero muy poco accesible debido a que cada sesión oscila entre los $800 y $1200 lo que la convierte en un tratamiento poco accesible para la mayor parte de la población que padece enfermedades crónico-degenerativas. En ese sentido, el uso de la tecnología no cumple sus propósitos éticos pues se transforma más en una producción monetaria que en un bien para la vida en general.
¿Cómo se puede aplicar la ética a la Inteligencia Artificial?
Consideramos que la recomendación intenta decir que los expertos se han reunido para construir un borrador que se encargue de normar la ética para aplicarla a la inteligencia artificial y se intenta normar en vista de se ha supuesto que puede ser utilizada no para fines comunes, sino particulares que recaen totalmente en los ingresos económicos de unos cuantos.
No debe existir diferencia entre la ética que se aplica a la inteligencia artificial o bien la que se aplique a otra cosa debido a que los fines éticos siempre deben dirigirse a la construcción del bien común.
