OPINIÓN
La nueva dictadura perfecta
Metástasis, por Flavio Mendoza //
Ninguna democracia en el mundo es perfecta, la de México no es la excepción, considerando además que ha costado muchas vidas y un largo proceso de lucha de quienes han dedicado su obra a la construcción democrática de nuestra todavía joven República.
Pero más allá del próximo proceso de Revocación de Mandato y su precoz e informal transformación a ratificación de mandato con la vergonzosa violación al proceso electoral por parte de funcionarios de primer nivel en los tres órdenes de gobierno, no perdamos de vista lo que recientemente se ha declarado por los voceros oficiales de la 4T, la intención de eliminar a los diputados plurinominales y una reforma electoral que pasaría por la extinción del Consejo General del INE, mismo que sería integrado por perfiles a través de un proceso electoral, es decir directamente por el pueblo a través del voto.
Es entonces visible el objetivo de la autodenominada Cuarta Transformación (4T) al aferrarse a implementar este proceso revocatorio, una contradicción constitucional por la que se estableció este mecanismo de participación directa en la democracia, pues se supone la figura sería una alternativa para que quienes están inconformes con el presidente en turno puedan solicitar el proceso revocatorio ya que no es un ejercicio ordinario al que deberá someterse todos los presidentes en el futuro, sin embargo, en este caso fue el Estado Mexicano quien operó para que se pudiera llevar a cabo dicho proceso electoral, siendo el mismo aparato de Estado quien desde la solicitud trastornó el objetivo obligadamente para cambiarlo de revocación a ratificación, lo que sin duda merece especial atención.
Los pronósticos de quienes saben de procesos electorales auguran un rotundo fracaso respecto a la validez del proceso, es decir que no llegará al 40% de la participación de la lista nominal, lo que significaría el aborto de un mecanismo muy importante en la democracia, la gestación de este embrión electoral que fue expuesto prematuramente por sus progenitores por el ego enfermizo sería la causal de su inminente muerte.
Pero en el supuesto que alcance el 40% de participación y la mayoría por la continuidad del actual presidente de la República, la revocación nacería viciada, un mal que arrastraría el resto de su existencia en la democracia moderna de nuestro país, pues simplemente sería un ejercicio de Estado, una simulación casi como la que el partido hegemónico realizaba de trámite para elegir al presidente hasta antes de la creación del INE.
Es aquí donde debemos poner especial atención, pues la ratificación de mandato ha sido un antecedente del populismo dictatorial en las democracias emergentes, tanto de izquierda como de derecha, que buscan perpetuar a un caudillo o a un proyecto político único. Otro paso importante es la eliminación de la oposición en el único poder donde existe la representación plural del pueblo, al quitar a los plurinominales, se estaría atentando contra la pluralidad, contra los equilibrios en el legislativo desde donde se puede detener el riesgo a establecer una dictadura.
Las democracias más avanzadas no han eliminado la representación proporcional, por el contrario sus congresos están integrados por igual número de representantes por mayoría relativa que de representación proporcional, un ejemplo es el Bundestag, el parlamento Alemán que es integrado por igual número de diputados electos por distrito que de lista partidista, lo que permite una integración equilibrada en la Cámara baja que obliga al gobierno nacional a establecer acuerdos para la gobernanza.
Morena no logró mantener el número de diputados que tenía en la elección de 2018, por lo que se complicó en esta legislatura para tener el número de diputados que ampliamente le permita procesar en materia legislativa todo aquello que se le ocurra o mandate el presidente, esta es la verdadera intención tras plantear la eliminación de los plurinominales, pulverizar la representación de la oposición y que con mayor facilidad el parlamento mexicano sea una oficina de trámite del neopresidencialismo instaurado en la República.
Pero para garantizar mayoría hegemónica en el Congreso de la Unión, desintegrar al INE institucionalmente es un paso previo, con el cuento de la corrupción, ese órgano que nació como propuesta de la oposición que permitió la llegada del actual mandatario, podría pasar de la profesionalización e independencia del Estado a ser un órgano dependiente del Estado, pues para empezar si quienes lo dirigen emanan de un proceso electoral donde el sistema de partidos proponga a sus perfiles difícilmente los principios rectores de un árbitro electoral se podrían cumplir, el partido gobernante tendría a sus incondicionales ahí, algo similar con lo que le está pasando al Supremo Tribunal de Justicia, serán incondicionales del presidente quienes estén de árbitros electorales, para validar elecciones de quienes integren los poderes ejecutivo y legislativo, el control total del país en un solo hombre o partido, la nueva Dictadura Perfecta del siglo XXI.
Esto es lo que en realidad se pretende desde las entrañas de la 4T a partir de este proceso de Revocación de Mandato, pero usted hoy tienen la decisión de participar o no, así es la imperfección de la democracia.
Twitter: @FlavioMendozaMx
