OPINIÓN
Los juegos de poder: Antagónicos o útiles, el discurso de los opositores

A título personal, por Armando Morquecho Camacho //
Hace un par de meses hablaba con un amigo un poco mayor que yo sobre la clase política en México y su decadencia con el paso de los años.
Durante la conversación, mi amigo me explicó con mucha nostalgia que antes, los debates políticos que tenían lugar, por ejemplo, en el Legislativo, eran debates de calidad en los que los actores recurrían a los datos, a las estadísticas y a las opiniones técnicas para desacreditar las propuestas o los dichos de sus compañeros de legislatura que planteaban alguna iniciativa, no como ahora que los debates se centran únicamente en demostrar que unos son más corruptos que otros para así desacreditar el dicho de los demás y justificar todo tipo de barbaries.
Lamentablemente en la actualidad este modus operandi predomina en ambos lados, tanto en la oposición como entre los personajes que forman parte del partido en el poder ya que están tan metidos en su lucha de poder, que ninguno da su brazo a torcer ante propuestas o ideas que realmente pueden generar un impacto positivo para la ciudadanía, dicho con otras palabras, ningún bando tiene la madurez necesaria para dejar que otros ‘’se cuelguen la medalla’’.
Por esta razón no debe sorprendernos que actualmente en nuestra cultura política sea más fácil recurrir a la polarización que a ejercer debidamente sus funciones de representación para buscar construir rutas de dialogo que puedan generar políticas públicas más eficientes y con mayores beneficios para la ciudadanía.
Traigo todo esto a colación porque en el Congreso del Estado se vienen días muy importantes ya que se discutirá la modificación a la Ley de Proyectos de Inversión y Prestación de Servicios, esto para que las empresas hagan una fuerte inversión en la obra para la línea 4 del Tren Ligero, y también, se buscarán ampliar los convenios de colaboración con empresas, esto con el objetivo de financiar infraestructura para el manejo y uso del agua tratada.
Por ahora, las cosas pintan bien y todo parece indicar que tal como sucede con casi todo lo que cae al Congreso del Estado, estos dos proyectos serán aprobados, como dicen por ahí, sin chistar.
Pero en lo que respecta a estos dos proyectos, solamente hay un aspecto que me llama la atención, y este es la postura de algunas voces opositoras que critican la idea de que la Administración Pública y la Iniciativa Privada tracen rutas de colaboración, lo cual nos demuestra lo fácil que pueden desviar una discusión de lo que realmente importa.
Ahora bien, en lo que respecta a estas críticas quiero ser muy concreto: el problema no es que lo público y lo privado se unan en este tipo de proyectos, esta unión realmente ha impulsado cambios importantes en muchas partes del mundo, como, por ejemplo Francia, Finlandia y Alemania.
En el caso de Francia, para llevar a cabo sus políticas públicas en materia de agua, en lo que respecta a su gestión y su saneamiento, Francia elaboró una nueva Estrategia Internacional para el Agua y el Saneamiento. Dicha estrategia es el fruto de una amplia concertación, inclusiva y participativa, que se basa en la movilización de todos los agentes franceses del sector del agua y cuyo eje estratégico consiste en el fortalecimiento de la gobernanza del sector del agua y el saneamiento.
No obstante, en aras de poder responder de la forma más adecuada a las necesidades de este sector, las empresas privadas, especialmente Veolia y Suez, cuya infraestructura es mayor a la del Gobierno, han estado desempeñando un papel fundamental en la implementación de soluciones para las poblaciones más desfavorecidas por la falta de agua.
Por otro lado, Finlandia y su proyecto FinSolar, que son viejos conocidos de esta columna, son un claro ejemplo de la importancia de la colaboración entre el Gobierno y el Sector Privado para impulsar grandes cambios económicos y ambientales.
Gracias a FinSolar, proyecto construido por La Universidad Aalto y más de cuarenta empresas finlandesas, se lograron impulsar grandes cambios legislativos para que el país tomara en serio la importancia de incentivar el uso de energía solar.
Hoy en día en, turbinas eólicas de unos 2.300 megavatios están conectadas a la red eléctrica de Finlandia y cubren el 7% de la demanda de electricidad.
Por último, tenemos también el caso de Alemania que invertirá 86.000 millones de euros en diez años para modernizar y ampliar su sistema ferroviario.
Para lograr esto, el Gobierno Federal aportará 62.000 millones y la empresa Deutsche Bahn, aportará otros 24.000 millones de euros, de esta manera, el Gobierno Federal buscará que para el 2030, las principales ciudades del país estén conectadas por trenes que circulen en un intervalo de al menos 30 minutos.
En ese orden de ideas, es necesario tener presente que el problema realmente es la dañina cultura política de moches y compadrazgos que reina en cada rincón de nuestro país, y que, en esta ocasión, al parecer nadie está tomando en cuenta para dotar estas propuestas de herramientas de transparencia que nos permitan conocer qué beneficios recibirá la iniciativa privada por su colaboración, a quienes se les asignarán los contratos, cómo se les asignarán y en qué condiciones se les asignaran.
Lo anterior es importante por dos razones: primero porque solo de esta manera podremos garantizar que efectivamente, tal y como sucedió en los tres casos que plantee anteriormente, los beneficios de esta colaboración serán para la ciudadanía y no para los bolsillos de los empresarios que tienen cercanía con los grupos de poder y segundo, porque la transparencia en este tipo de actividades es lo que puede evitar tragedias como la que tuvo lugar hace un año en la Ciudad de México.
Recordemos que la oposición, sin importar los colores que la representan, siempre será parte fundamental de la vida pública de nuestro país ya que ella no solo representa un contrapeso, sino que también materializa algunos de los principales valores de nuestra democracia: los disensos y los consensos.
Desagraciadamente en México, la desesperación de la oposición de llegar al poder ha tergiversado enormemente su papel y se ha convertido únicamente en la vía para ejercer una crítica hostil poco constructiva y propositiva, pero muy lucrativa mediáticamente, situación que ciertamente forma parte de los problemas de nuestro país en la misma medida que los malos gobiernos y sus malas decisiones, que debido a la falta de voluntad política, se han quedado sin esos actores capaces de enderezar proyectos.
Ciertamente hay mucho que cambiar en la vida política de nuestro país, pero para poder lograr estos cambios tan importantes, alguien debe de dar su brazo a torcer y dar el primer paso, y en el caso de la oposición, si realmente quiere cambiar su papel y su imagen, debe de aprovechar este tipo de temas, que aunque no son tan mediáticos como otros, sí tienen un gran impacto en la vida pública, pero primero, en atención a la pregunta con la que se titula esta columna, deberán preguntarse seriamente qué papel quieren jugar, uno antagónico o uno útil
JALISCO
Lemus ante el desafío histórico del SIAPA

-Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac
La política, en su versión más superficial, se ha convertido en un escenario de promesas vacías durante las campañas, donde los candidatos abordan los grandes problemas de la ciudad con discursos grandilocuentes que, una vez en el poder, se diluyen en selfies y mensajes huecos en redes sociales.
Este “empobrecimiento de la política” se refleja en la gestión del Sistema Intermunicipal de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA), organismo responsable de abastecer de agua a cerca de seis millones de habitantes en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG).
Sin embargo, lo que alguna vez fue un modelo eficiente de gestión intermunicipal ha sido desvirtuado por prácticas políticas irresponsables que lo han llevado al borde del colapso, dejando a la ciudad en una crisis hídrica que exige soluciones urgentes.
El declive del SIAPA comenzó hace años, cuando políticos voraces lo convirtieron en un botín político. Durante el gobierno de Emilio González Márquez, el organismo se transformó en una “agencia de colocaciones” para aliados del PAN. Junto con el entonces dirigente estatal del partido, González Márquez repartió gerencias y direcciones entre alcaldes y líderes políticos, priorizando lealtades sobre la competencia técnica.
Este modelo de “cuotas y cuates” se consolidó con los gobiernos posteriores, que continuaron usando al SIAPA como un espacio para colocar a allegados, sin importar su preparación. Un caso emblemático es el de la famosa publirrelacionista, quien, tras manejar relaciones públicas en el Instituto Jalisciense de Reinserción Social (INJANRESO) y firmar convenios para la venta de productos de reclusos, fue nombrada en una plaza directiva del SIAPA por decisión arbitraria de un aliado político.
Este tipo de prácticas refleja la frivolidad que ha caracterizado la gestión del organismo en las últimas décadas.
Como resultado, el SIAPA enfrenta una crisis multidimensional: administrativa, financiera y técnica. Está prácticamente en bancarrota, con un déficit estructural que lo ha dejado al borde de la quiebra.
Mientras tanto, la infraestructura hidráulica de la ZMG, con tuberías y colectores obsoletos, es incapaz de satisfacer las necesidades de una población en crecimiento. Esta situación se agrava en temporadas de lluvias, cuando las inundaciones exponen el colapso de los sistemas de drenaje, poniendo en riesgo vidas y propiedades.
La irresponsabilidad de los políticos que han manejado al SIAPA con fines clientelares ha llevado al organismo a un punto crítico, donde la inacción ya no es una opción. Este escenario ha estallado en el mandato del gobernador Pablo Lemus, quien enfrenta una bomba de tiempo heredada por décadas de negligencia.
Inicialmente, la reestructuración del SIAPA no parecía estar en su agenda prioritaria. La reciente aprobación de un aumento tarifario, impulsada con el peso político del gobierno estatal y los votos de los alcaldes metropolitanos, se llevó a cabo sin un diagnóstico claro ni un plan concreto de reingeniería. Sin embargo, el caso de la publirrelacionista, que destapó las “miserias” del organismo, junto con las crecientes quejas de la ciudadanía y actores políticos por el deficiente servicio de agua, ha obligado a Lemus a actuar.
“Estamos trabajando en una reingeniería absoluta del SIAPA, que abarca desde recursos humanos, áreas administrativas, atención al cliente, hasta la mejora en el suministro de agua potable”, afirmó el gobernador el 27 de julio de 2025.
Subrayó que, tras el incremento de tarifas, el SIAPA está obligado a mejorar: “Lo dije desde el día que se aprobaron las tarifas: el SIAPA debe dar un mejor servicio”.
Lemus ha anunciado una inversión inicial de 9,000 millones de pesos para modernizar la red hidráulica de la ZMG, un esfuerzo crucial para reemplazar tuberías y colectores obsoletos. Este proyecto requiere la colaboración de los alcaldes metropolitanos, quienes forman parte del consejo de administración del SIAPA.
El gobernador ha prometido convocar a sectores clave —técnicos, académicos, empresarios, organizaciones civiles y medios de comunicación— para presentar un plan integral que aborde no solo la gestión del organismo, sino también la infraestructura subterránea de la ciudad.
Entre las soluciones propuestas está el drenaje profundo, una medida necesaria para mitigar el caos que las lluvias provocan en una metrópoli colapsada, donde las inundaciones representan un peligro constante.
La decisión de Lemus es una de las más trascendentes en Jalisco en las últimas cuatro décadas. Rescatar al SIAPA implica no solo sanear un organismo en crisis, sino también realizar una “cirugía mayor” a las entrañas de la ciudad.
Este desafío pone a prueba la capacidad del gobernador para superar las inercias de la frivolidad política que han marcado a la entidad. Si logra ejecutar un plan transparente y efectivo, demostrará el valor de una “buena política” que priorice el bienestar colectivo sobre los intereses de grupo.
Sin embargo, el éxito dependerá de la coordinación con los municipios, la participación de la sociedad y la rendición de cuentas. La ciudadanía, cansada de promesas vacías y selfies, exige resultados concretos: un SIAPA eficiente y una ciudad que funcione, incluso en los días de temporal.
Este momento histórico puede ser un punto de inflexión para Jalisco, donde la gestión responsable del agua marque la diferencia entre el empobrecimiento de la política y un gobierno que cumpla con su mandato.
NACIONALES
El crimen de vivir con dignidad

-Opinión, por Miguel Anaya
La historia de Irma Hernández es una tragedia mexicana con todas las letras: una maestra jubilada, convertida en taxista para sobrevivir, asesinada por no pagar “cuota de plaza” a un grupo criminal. No es una historia de ficción ni un capítulo más del realismo trágico nacional: es la vida —y la muerte— de miles que hoy, en este país, caminan la delgada línea entre sobrevivir y caer en la estadística.
Irma educó a generaciones enteras. Fue pilar de una comunidad, sembradora de futuro. Pero cuando llegó su retiro, el sistema la premió con una pensión que no alcanzaba para comer, menos aún para sobrellevar una enfermedad o vivir con dignidad. Y es así como la maestra, que durante décadas trabajó para el Estado, terminó su vida buscando ingresos en un volante ajeno, en una ciudad tomada por intereses que no son los de la ley, ni del pueblo, ni de la justicia.
Detrás de esta historia hay una cadena de fracasos: primero, la precarización del trabajo y la miseria disfrazada de pensión. Jubilados que deben seguir trabajando no por gusto, sino por necesidad, son un símbolo de un país que castiga a quienes entregaron su vida al servicio público, a ser productivos. El jubilado no pide riqueza sino dignidad.
Segundo, la inseguridad que se ha vuelto paisaje. No la inseguridad abstracta de cifras y reportes vacíos, sino la concreta: la que se siente en cada esquina, la que decide quién vive y quién muere, la que cobra derecho de piso como si se tratara de una tarifa institucional.
Tercero, el monstruo de la extorsión, esa epidemia silenciosa que arruina comercios, desaparece oficios, y también se cobra vidas. Hoy es más común de pago la cuota de plaza que la del impuesto predial. Se paga por miedo, se paga por costumbre, se paga porque ya no hay autoridad que proteja a nadie que no tenga escoltas, y a veces ni con ellos ajusta.
Y finalmente, el más devastador de todos: la normalización. Hemos dejado de conmovernos. A veces, ni siquiera nos indignamos. Solo registramos el hecho, lo compartimos un par de veces, y seguimos. Como si no se tratara de una tragedia nacional, sino de una rutina ineludible.
Pero en el fondo, lo más alarmante es esto: el crimen organizado ha ocupado las funciones del Estado. Cobran impuestos —llámese derecho de piso—, brindan “seguridad” —a cambio de sumisión—, y regulan el trabajo —con amenazas y violencia. Son, de facto, autoridades paralelas. No solo porque actúan con impunidad, sino porque llenan el vacío que los gobiernos, en todos los niveles, han dejado crecer por cobardía, complicidad o simple ineptitud.
El Estado ya no manda en vastas regiones del país. No gobierna, no protege, no impone justicia. Delegó su deber en el crimen, y este lo ha asumido con eficacia perversa. Las calles ya no responden a las leyes escritas en papel, sino a las que dictan los cárteles con plomo, miedo y silencio.
Irma no fue víctima del azar. Fue víctima de un sistema fallido, de un país que castiga al que trabaja y premia al que amenaza. Su asesinato no es un hecho aislado. Es una muestra de que, en México, hay zonas donde ser honesto y valiente puede costarte la vida.
Hoy Irma es nombre propio, pero mañana puede ser cualquier otro. Porque mientras no se recupere el control del territorio, mientras el Estado no asuma su deber de proteger, mientras no haya justicia ni condiciones de vida dignas para los más vulnerables, este país seguirá siendo eso: un territorio compartido entre los que mandan sin ley… y los que mueren sin voz.
NACIONALES
Abrazos, sablazos y silencio presidencial

-Conciencia con Texto, por José Carlos Legaspi Íñiguez
Diría el que dijo que las banalidades, intrascendencias y trivialidades “le vienen como anillo al dedo” al horno en que se queman a diario las figuras y figurines de la 4ª transformación.
Poco a poco se agota la estrategia gubernamental de minimizar hasta el punto de la desvergüenza los hechos en los que se muestran claramente las ligas, asociaciones y nexos con las actividades del crimen organizado (sector privado) de connotados miembros del partido en el poder.
No es gratuito ni creíble que una presidente de la república dedique un buen de su tiempo en la maña…nera a la futilidad surgida por las declaraciones del “Chicharito” Hernández y eluda hablar de casos que estremecen por la crueldad, la saña y la impunidad con que actúan a plena luz del gobierno los sicarios, narcos, huachicoleros y no pocos legisladores así como de las acusaciones y señalamientos en contra de funcionarios sobre su participación o complicidad en delitos que ejecutan los “ejércitos y gerentes” de las diferentes “empresas” delincuenciales.
Se desconoce a ciencia cierta si estas noticias que muestran el lado oscuro de MORENA han salido a la luz “gracias” a la información que los capos sinaloenses presos en Estados Unidos de Norteamérica han proporcionado a la opinión pública, porque son los diarios, la televisión, la radio y las redes sociales donde se han ventilado esos bochornosos casos que muestran a “altas personalidades” implicadas en las ilícitas e ilegales actividades atribuidas a los cárteles del crimen organizado (sector privado).
Las declaraciones del Chicharito sobre la masculinidad y las féminas; los chismes de la farándula y las giras promocionales de los gobernantes, llenas de incienso auto promovido, ya no les alcanzan para desviar la atención del problema principal que vive México: la implicación de buen número de funcionarios y militantes de MORENA en las actividades que se catalogan como del Crimen Organizado.
Este contubernio entre delincuentes y políticos no es exclusivo ni de ahora. Viene de hace muchos sexenios. Lo que admira es que los actuales gobernantes llegaron al poder merced a su discurso acusatorio a los “emisarios del pasado” y aseguraron que “todo cambiaría” por el sólo hecho de llegar su partido al poder. Se está viendo que el dicho aquel de “quítate tú para ponerme yo” es lo que realmente ocurrió.
La gente puede ser engañada algunas veces, pero no por siempre.
Los “gringoleaks” irán destapando la cloaca que hace decenas de años se inició entre los narcotraficantes y la gente del poder (políticos, pero también empresarios).
Si los norteamericanos han encendido la mecha para que estalle esta carga de dinamita política es porque existe el material explosivo. ¿Hasta cuándo se dejará de proteger a los implicados en los escándalos, ya por ser parte de las actividades, por “disimulo” o por ser beneficiarios de las muy jugosas ganancias de ese dinero mal habido?
Es así como se ha revelado que los huachicoleros no son solamente perforadores de ductos para “ordeñarlos”. Existe una red de huachicoleo que maneja cantidades industriales de petróleo y sus derivados, con refinerías y redes de distribución y exportación a EEUU, incluidas. Pemex está quebrada; se pretende “inyectarle” miles de millones de pesos para que no sucumba financieramente.
Mientras el gobierno federal busca dinero para resucitar al cadáver de Pemex, los huachicoleros, los peones, alfiles y reyes de esta actividad ilícita, obtienen ganancias exorbitantes que bien podrían refaccionar a la paraestatal sin necesidad de deuda pública. Si hubiera una verdadera acción para arrancar de las negras manos el negro líquido, “blanqueado” por los criminales que lo usufructúan.
Ahí no para el asunto. ¿Si se logra rescatar a Pemex para quién será el beneficio? ¿Para la nación o para quienes se han apoderado de la empresa ahogándola en deudas, ineficiencias y piraterías desde dentro y por afuera?
La punta del iceberg asoma apenas. Si hay “voluntad política” y la misión de sanear al país de tan grave y grande corrupción se terminará la política aquella de “abrazos y sablazos” que no combatió a la ilegalidad lo ilícito y, en cambio, prohijó casos como el de Pemex, Segalmex, Tren Maya, trata de personas, impunidad a los facinerosos en las extorsiones, secuestros, tráfico de drogas, delitos varios y el enriquecimiento muy explicable de los jeques y sultanas de esta nueva ola de políticos que ejercen el poder sin recato, sin escrúpulos y sin moderación.
Ojalá la presidente no desperdicie la oportunidad de oro de establecer su impronta al gobernar y comience a mandar de acuerdo con su leal saber y entender que, se espera, sea para bien de todos los mexicanos.
El humor de los mexicanos es incorregible. Que al gritarle “¡no estás solo!” a Adán Augusto López en realidad las huestes morenísticas aludían a que también están en el ajo, otros miembros del partido acusados de varios delitos, incluso de violación y que la han “librado” porque como dijo Juárez: “Al enemigo, justicia y gracia; al amigo…sólo gracia”.