ENTREVISTAS
CAABSA, una vez más, impone su ley en la ZMG, presentan solución a tres años para Matatlán

Por Mario Ávila //
La solución encontrada por el gobierno del Estado y los ayuntamientos metropolitanos, de resolver momentáneamente con 200 millones de pesos el problema de la basura, solo es una muestra de que la empresa CAABSA Eagle, como desde hace más de tres décadas, sigue imponiendo su ley, sigue doblegando y controlando a las autoridades y sigue vigente un modelo de negocio en el que se produzca basura, se recolecte y se entierre la basura, en donde ellos son los que salen ganando.
Ello, en opinión del maestro, Gerardo Bernache Pérez, especialista en residuos del CIESAS, quien asegura que ampliar la capacidad de la planta de transferencia en Matatlán y construir nuevas celdas de confinamiento en Picachos, solo es más de lo mismo porque entre más basura se genere, más gana CAABSA, ya que se les paga por tonelada recolectada.
“CAABSA es quien impone las condiciones en realidad, no son los ayuntamientos ni el gobierno del estado y mientras sigan con este modelo de negocios no vamos a ningún lado, y por eso lo están manteniendo, no porque no sepan o porque no haya estudios o propuestas para aprovechar los residuos en Guadalajara, sino simplemente porque hay un poder económico ligado a altos funcionarios públicos que impone las reglas de su negocio”, dijo enfático el experto en temas ambientales.
Incluso aseguró que no se trata de “patear el bote” de aquí el 2024 cuando arranque un nuevo sexenio, “y te digo, no necesariamente es sexenal el tema, es decir no importa tanto llegar de aquí al 2024, porque las concesiones que le dan a CAABSA son de 20 años con los gobiernos municipales, es decir tenemos CAABSA para rato”.
Pablo Lemus, alcalde de Guadalajara, informó que se invertirán 200 millones de pesos en él. Así lo confirmó tras presentar propuestas a corto y mediano plazo, mismas que fueron avaladas por el gobernador, para aminorar la crisis de la basura en la Zona Metropolitana de Guadalajara. Además, señaló que el recién cerrado vertedero de Matatlán en Tonalá, no terminará sus operaciones por completo, ya que no recibirá más desechos, pero sí permitirá transferirlos, lo que también se convertirá en una opción de trabajo para los pepenadores. Por otra parte, señaló que ya tienen una propuesta a largo plazo que sería un mega vertedero metropolitano, y que los alcaldes han manifestado que es la opción más conveniente para resolver el problema de la basura en la metrópoli.
Sobre esta solución momentánea, Bernache Pérez, expuso: “A final de cuentas vamos a seguir con la misma lógica, tirando basura y enterrando basura, sin un programa serio para el aprovechamiento de los residuos. Así es que vamos a seguir recibiendo en Tonalá 2 o 3 mil toneladas diarias, aunque aumenten mucho los costos para Caabsa y los municipios a los que la empresa les da el servicio como Guadalajara, Tonalá, El Salto, Tlajomulco y parte de Juanacatlán.
“Esto es finalmente un parche que deriva en la mala previsión y la falta de planeación estratégica para el manejo de los residuos, simplemente enterrándolos. Es decir, no había un plan cuando se cerró Los Laureles en el año pasado y siguen improvisando, en parte porque CAABSA es quien les marca el ritmo a muchos de los funcionarios desde las mas altas esferas del gobierno del estado y ahí está el punto, si van a estar haciendo lo que a CAABSA le venga en gana, sortearán el problema de momento, pero les aumentarán los costos de manera considerable”, planteó.
LLAMADO A TOMAR CON SERIEDAD EL PROGRAMA “REDUCE” DE SEMADET
Mientras tanto, el problema ambiental generado por la basura, seguirá vigente en el municipio de Tonalá y sobre ello hace una reflexión el maestro Gerardo Bernache: “Sí, CAABSA tuvo en su lugar como concesionaria y lo tuvo en comodato; una vez que lo terminó de usar simplemente se lo regresó a Guadalajara y lo abandonó, en el sentido de que no hubo un plan de cierre y regeneración del sitio que CAABSA no hizo y lo debió haber hecho, porque ganó mucho dinero por la concesión que tenía y del comodato y ahora ha tirado basura de manera irregular ahí en Matatlán y se quiere seguir en el mismo camino”.
Tenemos un problema grave de basura -dijo, pero las soluciones reales, sustentables y a largo plazo, todavía no están sobre la mesa. Al menos, se debería de tomar un poco más con seriedad el programa “Reduce”, planteado por la Semadet, pero parece que los que manejan aquí las cuestiones, son otros funcionarios que no siempre tienen el mejor conocimiento de lo que se tiene que hacer.
Reduce -abundó-, habla ampliamente de la conveniencia de elaborar un plan de separación de residuos, para después poderlos aprovechar mediante la construcción de un Centro de Economía Circular, algo que de manera un poco chapucera se quiso hacer el año pasado en Tala. Y digo chapucera porque realmente no se estaba planteando un Centro de Economía Circular, se estaba planeando otro tiradero más de CAABSA.
En Reduce -recalcó-, sí están planteados y estudiados los diferentes tipos de plantas biológicas, mecánicas, para terminar bien con la separación de residuos y empezar con el aprovechamiento. El programa Reduce incide a minimizar el monto de basura que va a ser enterrada, por eso el primer paso es separar y ahorita no estamos separando ni siquiera el 10% de la basura que generamos y ese 10% lo separan los pepenadores y ahorita que están siendo desplazados se va a reducir incluso el monto de la separación.
El investigador del CIESAS, Gerardo Bernache, alertó que Tlajomulco también está haciendo mal uso de la basura, con un tiradero a cielo abierto. “Se cuenta con la planta de transferencia que se llama la Cajilota, que antes era eso, una planta de transferencia, pero a partir de que se cerró Los Laureles, se convirtió en los hechos en un vertedero irregular, en un tiradero a cielo abierto, porque no tiene ninguna regulación ni cumple con ningún criterio de las normas ambientales”, denunció.
Finalmente planteó que se deberían construir más espacios como las plantas de transferencia de Lázaro Cárdenas y 18 de Marzo, “Debería de haber más, en una ciudad como Guadalajara debería haber unas 8 o 10 plantas de transferencia como esa, porque transportar la basura en los camiones que se recolecta en la rutas domiciliarias, es mucho más caro todavía porque son camiones pesados, son camiones que gastan mucha gasolina y traen tres personas arriba; eso a diferencia de la basura que sale de una planta de transferencia, en una góndola, en una caja de tráiler, con motor a diesel, con un solo operador y cargando lo que es el equivalente a seis camiones domiciliarios, por ello se reducen muchísimo los costos para llevar la basura hasta el sitio de su disposición final. Está esa, está la de Periférico en Las Pintas que utiliza Tlaquepaque para mandar los residuos a un lado de Picachos, la Cajilota y Matatlán, pero debería de haber muchas más”, sentenció.