Connect with us

OPINIÓN

Se reúnen jefes militares de Rusia y Pentágono: Por interés propio EEUU le abre la llave a Cuba y Venezuela

Publicado

el

Economía Global, por Alberto Gómez-R. //

No cabe duda que es una época de grandes cambios en todos los ámbitos, y esto genera paralelamente una incertidumbre generalizada, probablemente no vivida desde la Segunda Guerra Mundial, cuando se movieron las piezas del tablero geopolítico y económico global y marcaron el dinámico ascenso de la hegemonía anglosajona.

Ahora el peso de los acontecimientos –algunos generados con específicos propósitos de dominación, y otros como reacción a estos- apuntan a regionalizaciones geopolíticas, fraccionándose de manera multipolar lo que fue la globalización, que se encuentra agónica ante los nulos resultados en cuanto a equidad de desarrollo y riqueza se refiere; la igualdad de oportunidades entre naciones y sociedades fue la bandera con que la idea globalizadora se vendió alrededor del mundo pero que, al final del camino, los resultados son absolutamente lo opuesto: los ricos son ahora más ricos y el número de pobres creció como nunca antes en la historia de la humanidad.

Las sanciones (bloqueos) económicos –y políticos- impuestos por Estados Unidos a quienes no se alinean a sus intereses imperialistas, han hecho un grave daño a países como: Venezuela, Cuba, Irán, Corea del Norte, Irak, Zimbabue, Bielorrusia, Siria, República Democrática del Congo, Sudán, Somalia, Libia, Costa de Marfil, Líbano, Yemen, y ahora Rusia –entre otras-; no obstante de ello, han logrado salir adelante e incluso provocando daños colaterales al propio EE.UU. que van desde el descrédito y desconfianza internacionales, hasta el socavo de su enorme economía.

Las más recientes sanciones impuestas a la Federación Rusa a raíz de la intervención armada en Ucrania, han puesto de rodillas a los países europeos y de otras regiones occidentales dependientes de las importaciones de materias primas rusas, incluidos los hidrocarburos, gas natural, granos (trigo, maíz) y fosfatos para fertilizantes agrícolas, que han provocado un alarmante aumento de precios de productos y servicios, y el incremento de la inflación.

El mismo EE.UU. ha tenido que recular en su discurso, por propio interés. Buscando incluso el acercamiento con las naciones a las que ha calificado reiteradamente como “enemigas de la democracia”.

Los jefes del Estado Mayor de Estados Unidos y Rusia hablaron este jueves (19/05/2022) por teléfono, en su primera conversación directa desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania, anunció el Pentágono. Poco después, un escueto comunicado del Ministerio de Defensa ruso confirmó la conversación, donde «abordaron temas de interés mutuo, incluida la situación en Ucrania».

Mark Milley y Valeri Guerasimov, generales en jefe de Estados Unidos y Rusia, respectivamente, «hablaron sobre varios temas preocupantes en materia de seguridad», precisó el portavoz del Estado Mayor Conjunto norteamericano, coronel Dave Butler. Ambas partes acordaron no divulgar mayores detalles del contenido de su conversación.

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, y el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, sostuvieron sus primeras conversaciones desde que comenzó la guerra el pasado 13 de mayo, y en la ocasión el representante del presidente demócrata Joe Biden instó a Moscú a implementar un «alto el fuego inmediato».

A pesar de este aparente acercamiento, un portavoz del Pentágono señaló más tarde que la llamada «no resolvió específicamente ningún problema grave ni condujo a un cambio directo en lo que los rusos están haciendo o diciendo» en torno al conflicto con Ucrania. La conversación se produce en momentos que Washington está intensificando su apoyo a Ucrania con fondos y armamento bélico. (AFP, EFE)

La aprobación de la solicitud del presidente estadounidense Joe Biden al Congreso, por $40 mil millones de dólares más para Ucrania, marcará los resultados electorales de las próximas elecciones intermedias, así como probablemente las presidenciales, en las que los republicanos recuperarán fácilmente el terreno perdido ya que el estadounidense promedio no está de acuerdo en regalar más dinero a los rebeldes ucranianos, con la situación socioeconómica interna a punto de implosionar.

El incremento en la producción de petróleo y refinados de Estados Unidos para suplir las importaciones rusas, tanto para consumo interno como para exportar a los países europeos, debilitará su posición como poseedor de reservas del hidrocarburo, en el contexto actual en el que se enfatiza la importancia estratégica de los energéticos ya que, lo admitan o no los ambientalistas, los combustibles fósiles seguirán marcando la pauta energética por un buen número de años aún. Las evidencias están a la vista.

El gobierno de Estados Unidos anunció este martes que relajará algunas de las sanciones impuestas contra los gobernantes e instituciones estatales de Venezuela.

El gobierno de Joe Biden autorizará a la compañía petrolera estadounidense Chevron iniciar negociaciones con la estatal venezolana PDVSA, informó en una llamada con periodistas un alto funcionario de EE.UU. que pidió el anonimato.

«El Tesoro, con la ayuda del Departamento de Estado, emitió una licencia limitada que autoriza a Chevron negociar los términos de las posibles actividades futuras en Venezuela. No permite la celebración de ningún acuerdo con PDVSA ni ninguna otra actividad que involucre a PDVSA o al sector petrolero de Venezuela», dijo el funcionario.

Chevron es la única petrolera de EE.UU. que mantiene presencia en Venezuela, país con las mayores reservas de crudo del mundo.

«Venezuela aspira a que estas decisiones de los Estados Unidos de América inicien el camino para el levantamiento absoluto de las sanciones ilícitas que afectan a todo nuestro pueblo», escribió en Twitter la vicepresidenta Delcy Rodríguez.

EE.UU. necesita del petróleo venezolano para su consumo interno en primer lugar, además de los grandes volúmenes de petrolíferos refinados que exporta a otras partes del mundo.

Al tiempo que suaviza ese embargo –al menos en lo que a hidrocarburos se refiere- también lo hace con Cuba.

Estados Unidos autorizó por primera vez en seis décadas una inversión en un negocio privado en Cuba, emprendida por John Kavulich, quien contó a la agencia Efe que lleva casi un año en contacto con «funcionarios de la Administración de Joe Biden», congresistas y senadores que supuestamente han ayudado a llevar a buen término esta operación.

Kavulich, presidente del Consejo Económico y Comercial Estados Unidos-Cuba, no da muchos detalles sobre la inversión «de hasta 25.000 dólares», ni tampoco da el nombre del negocio cubano, pues prefiere esperar a que Cuba dé el visto bueno. Solo adelantó que ese negocio no está relacionado con el Gobierno de Miguel Díaz-Canel, que tiene más de 5 años en el sector servicios y que presenta un crecimiento continuo.

El empresario no quiere dar nombres de quiénes han sido sus interlocutores en la administración Biden: «(Fueron) funcionarios de la administración de Biden-Harris, incluidos el Departamento de Estado, el Departamento del Tesoro, el Departamento de Comercio, el Departamento de Defensa, el Departamento de Justicia en todos los ámbitos, así como con las dos cámaras del Congreso», cuenta Kavulich.

Hasta ahora, el embargo de Estados Unidos a Cuba, vigente desde 1960, impedía este tipo de inversiones y, según Kavulich, es la primera vez que se aprueba este tipo de licencias desde que entró en vigor el boicot. (swissinfo.ch)

A partir de estas acciones del gobierno de Biden, es altamente probable que otros países sigan la línea de no continuar con las sanciones impuestas a Rusia a sabiendas que su expuesta dependencia energética y alimentaria tiene mucho más peso que la obediencia a quien otrora fuera la potencia hegemónica mundial.

Continuar Leyendo
Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Copyright © 2020 Conciencia Pública // Este sitio web utiliza cookies para personalizar el contenido y los anuncios, para proporcionar funciones de redes sociales y para analizar nuestro tráfico. También compartimos información sobre el uso que usted hace de nuestro sitio con nuestros socios de redes sociales, publicidad y análisis, que pueden combinarla con otra información que usted les haya proporcionado o que hayan recopilado de su uso de sus servicios. Usted acepta nuestras cookies si continúa utilizando nuestro sitio web.