OPINIÓN
El enterrador del PRI: La atolondrada propuesta de «Alito» Moreno

Opinión, por Pedro Vargas Ávalos //
Decía el bien recordado Abraham Lincoln, que “Hay momentos en la vida de todo político en que lo mejor que puede hacer es no despegar los labios”.
Esta idea se puede aplicar a muchos de nuestros funcionarios públicos y dirigentes de partidos, como es el caso del inefable Alejandro Moreno “Alito”, macizo candidato al título de “sepulturero del priismo”, papel en que algunos correligionarios lo secundan, con visiones de plano aventuradas, como el suspirante Enrique de la Madrid, quien, para lograr simpatías en su destemplado afán de ser presidenciable, ofrece cerrar el aeropuerto Felipe Ángeles.
O el estrambótico diputado panista, Gabriel Quadri, quien, aspirando a la máxima postulación, afirmó que, si México no tuviese la carga de varios Estados del sureste, sería una potencia emergente, sandez a la que añadió otra recientemente, al vomitar la balandronada de que, si fuese presidente, al tren maya lo haría una ciclovía, un camino de bicicletas. (El Financiero, 12 ene-2019 y Poder Político, 1-VII-2022).
Volviendo al enterrador del partido tricolor, los audios que una semana si y otra también difunde Layda Sansores, gobernadora de Campeche, sobre ese antecesor de ella, lo revelan como un tipo vulgar, embustero, trampista y por donde se le vea, sumamente censurable. Al respecto escriben -el 19 de junio reciente- en el programa Los Periodistas, Álvaro Delgado y Alejandro Páez: “Los audios de “Alito” podrían ser un manual de lavado de dinero”.
Reflexionando sobre lo antedicho, uno se pregunta cómo sujeto de tal calaña pudo ser ejecutivo de una Entidad Federativa, y aún peor, llegar a la presidencia de un partido político nacional.
Pero no anda lejos de ese “rara avis” de la política, su ahora asociado Marko Cortés Mendoza, el michoacano que dirige al Partido de Acción Nacional (PAN) y que paso tras paso, también lleva de picada a los blanquiazules. Marquititito (y Alititito) tanto el año pasado como este 2022, ante las patéticas derrotas electorales que sufrieron, resulta que festejaron rumbosamente lo que -contrario a la realidad- sostuvieron eran sus “triunfos y logros”. La analista Rosa Elena González, escribió: “el dirigente de los panistas a nivel nacional jamás se ha caracterizado por su honestidad, pero sí por su falta de oficio político e inmadurez”. (diario La Verdad de Tamaulipas, 4-XI-021).
Ambos personajes -como es del dominio público- se han unido en nebulosa alianza, tanto electoral como legislativa, y su más reciente “fruto” fue la “moratoria constitucional”, es decir, el acuerdo de no aprobar reformas a la Constitución en lo que resta del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, actitud que cual botón de muestra, el senador panista Damián Zepeda, calificó como absurda.
Un tercer individuo coaligado a los anteriores es Jesús Zambrano, uno de los Chuchos (el otro es Jesús Ortega, tan tornadizo uno como el otro, o sea, tal para cual). Dirige los restos insepultos del PRD, y a pesar de sus magros resultados electorales y la evidente débil posición que posee (por ello al borde de la desaparición), en días pasados aseguró que su institución “será factor indispensable para que en 2024 se le gane a MORENA el gobierno de la república” (¡¡!!). Eso porque el perredismo, según él, “se encuentra fuerte, sólido y en pie de lucha”. ¿¿?? (Milenio TV, mayo 7-2022). No en balde, la revista Proceso desde hace tiempo, denominó a esa organización como “la izquierda perdida” (dic.19-2016).
Pero el colmo de actitud, fue la propuesta que hiciera Alejandro Moreno Cárdenas, el guía del CEN priista, la semana pasada: modificar la Ley Federal de Armas de Fuego a efecto de que a las familias mexicanas se les facilite el acceso para poseer armas de mayor calibre, a efecto de que puedan defender su casa, negocio y su propia vida ante el crimen. Y sobre tal proposición, asobronó otra: impulsar una legislación para que los integrantes de las Fuerzas Armadas, la Guardia Nacional y la Marina puedan llevar sus armas de cargo a sus casas, para defenderse y hacer frente a la delincuencia organizada. (Aristegui, noticias, 28-VI-022).
El ácido periodista Carlos Marín, con motivo de la proposición del diputado Moreno Cárdenas, expresó el día 29 del mes pasado: “Alito se clavó un clavito…pero en el cerebelo”. Luego reconvino al legislador priísta, señalándole que no es hacer una ley, sino enviar una iniciativa, lo que debió haber dicho, para acto seguido calificar de verdadera “estupidez” su idea, la cual de hacerse realidad, lo único que lograría sería hacer del país un “aquelarre de pólvora”.
Y en cuanto a los militares y la opción de llevar las armas a su cargo, en días franco, a su hogar, solo lo prevé para los jefes, eliminando a soldados y desde luego, a los policías estatales y municipales. No cabe duda dice el citado periodista: es una propuesta demencial, delirante, o sea, “una palada más en la tumba política de este pobre hombre”. (José Cárdenas Informa, 29-Jun-2022).
El periodista Ernesto Ledezma, director del medio Rompeviento, dijo en el canal de La Octava sobre ese tema: es la pérdida del sentido común, de la brújula, por parte del dirigente del PRI, para regocijo de MORENA, y por otro lado, preocupación de los miembros de Va Por México, quienes difícilmente apoyarán a su coaligado. Por lo pronto el coordinador perredista en la Cámara de Diputados, Luis Espinoza Cházaro, atinó a declarar: “Yo no creo que armar a la gente sea la solución. Los países que tienen más armas tienen mayor número de homicidios, porque no necesariamente las armas se utilizan para enfrentar a la delincuencia” (El Financiero, 29-jun-022).
Incluso, un notable tricolor, el senador Miguel Osorio Chong, manifestó que «es una barbaridad su propuesta sobre las armas”, con lo cual lo único que logra Alito, es arrastrar al instituto, y por ello debe dejar de ser su presidente, pues “no puede lastimar a un partido tan grande». (MVS noticias, 29-06-022). En parecido sentir, se manifestó la expresidenta priísta Dulce María Sauri: “proponer eso, -lo de las armas- no tiene ningún sentido, en ningún lado, pero menos en el PRI”; luego, agregó tajante: “Si yo estuviera en lugar de Alejandro Moreno, yo me separaba de la dirigencia”. (Los periodistas, 30-VI-022).
Otro opinante sobre tan controvertida propuesta, fue el senador independiente Emilio Álvarez Icaza, para quien esa idea de Alito es profundamente peligrosa, una insensatez, una disparatada, en conclusión, una sandez. Es decir, un hecho torpe, necio o como define la Real Academia Española: Despropósito, simpleza, necedad. (El Sur, 29-06-022).
Incluso el primer mandatario de la nación, en su mañanera del 29 y a pregunta sobre esa moción desconcertante, en vez de opinar, solo exclamó: “ahí se los dejo de tarea a la gente”. Y precisamente eso es lo que debemos hacer todos: dejar que la gente forme su propia convicción, y tras valorarla, ella sea quien determine sobre tales proposiciones atolondradas y los vergonzosos políticos que las vociferan.
JALISCO
Lemus ante el desafío histórico del SIAPA

-Los Juegos del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac
La política, en su versión más superficial, se ha convertido en un escenario de promesas vacías durante las campañas, donde los candidatos abordan los grandes problemas de la ciudad con discursos grandilocuentes que, una vez en el poder, se diluyen en selfies y mensajes huecos en redes sociales.
Este “empobrecimiento de la política” se refleja en la gestión del Sistema Intermunicipal de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA), organismo responsable de abastecer de agua a cerca de seis millones de habitantes en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG).
Sin embargo, lo que alguna vez fue un modelo eficiente de gestión intermunicipal ha sido desvirtuado por prácticas políticas irresponsables que lo han llevado al borde del colapso, dejando a la ciudad en una crisis hídrica que exige soluciones urgentes.
El declive del SIAPA comenzó hace años, cuando políticos voraces lo convirtieron en un botín político. Durante el gobierno de Emilio González Márquez, el organismo se transformó en una “agencia de colocaciones” para aliados del PAN. Junto con el entonces dirigente estatal del partido, González Márquez repartió gerencias y direcciones entre alcaldes y líderes políticos, priorizando lealtades sobre la competencia técnica.
Este modelo de “cuotas y cuates” se consolidó con los gobiernos posteriores, que continuaron usando al SIAPA como un espacio para colocar a allegados, sin importar su preparación. Un caso emblemático es el de la famosa publirrelacionista, quien, tras manejar relaciones públicas en el Instituto Jalisciense de Reinserción Social (INJANRESO) y firmar convenios para la venta de productos de reclusos, fue nombrada en una plaza directiva del SIAPA por decisión arbitraria de un aliado político.
Este tipo de prácticas refleja la frivolidad que ha caracterizado la gestión del organismo en las últimas décadas.
Como resultado, el SIAPA enfrenta una crisis multidimensional: administrativa, financiera y técnica. Está prácticamente en bancarrota, con un déficit estructural que lo ha dejado al borde de la quiebra.
Mientras tanto, la infraestructura hidráulica de la ZMG, con tuberías y colectores obsoletos, es incapaz de satisfacer las necesidades de una población en crecimiento. Esta situación se agrava en temporadas de lluvias, cuando las inundaciones exponen el colapso de los sistemas de drenaje, poniendo en riesgo vidas y propiedades.
La irresponsabilidad de los políticos que han manejado al SIAPA con fines clientelares ha llevado al organismo a un punto crítico, donde la inacción ya no es una opción. Este escenario ha estallado en el mandato del gobernador Pablo Lemus, quien enfrenta una bomba de tiempo heredada por décadas de negligencia.
Inicialmente, la reestructuración del SIAPA no parecía estar en su agenda prioritaria. La reciente aprobación de un aumento tarifario, impulsada con el peso político del gobierno estatal y los votos de los alcaldes metropolitanos, se llevó a cabo sin un diagnóstico claro ni un plan concreto de reingeniería. Sin embargo, el caso de la publirrelacionista, que destapó las “miserias” del organismo, junto con las crecientes quejas de la ciudadanía y actores políticos por el deficiente servicio de agua, ha obligado a Lemus a actuar.
“Estamos trabajando en una reingeniería absoluta del SIAPA, que abarca desde recursos humanos, áreas administrativas, atención al cliente, hasta la mejora en el suministro de agua potable”, afirmó el gobernador el 27 de julio de 2025.
Subrayó que, tras el incremento de tarifas, el SIAPA está obligado a mejorar: “Lo dije desde el día que se aprobaron las tarifas: el SIAPA debe dar un mejor servicio”.
Lemus ha anunciado una inversión inicial de 9,000 millones de pesos para modernizar la red hidráulica de la ZMG, un esfuerzo crucial para reemplazar tuberías y colectores obsoletos. Este proyecto requiere la colaboración de los alcaldes metropolitanos, quienes forman parte del consejo de administración del SIAPA.
El gobernador ha prometido convocar a sectores clave —técnicos, académicos, empresarios, organizaciones civiles y medios de comunicación— para presentar un plan integral que aborde no solo la gestión del organismo, sino también la infraestructura subterránea de la ciudad.
Entre las soluciones propuestas está el drenaje profundo, una medida necesaria para mitigar el caos que las lluvias provocan en una metrópoli colapsada, donde las inundaciones representan un peligro constante.
La decisión de Lemus es una de las más trascendentes en Jalisco en las últimas cuatro décadas. Rescatar al SIAPA implica no solo sanear un organismo en crisis, sino también realizar una “cirugía mayor” a las entrañas de la ciudad.
Este desafío pone a prueba la capacidad del gobernador para superar las inercias de la frivolidad política que han marcado a la entidad. Si logra ejecutar un plan transparente y efectivo, demostrará el valor de una “buena política” que priorice el bienestar colectivo sobre los intereses de grupo.
Sin embargo, el éxito dependerá de la coordinación con los municipios, la participación de la sociedad y la rendición de cuentas. La ciudadanía, cansada de promesas vacías y selfies, exige resultados concretos: un SIAPA eficiente y una ciudad que funcione, incluso en los días de temporal.
Este momento histórico puede ser un punto de inflexión para Jalisco, donde la gestión responsable del agua marque la diferencia entre el empobrecimiento de la política y un gobierno que cumpla con su mandato.
NACIONALES
El crimen de vivir con dignidad

-Opinión, por Miguel Anaya
La historia de Irma Hernández es una tragedia mexicana con todas las letras: una maestra jubilada, convertida en taxista para sobrevivir, asesinada por no pagar “cuota de plaza” a un grupo criminal. No es una historia de ficción ni un capítulo más del realismo trágico nacional: es la vida —y la muerte— de miles que hoy, en este país, caminan la delgada línea entre sobrevivir y caer en la estadística.
Irma educó a generaciones enteras. Fue pilar de una comunidad, sembradora de futuro. Pero cuando llegó su retiro, el sistema la premió con una pensión que no alcanzaba para comer, menos aún para sobrellevar una enfermedad o vivir con dignidad. Y es así como la maestra, que durante décadas trabajó para el Estado, terminó su vida buscando ingresos en un volante ajeno, en una ciudad tomada por intereses que no son los de la ley, ni del pueblo, ni de la justicia.
Detrás de esta historia hay una cadena de fracasos: primero, la precarización del trabajo y la miseria disfrazada de pensión. Jubilados que deben seguir trabajando no por gusto, sino por necesidad, son un símbolo de un país que castiga a quienes entregaron su vida al servicio público, a ser productivos. El jubilado no pide riqueza sino dignidad.
Segundo, la inseguridad que se ha vuelto paisaje. No la inseguridad abstracta de cifras y reportes vacíos, sino la concreta: la que se siente en cada esquina, la que decide quién vive y quién muere, la que cobra derecho de piso como si se tratara de una tarifa institucional.
Tercero, el monstruo de la extorsión, esa epidemia silenciosa que arruina comercios, desaparece oficios, y también se cobra vidas. Hoy es más común de pago la cuota de plaza que la del impuesto predial. Se paga por miedo, se paga por costumbre, se paga porque ya no hay autoridad que proteja a nadie que no tenga escoltas, y a veces ni con ellos ajusta.
Y finalmente, el más devastador de todos: la normalización. Hemos dejado de conmovernos. A veces, ni siquiera nos indignamos. Solo registramos el hecho, lo compartimos un par de veces, y seguimos. Como si no se tratara de una tragedia nacional, sino de una rutina ineludible.
Pero en el fondo, lo más alarmante es esto: el crimen organizado ha ocupado las funciones del Estado. Cobran impuestos —llámese derecho de piso—, brindan “seguridad” —a cambio de sumisión—, y regulan el trabajo —con amenazas y violencia. Son, de facto, autoridades paralelas. No solo porque actúan con impunidad, sino porque llenan el vacío que los gobiernos, en todos los niveles, han dejado crecer por cobardía, complicidad o simple ineptitud.
El Estado ya no manda en vastas regiones del país. No gobierna, no protege, no impone justicia. Delegó su deber en el crimen, y este lo ha asumido con eficacia perversa. Las calles ya no responden a las leyes escritas en papel, sino a las que dictan los cárteles con plomo, miedo y silencio.
Irma no fue víctima del azar. Fue víctima de un sistema fallido, de un país que castiga al que trabaja y premia al que amenaza. Su asesinato no es un hecho aislado. Es una muestra de que, en México, hay zonas donde ser honesto y valiente puede costarte la vida.
Hoy Irma es nombre propio, pero mañana puede ser cualquier otro. Porque mientras no se recupere el control del territorio, mientras el Estado no asuma su deber de proteger, mientras no haya justicia ni condiciones de vida dignas para los más vulnerables, este país seguirá siendo eso: un territorio compartido entre los que mandan sin ley… y los que mueren sin voz.
NACIONALES
Abrazos, sablazos y silencio presidencial

-Conciencia con Texto, por José Carlos Legaspi Íñiguez
Diría el que dijo que las banalidades, intrascendencias y trivialidades “le vienen como anillo al dedo” al horno en que se queman a diario las figuras y figurines de la 4ª transformación.
Poco a poco se agota la estrategia gubernamental de minimizar hasta el punto de la desvergüenza los hechos en los que se muestran claramente las ligas, asociaciones y nexos con las actividades del crimen organizado (sector privado) de connotados miembros del partido en el poder.
No es gratuito ni creíble que una presidente de la república dedique un buen de su tiempo en la maña…nera a la futilidad surgida por las declaraciones del “Chicharito” Hernández y eluda hablar de casos que estremecen por la crueldad, la saña y la impunidad con que actúan a plena luz del gobierno los sicarios, narcos, huachicoleros y no pocos legisladores así como de las acusaciones y señalamientos en contra de funcionarios sobre su participación o complicidad en delitos que ejecutan los “ejércitos y gerentes” de las diferentes “empresas” delincuenciales.
Se desconoce a ciencia cierta si estas noticias que muestran el lado oscuro de MORENA han salido a la luz “gracias” a la información que los capos sinaloenses presos en Estados Unidos de Norteamérica han proporcionado a la opinión pública, porque son los diarios, la televisión, la radio y las redes sociales donde se han ventilado esos bochornosos casos que muestran a “altas personalidades” implicadas en las ilícitas e ilegales actividades atribuidas a los cárteles del crimen organizado (sector privado).
Las declaraciones del Chicharito sobre la masculinidad y las féminas; los chismes de la farándula y las giras promocionales de los gobernantes, llenas de incienso auto promovido, ya no les alcanzan para desviar la atención del problema principal que vive México: la implicación de buen número de funcionarios y militantes de MORENA en las actividades que se catalogan como del Crimen Organizado.
Este contubernio entre delincuentes y políticos no es exclusivo ni de ahora. Viene de hace muchos sexenios. Lo que admira es que los actuales gobernantes llegaron al poder merced a su discurso acusatorio a los “emisarios del pasado” y aseguraron que “todo cambiaría” por el sólo hecho de llegar su partido al poder. Se está viendo que el dicho aquel de “quítate tú para ponerme yo” es lo que realmente ocurrió.
La gente puede ser engañada algunas veces, pero no por siempre.
Los “gringoleaks” irán destapando la cloaca que hace decenas de años se inició entre los narcotraficantes y la gente del poder (políticos, pero también empresarios).
Si los norteamericanos han encendido la mecha para que estalle esta carga de dinamita política es porque existe el material explosivo. ¿Hasta cuándo se dejará de proteger a los implicados en los escándalos, ya por ser parte de las actividades, por “disimulo” o por ser beneficiarios de las muy jugosas ganancias de ese dinero mal habido?
Es así como se ha revelado que los huachicoleros no son solamente perforadores de ductos para “ordeñarlos”. Existe una red de huachicoleo que maneja cantidades industriales de petróleo y sus derivados, con refinerías y redes de distribución y exportación a EEUU, incluidas. Pemex está quebrada; se pretende “inyectarle” miles de millones de pesos para que no sucumba financieramente.
Mientras el gobierno federal busca dinero para resucitar al cadáver de Pemex, los huachicoleros, los peones, alfiles y reyes de esta actividad ilícita, obtienen ganancias exorbitantes que bien podrían refaccionar a la paraestatal sin necesidad de deuda pública. Si hubiera una verdadera acción para arrancar de las negras manos el negro líquido, “blanqueado” por los criminales que lo usufructúan.
Ahí no para el asunto. ¿Si se logra rescatar a Pemex para quién será el beneficio? ¿Para la nación o para quienes se han apoderado de la empresa ahogándola en deudas, ineficiencias y piraterías desde dentro y por afuera?
La punta del iceberg asoma apenas. Si hay “voluntad política” y la misión de sanear al país de tan grave y grande corrupción se terminará la política aquella de “abrazos y sablazos” que no combatió a la ilegalidad lo ilícito y, en cambio, prohijó casos como el de Pemex, Segalmex, Tren Maya, trata de personas, impunidad a los facinerosos en las extorsiones, secuestros, tráfico de drogas, delitos varios y el enriquecimiento muy explicable de los jeques y sultanas de esta nueva ola de políticos que ejercen el poder sin recato, sin escrúpulos y sin moderación.
Ojalá la presidente no desperdicie la oportunidad de oro de establecer su impronta al gobernar y comience a mandar de acuerdo con su leal saber y entender que, se espera, sea para bien de todos los mexicanos.
El humor de los mexicanos es incorregible. Que al gritarle “¡no estás solo!” a Adán Augusto López en realidad las huestes morenísticas aludían a que también están en el ajo, otros miembros del partido acusados de varios delitos, incluso de violación y que la han “librado” porque como dijo Juárez: “Al enemigo, justicia y gracia; al amigo…sólo gracia”.