JALISCO
El caos generado por los mototaxis: Gastarse la vida en un trayecto
Crónicas de Pacheco, por Daniel Emilio Pacheco //
El grupo de “mototaxistas” que habían cerrado la Avenida López Mateos decidieron retirarse casi a las 17:00 horas, pero, el congestionamiento vial que ocasionaron duró hasta después de las 18:00 horas.
Magy se enteró por las noticias de toda la afectación que se vivía en la Av. López Mateos en el sentido de norte a sur, provocando un embotellamiento que llegaba a Plaza del Sol, Periférico Sur en ambos sentidos desde Av. Guadalupe y hasta 8 de julio, Av. Mariano Otero en el retorno y de norte a sur, Av. Colon desde Av. Patria de norte a sur y las calles cercanas de las principales vialidades.
Los medios de comunicación habían dicho que todo el congestionamiento vial se debió a que un grupo de personas presionaban para que la Secretaría de Transporte les permitan trabajar en los llamados «mototaxis».
Luego de un poco más de hora y media de bloquear la avenida López Mateos, los mototaxistas que trabajan principalmente la zona de Santa Ana Tepetitlán y perímetro de Bugambilias finalmente se retiraron, cuando el gobierno les ofreció: una mesa de diálogo, de esas que a este gobernador le sobran, pero que nomás no dan resultados.
A Magy le preocupaba que por ese problema de lo “mototaxistas” escasearan las camionetas que acostumbra a tomar afuera del Chedraui de El Cerro del Tesoro, o, que como otras veces subieran el precio de $10 y $15 pesos que, acostumbran cobrar a quienes van a las diferentes zonas de Tlajomulco que “cubren” con su servicio, desde hace más de 4 años sin que ninguna autoridad se preocupe por regularlas.
Ella dejó de usar las nuevas rutas alimentadoras del “Macroperiférico” desde el segundo día que entraron en uso, pues no siempre hay después de las 21:30 horas, y cuando hay, por los asaltos que sufren los conductores, principalmente en las zonas de Santa Fe, Lomas del Mirador, Los Cántaros y Chula Vista, no terminan su ruta, a Magy ya le había tocado pagar taxi para llegar a su casa, pues no sabía ni dónde la había bajado el chofer y en otra ocasión pidió a su papá fuera por ella.
Así pues, a Magy el hecho de que “Mi Macro Periférico” cumpliera seis meses y el secretario de Movilidad Diego Monraz pusiera a sus medios de comunicación a celebrarlo, le causaba molestia, pues su gasto en “camiones” había aumentado desde esa fecha.
Mientras el vagón de la Línea Uno se acercaba al paradero del “Santuario de los Mártires”, Magy trataba de despertar, se había levantado a las 4:30 de la mañana para llegar a tiempo a su trabajo, pues debe abrir exactamente a la 9:00 de la mañana en el centro de la ciudad.
Lo complicado de ese jueves, había sido la movilización que en la zona hubo, pues, a las 6:00 de la mañana se reportó la ejecución de 3 hombres y una mujer, todos con el tiro de gracia, en Comonfort y Periférico Sur en la Col. Jardines de Santa María en Tlaquepaque, los cuerpos estaban en la caja seca de una camioneta robada.
Como siempre en estos casos sucede, la llegada de TODAS las corporaciones policiacas a la zona donde están los cadáveres y su estacionada en doble fila, pues los conductores de la patrullas carecen de la más mínima capacidad de raciocinio para estacionarse sin estorbar el paso de los vehículos, complicó el trafico a esa hora, sin contar la contribución al congestionamiento vial que aporta el “complejo de ministerio público” que tiene los tapatíos en cuanto ven farolas de sirenas a su paso y quieren tomar fotos con su celular.
¿Por qué las patrullas siempre llegan cuando ya sucedió el crimen o el delito y nunca en el momento ? Pensó Magy.
Lo bueno es que ya iba a llegar a tomar una camioneta que le llevara a su colonia, lo mejor de todo es que, a pesar de la lluvia de esa hora, el Tren no dejó de trabajar, Magy tenía miedo de que le pasara lo mismo que a sus tíos el día anterior.
El miércoles, la Avenida Colón-Federalismo, esa arteria que cruza la ciudad del Periférico Sur al Periférico Norte y viceversa, se volvió a inundar, como cada año en temporada de lluvias.
Los tíos de Magy sufrieron esa inundación en el cruce de Colón e Isla Pantenaria, en la colonia Jardines de la Cruz, pues su camión tuvo que subirse a la banqueta y esperar más de una hora a que bajara el agua; desde arriba del camión pudieron ver autos varados, otras unidades del transporte público detenidas, incluso vehículos de carga, pero lo que más les asustó fue el rescate de una familia siendo salvada de su camioneta que casi era cubierta por el agua.
Afortunadamente, esta vez, no hubo pérdidas humanas, como en otras zonas que se inundan.
El cruce de Colón e Isla Pantenaria, está catalogado como zona de anegación recurrente, ya que al año se inunda 5 veces y el agua ha llegado a alcanzar el metro 70 de altura, sin embargo, las autoridades no han sabido resolver el problema de la zona.
Magy se bajó del Tren, cruzó la avenida y tomó la camioneta tipo Van que la llevaría a su colonia, al pasar por la terminal del Tren Ligero, el tráfico ocasionado por los camiones que suben y bajan pasaje hasta en el tercer carril y la gente corriendo entre los automóviles, sin que por ahí se asome una unidad de la policía vial, le dio tiempo de ver detenidamente algunos de los avisos de búsqueda que los familiares de desaparecidos colocan en postes, paredes, puestos fijos y semifijos, tratando de recibir información.
De entre las caras que le veían desde los carteles, aparecieron algunos vecinos, jóvenes que estudiaban y trabajaban y simplemente un día desaparecieron en el trayecto a casa, un trayecto de horas para llegar, como el que ella realiza cada día.
Magy no puede dejar de preguntarse, ¿es solo el trayecto que ella recorre o es toda la ciudad la que vive el desinterés de las autoridades?
En Twitter: @DEPACHECOS
