OPINIÓN
Bioética y ecología: Compostaje de seres humanos
																								
												
												
											Bioética, por Omar Becerra Partida //
Como lo hemos visto, la bioética es una disciplina científica da sus puntos de vista frente a múltiples temáticas que para la sociedad en general son de vital importancia para un desarrollo científico y humano lo vemos en: la biotecnología, que son aquellas técnicas que se emplean en el manejo de la información genética, como el CRISPR 9, la modificación genética de seres humanos y otros organismos, la terapia genética, que es la aplicación de tecnologías relacionadas con los genes a las enfermedades; entre otros como la eutanasia, el aborto etc.
Con 3,6 millones de muertes estimadas por año para 2037, “1 millón más que en 2015”, Estados Unidos está cada vez más preocupado por la disponibilidad de espacio en los cementerios. Y un estado, Washington, aprobó una ley para permitir el compostaje humano por primera vez.
Según Alexander Sánchez Upegui coordinador de comunicación social de la Fundación Universitaria Católica del Norte, la bioética, por medio de la ecología-humana, hace un llamado para salvar la distancia entre la práctica científica y la humanista, con miras a hacerse cargo del progreso tecno-científico como una empresa orientada al bien común y a la dignificación de todas las formas de vida. No obstante, el aumento del conocimiento que el hombre tiene de sí mismo y de su entorno, no ha ido a la par con una conducta en la cual la satisfacción de éste sea también bienestar ecológico.
La ecología-humana no sólo es una propuesta de tipo ambientalista en la cual se estudia el impacto de las actividades económicas sobre el ecosistema, sino que busca hermanar ciencia, sociedad y naturaleza, para restituir la dignidad perdida al mundo: la ecología humana quiere privilegiar primeramente la sacralidad de todo tipo de vida.
Bajo este orden de ideas, hablar de un negocio bióeticamente responsable es considerado un buen nicho de generador de ingresos económicos.
Como negocio es rentable y ecológico, así como el respeto del cuerpo humano después de la muerte.
Una empresa bióeticamente responsable en pocas palabras, haciendo un análisis de ley general de salud nos dimos cuenta de los siguiente: en la ley general de salud en los artículos 348 y 348 bis recientemente reformados lo siguiente:
Artículo 348.- La inhumación, cremación o desintegración de cadáveres sólo podrá realizarse con la autorización del oficial del Registro Civil que corresponda, quien exigirá la presentación del certificado de defunción.
Los cadáveres deberán inhumarse, crearse, desintegrarse, embalsamarse y/o conservarse dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes a la muerte, salvo autorización específica de la autoridad sanitaria competente o por disposición del Ministerio Público, o de la autoridad judicial. Para el caso de cadáveres de personas no identificadas se estará a lo dispuesto en la Ley General en materia de Desaparición Forzada de Personas, Desaparición cometida por Particulares y del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas.
La inhumación, cremación, embalsamamiento o la aplicación de cualquier otro proceso, sea químico o biológico, para la conservación o disposición final de cadáveres sólo podrá realizarse en lugares permitidos por las autoridades sanitarias competentes.
Artículo 348 Bis. – Los prestadores de servicios funerarios deberán disponer de recipientes o contendedores de material biodegradable adecuados, que impidan el derrame de líquidos o el esparcimiento de olores, que se colocarán dentro de los ataúdes, en los casos previstos por las autoridades sanitarias.
Artículo 348 Bis 1.- Corresponde a la Secretaría de Salud emitir disposiciones que prevengan los riesgos sanitarios por la reutilización y destino final de los ataúdes y féretros.
Esta ley y el artículo 5 constitucional, así como las leyes fiscales correspondientes nos permiten crear empresas de todo tipo siempre y cuando sus fines sean legales
La ley general de salud habla sobre el manejo de cadáveres, así como su reglamento, pero en ninguna de ellas habla sobre el compostaje en seres humanos.
Un nicho de negocio, poco visto en nuestro país.
El compostaje de humanos se forma por la descomposición del mismo cuerpo del ser humano y esta sirve para abonar la tierra o en su caso de un árbol. Es un proceso en el que interviene la mano del hombre, el reciclaje es 100% natural y hasta más económica para la sociedad mexicana.
Ahora con la pandemia del COVID 19 muchos cementerios en el país no tuvieron cabida para recibir los cuerpos de las personas que fallecieron por esta situación que nos afectó a todos.
Según el sitio CNN, Faith Karimi et Amir Vera (22/05/2019) – Encontramos que Washington se convierte en el primer estado en legalizar el compostaje de humanos en USA.
El gobernador Jay Inslee firmó la legislación el miércoles 22 de mayo y entrará en vigencia en mayo del próximo año. El proyecto de ley describe el proceso como una “conversión confinada y acelerada de restos humanos en suelo”.
El enfoque se enmarca en una perspectiva ecológica: cada año, los 22.000 cementerios estadounidenses vierten “16 millones de litros de productos químicos al suelo, principalmente formaldehído, que se considera cancerígeno, 1,6 millones de toneladas de hormigón, 47 millones de metros cúbicos de tablones y decenas de miles de toneladas de cobre y bronce”.
En cuanto al lado de la cremación, las emisiones de CO 2 y mercurio son igual de contaminantes, y el consumo de energía sería “el equivalente al viaje en coche de París a Marsella. Cada año se realizan aproximadamente 1,5 millones de incineraciones
En nuestro país es una opción viable y un nicho de mercado en donde la visión ecológica predominaría.
