OPINIÓN
Tenemos gobernador de primer nivel
Tercera Instancia, por Modesto Barros González //
Con todo y que se enoja mucho, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, no pierde oportunidad para “lucirse” y “rodearse” con gente famosa, sin tomar en cuenta los problemas que sufren los pobladores que gobiernan, o al menos eso muestran sus acciones.
Para los cada vez menos seguidores del político jalisciense, el futuro que le espera está muy lejos de conseguir otros importantes cargos, al parecer debido a su “arrogancia” que durante años ha demostrado y su indefinición para en verdad definirse en algún partido político.
En su carrera de Alfaro inició en el entonces poderoso Partido Revolucionario Institucional (PRI), pero luego de algunos desaires que le hicieron se fue a refugiar en el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Años después se logró “incrustar” en el Partido Movimiento Ciudadano (MC), instituto político que formó el controvertido veracruzano y también ex priista, Date Delgado Renauro, pero ha declarado Enrique Alfaro, que ya no milita en ningún partido y en MC es nada más simpatizante, así debe de serle más cómodo intentar nuevos puestos de elección popular.
Tal parece que las “corcholatas” que dispone para sucederlo, están muy “aplanadas” y lejos de tener la simpatía de la población, por lo menos los que le obedecen fielmente, aunque está el también emecista, Jesús Pablo Lemus Navarro, presidente municipal de la capital del Estado y quien ha logrado “sortear” los presuntos ordenamientos y caprichos del gobernador.
Total mientras el mandatario estatal se siga divirtiendo y exhibiendo para disfrutar el cargo que cada vez se acerca a su culminación.
DICEN QUE NO PASA NADA, PERO SÍ PASA
Para éste flamante gobierno de la 4T, el hackeo que se cometió a los archivos electrónicos de la SEDENA, no son de “preocuparse”, se ha notado que constantemente aparecen publicaciones de acciones ocultas que se han cometido en diversas dependencias de la administración pública.
Este domingo el periódico Milenio, dio a conocer que la filtración de documentos filtrados por el grupo Guacamaya, en abril del presente año, la poderosa Agencia Nacional de Aduanas de México pidió al Ejército apoyos para traslados y lograr “fiscalizar, vigilar y controlar la entrada y salida de mercancías de comercio exterior, así como los medios en que son transportados”.
Como ahora tanto pregona el actual Gobierno de la República, la “transparencia” se demuestra, aunque no sea verdad, ya que en el hackeo de los Guacamaya, se contrató a la empresa China de rayos equis (X) de nombre Nuctech y equipar a seis puntos estratégicos, como el Puerto de Veracruz; Altamira, Tamaulipas; Manzanillo, Colima; Cancún, Quintana Roo; Guaymas, Sonora y Ciudad Juárez, Chihuahua.
El moderno y misterioso equipo de escaneo contratado ya se tiene en los puntos de Tijuana, San Luis Río Colorado, Nogales, Matamoros, Reynosa, Sonoyta y Puerto Palomas.
Tal parece que la contratación con la compañía China, no ha tranquilizado al Gobierno de Estados Unidos, ya que durante años se ha conocido que el contrabando de productos ilegales entre México y EU, ha dejado muchas dudas y el mismo combate al tráfico de armas poca efectividad ha mostrado.
Total que viva la tan cacareada Cuarta Transformación y otra muestra es la incontrolable concesión de dependencias que se hace en la administración pública, como ahora se ve dicen en documentos hackeados de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM), en completa administración de las Fuerzas Armadas, la cual tiene programadas contrataciones de cinco mil 521 personas para 2023 y se estima que dos mil 700 serán elementos de la SEDENA.
El caso es que el “enorme” cariño que ha tenido a la dependencia castrense el Presidente Andrés Manuel López Obrador, le ha otorgado el mayor poderío económico y de controles en la historia de nuestro país, con razón hasta en política y de política opinan algunos altos mandos militares.
