NACIONALES
Libros de texto con influencia extranjera

Tercera Instancia, por Modesto Barros González //
Hace unos días se dio a conocer que el Gobierno de la República, contrató para la Secretaría de Educación Pública (SEP) a un ideólogo de origen venezolano y que ya tenía incrustada la dependencia al inicio de la administración de Andrés Manuel López Obrador a otro ideólogo marxista.
Desde diciembre de 2019 Marx Arriaga Navarro fue colocado como titular de la Dirección General de Materiales Educativos de la SEP; desde entonces se ha criticado que el gobierno de la 4T o el mismo AMLO puso en el sistema educativo a un marxista venezolano y chavista que ocupa importante cargo.
Hasta donde se ha informado en la plataforma informativa Latinus, el funcionario venezolano también se desempeñó como director general de Proyectos Especiales del Ministerio del Poder Popular para las Comunas y los Movimientos Sociales del Gobierno de Venezuela, organismo en el que se realiza la difusión de los ideales chavistas y la propaganda de la dictadura de Nicolás Maduro.
Como ya parece otra instrucción del Ejecutivo Federal, lo que ha logrado informar Latinus es que Max Arriaga ya contrató a Sady Arturo Loaiza Escalona, exdirector de la Biblioteca Nacional de Venezuela desde el 24 de noviembre de 2014 hasta el 1 de septiembre de 2018 y que esa institución está adscrita al Ministerio del Poder Popular para la Cultura, una de las carteras centrales para la difusión de los ideales chavistas y la propaganda de la dictadura de Nicolás Maduro.
En el informe periodístico se señala que el “mansplaining” de Max Arriaga Navarro, presuntamente influencia a las mujeres, que buscan emanciparse, modificar el sistema machista y eso gracias a la lectura de aquellos libros, ahí están descritos los caminos para la revolución, según implantaba en su país natal.
Para mayor información el “mansplaining”, es un comportamiento paternalista, condescendiente y a menudo inconsciente, para conseguir como ejemplo una historia que no viene a cuento, darte consejos no solicitados, decirte lo que tienes que hacer o demostrar que sabe leer tus pensamientos.
Sea como sea, el caso es que pareciera que sigue todo el intento de destrucción y control de la educación pública en México, así como también en forma por demás arbitraria desapareció de un “plumazo” el comprobado exitoso sistema de educación de tiempo completo.
Como todavía se siente y se dice ser muy poderoso el gobierno de la 4T, sigue buscando el control de las instituciones, pero en unos meses podría cambiar.
MENOS TIEMPO LE QUEDA AL AUTORITARISMO
Mientras los controladores de la llamada Cuarta Transformación buscan a toda costa seguir con poder casi absoluto en toda la República Mexicana, el propio titular del Ejecutivo Federal no deja pasar oportunidades para “recomendar” instrucciones a sus seguidores y servidores de la nación.
Así éste fin de semana el Presidente López Obrador acudió a varios eventos, uno de ellos privado en San Luis Potosí, para pedir que se aceleren trabajos para las sucursales del Banco de Bienestar. Además habló de los programas sociales y se reunió con el gobernador José Ricardo Gallardo, a quien consideró como su aliado.
AMLO dijo: “Gallardo se porta muy bien con nosotros y es nuestro aliado, nuestro compañero, eso es lo que es, lo tengo muy presente”. Ahora sí, como el que paga manda, los fieles seguidores parece que se disciplinaron y presuntamente acatarán las instrucciones marcadas.
Lo que pudiera calificarse como un tropiezo con la población ocurrió cuando visitó con su “corcholata” Marcelo Ebrard Casaubon el proyecto de una planta automotriz. Ahí varias decenas de trabajadores del gobierno estatal informaron de su malestar por no haber recibido el aguinaldo de diciembre pasado y escuchó el reclamo de loa inconformes.
También el domingo asistió a Querétaro, donde encabezó la ceremonia de los 106 años de la Constitución Política de nuestro país.
En la ceremonia estuvieron presentes los representantes de los tres poderes de gobierno, el Poder Ejecutivo con AMLO, el Poder Legislativo con Santiago Creel Miranda y el Poder Judicial con la Ministra de la Suprema Corte, Norma Lucía Piña Hernández.
En el presídium sentaron a los representantes de los tres poderes señalados, aunque a los extremos del lado izquierdo del mismo designaron lugares para Santiago Creel y la Ministra Piña Hernández, lo más lejos posible de López Obrador, quien sí tuvo muy cerquita a su diestra al secretario de Gobernación y su paisano, además de ser otra “corcholata”, Adán Augusto López Hernández.