Connect with us

OPINIÓN

Mercantilizar la vida

Publicado

el

Opinión, por Miguel Ángel Anaya Martínez //

La mayoría de aquellos que estudian la economía, han preferido enfocarse en las relaciones entre el dinero, utilidades y personas dejando de lado las cuestiones morales. En una economía entendida única y exclusivamente como la compraventa de bienes generando beneficios económicos, no caben aquellos asuntos relacionados con la ética o la solidificación de valores.

La palabra economía viene del latín y significa “administrar una casa”, por lo tanto, se deduce que cualquiera que maneja un recurso público o privado, forma parte activa de la economía de determinado lugar, pues produce, administra y consume aquellos productos o servicios necesarios para su familia, su entorno o el país donde habita. Todos somos un ente económico, pero entendemos poco de economía.

Por su parte, la palabra valor, también viene del latín y tiene dos significados: precio de algo, pero también es un atributo moral, intelectual o físico que se aprecia de alguien. Cuando dentro de una economía de libre mercado se valora a alguien o algo, normalmente es en función de lo que produce para el mercado, en muchas ocasiones olvidando su utilidad social o valores morales.

Por otro lado, la palabra corrupción es asociada únicamente con la idea de funcionarios que reciben un beneficio personal derivado de su labor pública, sin embargo, un bien, servicio o práctica social se corrompe cuando se le otorga un valor menor al que realmente tiene, cuando se vende algo que no es propio de venderse. Así, la política, la religión, la cultura, la educación, etc. Se corrompen cuando se mercantilizan, cuando el valor monetario se sitúa por encima del bienestar social que generan.

El mercantilizar todas las cosas, es una idea presente en todos los ámbitos de la realidad actual, las plataformas digitales han permitido que cada persona venda y compre lo que sea, sin límites mínimos. Derivado de esto, se han creado aplicaciones que hace unos años hubieran sido impensables.

Only Fans, permite monetizar los perfiles individuales de cada persona, se pueden compartir rutinas de ejercicio, la vida de una persona viajera o en la mayoría de los casos contenido erótico, todo esto de manera semidirecta, sin tener que pasar por grandes empresas, generando grandes ganancias para aquellas personas que comparten contenido.

Otras plataformas como Snap Chat, Tik-Tok e Instagram, permiten monetizar perfiles personales o empresariales, a través de videos en vivo, youtubers, tik tokers o influencers, logran generar dinero a través de las reseñas de cierto tipo de restaurantes, autos o agencias de viajes, esto puede gustar o no, pero constituye un trabajo legal y moral, que en algunos casos es muy bien redituado.

También existe otro tipo de contenido, los videos con mayor viralización son aquellos que ofrecen dinero a cambio de que las personas realicen ciertos retos o determinadas humillaciones que son trasmitidas en plataformas que siguen millones de personas. En este tipo de videos importan más las vistas y los likes que las personas involucradas. Cuando se sitúa el costo monetario por encima del valor propio de las personas, la sociedad se corrompe.

La mercantilización impacta en todos los ámbitos de la vida y si bien, es más que necesario que exista crecimiento económico -y más en un país como el nuestro- no se pueden dejar de lado las cuestiones morales para pensar en un mejor desarrollo y bienestar social. No se deberían destruir bosques y selvas para promover trenes turísticos, no se deben contaminar nuestras aguas y suelos solo por construir desarrollos habitacionales o turísticos en zonas de vulnerabilidad.

En el caso específico de nuestra ciudad, ¿cuántas veces se ha quemado el bosque de “La primavera” por desarrolladores privados que buscan construir sobre un espacio que es de todos y que da aire limpio a la ciudad? ¿Cuántos parques y plazas públicas se han vendido ponderando el beneficio económico sobre el bienestar de la mayoría?

Cuando se habla de cuestiones morales dentro de la sociedad, no es caer en mojigaterías ni en conservadurismos, es entender que, para lograr una mejor sociedad, es importante recuperar ciertos valores, cuidar nuestros espacios públicos, nuestro núcleo familiar, lo que escuchamos y lo que compartimos. Dejemos de pensar en únicamente en términos de inmediatez y mercantilización para lograr un mejor entorno para todos.

Continuar Leyendo
Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Copyright © 2020 Conciencia Pública // Este sitio web utiliza cookies para personalizar el contenido y los anuncios, para proporcionar funciones de redes sociales y para analizar nuestro tráfico. También compartimos información sobre el uso que usted hace de nuestro sitio con nuestros socios de redes sociales, publicidad y análisis, que pueden combinarla con otra información que usted les haya proporcionado o que hayan recopilado de su uso de sus servicios. Usted acepta nuestras cookies si continúa utilizando nuestro sitio web.