NACIONALES
Contrataque jurídico de la Presidencia: La tesis de AMLO, en lo esencial solo el pueblo salva al pueblo

Opinión, por Pedro Vargas Ávalos //
La discusión sobre el INE y la Reforma del Poder Judicial, nos ha enfrascado a los mexicanos, con algunas incursiones de extranjeros, en exaltadas reflexiones. Del primero se dice que va a desaparecer, lo cual es crasa mentira; y se agrega, al ponderar sus aportaciones, que gracias a dicho organismo se han registrado las alternancias en el poder.
En cuanto al ámbito judicial, se sostiene por un lado que es la salvaguarda de la Constitución, aunque, por otra parte, se afirma que es el nidal de la corrupción. En medio de unos y otros, están los principales elementos sobre los que giran ambos: la democracia, los principios republicanos federalistas, el pueblo y sus derechos.
Según el filósofo Armando Batra, Latinoamérica ha sido el laboratorio mundial de la revolución durante este siglo. Aquí se abrió paso un postliberalismo de izquierda, donde el motor del cambio es el pueblo, mientras que, en los demás países occidentales, con un desgastado neoliberalismo clásico, se rigen por gobiernos oligárquicos de ánimos xenofóbicos y matices neofascistas.
CAMBIOS QUE GENERAN MOVIMIENTOS PROGRESISTAS
También asegura el pensador citado, que, las insurgencias sociales – es decir populares- y los regímenes progresistas, son los pilares del proceso emancipatorio en Latinoamérica. Creemos que, intuye, que esa manumisión, es tanto de la potencia del norte de América como de las cúpulas autóctonas, para quienes la democracia solo es motivo de eufemismo.
Lo que han hecho los gobiernos puestos por el pueblo, son: Recuperar los recursos naturales y sus rentas, en manos de esas camarillas, lo que es una de las primeras acciones de la izquierda actual, que se afana por reducir la pobreza y hacer revoluciones de bienestar. Estos movimientos, en atinada actitud, reivindican la democracia electoral y el pluralismo político: en aquellas se puede ganar y perder. Hacer de esa democracia una regla, fue un acierto porque ahora, si se ve el panorama del subcontinente, tenemos que por la vía del sufragio popular se comprenden 9 países y el más reciente, Brasil, lo cual deja buenas cuentas para la izquierda.
Ahora bien, para los movimientos populares triunfantes no todo es miel sobre hojuelas: les llueven descalificaciones, pues se les acusa por varios grupos, incluyendo algunos clasificados como de avanzada, afirmando el susodicho Bartra: Porque combinan partidos y movimientos, se las acusa de indecisas. Porque preservaron la democracia electoral, se les culpa de ingenuas; porque no expropiaron a las burguesías, se las incrimina de tibias. Porque recuperaron y valorizaron recursos naturales, se las acusa de extractivistas. Porque distribuyeron el ingreso mediante programas sociales, se las acusa de asistencialistas y clientelares. Porque derramaron poca sangre, pues no perpetraron ajusticiamientos y expropiaciones, los ortodoxos dudaron de que fueran auténticas revoluciones. “Pero lo son, lo están siendo y lo seguirán siendo.” (Mesa Política de la 22 edición de la FIL Zócalo, “Mirando al Sur”, 8-VIII-2022).
Para el aludido filósofo: “El primer ascenso revolucionario duró diez años, luego se deprimió y al padecer de verdaderos partidos de izquierda, las derechas recuperaron espacios, lo cual facilitó una vuelta neoliberal. Pero a partir del 2018, con 30 millones de mexicanos que apoyaron a Amlo, se reinicia el progresismo; y luego en Argentina, Bolivia, Brasil, etc. Por ello podemos afirmar que nuestra América, va”. Eso siempre y cuando la democracia, en la cual deciden las mayorías, este vigente.
Y es que, donde la mayoría de los habitantes son necesitados, para aliviar a su pobreza, debemos crecer en base a una producción incluyente, que no de la espalda a los mercados mundiales, pero se apoye en el mercado interno; atenta a priorizar los factores estratégicos, la soberanía alimentaria indispensable para no pasar hambre, y la energética para sostener la marcha; soberanía laboral para garantizar empleo digno y remunerador para todos; economía respetuosa de personas y cosas, que en vez de erosionar comunidades y ecosistemas, fortalezca la cohesión y armonía con la naturaleza o sea, una economía moral. En pocas palabras sostiene este filósofo, “Ese es el nuevo orden mesoamericano que habremos de edificar todos, porque el boliviarismo, para Latinoamérica, debe seguir siendo la consigna”.
LA TRANSFORMACIÓN SOLO CON EL PUEBLO
Lo anterior se vertió en la Feria del Libro de México, en 2022, y tal como afirmó en el 85 aniversario de la expropiación petrolera el presidente AMLO: “Solo con el pueblo se puede llevar a cabo la transformación”, otro ponente en esa feria, Ricardo Rada, exministro boliviano, aseguró que, si las reformas vienen acompañadas por el pueblo, este las defiende. Advierte, que no habrá transformación social si los gobiernos convierten al sector popular en beneficiaria pasiva: cuando esto sucede, el sector social no sale a la defensa de los avances logrados, permitiendo que la derecha gane adeptos y vuelva a recuperar el poder.
En consecuencia, afirma este boliviano, “Se debe luchar juntos, gobierno y pueblo”. Pero cuando no se es gobierno, si solo es pueblo, este ha de mantener la unidad, y con todos sus esfuerzos, ganar elecciones y ser gobierno., es decir poder institucional de izquierda. Y así el pueblo permitirá profundizar las reformas transformadoras, en las cuales la mujer ocupa papel igual al del hombre.
Como sucedió en varios países y lo observamos en el nuestro, la derecha maneja los medios de comunicación -la inmensa mayoría- y tiene gran influencia en el poder judicial; por ello, se afana (y lo propaga intensamente) por ganar en tribunales lo que no logra en urnas o plebiscitos. Conclusiones: necesitamos medios plurales, porque es difícil pelear contra un sistema donde nos bombardean a cada instante, de otra manera volveremos a ser vasallos. Es paradójico que los movimientos sociales en la calle, molesten al gobierno, pero este -siendo popular- sostiene que “por favor, nunca salgan de la calle”, ya que sin esas movilidades, no se avanza al servicio del pueblo.
Aspecto primordial es lograr que los jueces respeten la constitución y el estado de derecho, o se tendrá una lucha perdida de antemano, porque la derecha se escuda en jueces veleidosos, parciales o sin escrúpulo. Por ello es tan importante castigar al juez corrupto, como compensar al juzgador apto.
Como se garantiza la continuidad de la Cuatro T, solo preparándose para triunfar en la siguiente elección presidencial, y hay dos factores esenciales -dentro del pueblo- que deben incorporarse: jóvenes ecologistas y mujeres, con lo que se garantizará ser vanguardia mundial: solo los pueblos con conciencia tienen esperanza.
¿ES EL INE LA DEMOCRACIA?
De todo lo anterior salen a relucir dos elementos: el pueblo y la democracia. El INE no es cierto que sea la democracia, ni siquiera el factor que permitió la alternancia en el gobierno. El ingrediente determinante, fue y es la ciudadanía, la cual con su masiva participación legitimó el proceso de 2018, en tanto que el INE solo legalizó los comicios de 2006 y 2012, en medio de muchísimos señalamientos de irregularidades. Aquí se acreditó la idea de que “Solo el pueblo salva al pueblo”.
Por lo que ve al Poder Judicial, es una falsía muy divulgada por medios tradicionales, que tiene alto rango de confianza popular. Los mexicanos, en general no confían ni en jueces ni en ministerios públicos, que ordinariamente se conducen muy alejados de lo que prescribe la Constitución de como ha de ser la justicia.
El nepotismo, amiguismo y otros “ismos” reprobables se practican con prodigalidad entre los miembros del poder judicial, ya federal como estatal. Y tengamos en cuenta que este poder es el único que no es electo por el pueblo, lo cual, antes de la Constitución de 1917, si se hacía al menos a nivel de magistrados o ministros.
Asi como se afirma que la política es sumamente importante para que solo esté en manos de los políticos, también se puede sostener sobre la justicia: es demasiado trascendente para que un solo individuo, detenga la vigencia de una o más leyes, legítimamente procesadas y promulgadas.
Esto es lo que sucedió el pasado 24 de marzo, cuando el ministro Javier Laynez Potisek (viejo servidor de Fox, Alarcón y Peña Nieto, quien lo propuso para la Corte) concedió al INE, (que había interpuesto una controversia constitucional contra la reforma), la suspensión que bloqueó totalmente lo previsto por las leyes del Plan B en materia electoral, que apenas habían sido publicadas. Como resultado, este organismo continuará funcionando sin ningún cambio, gracias a la actuación de un solo personaje.
El comunicado que informó lo anterior, sin haberse notificado como lo ordena la ley, se dio a conocer a las 19.25 horas del viernes, dando un típico “sabadazo”, al estilo de los antiguos agentes policíacos. Además, se critica por muchos, que esa información, hable a nombre de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), y no exclusivamente del ministro Laynez, siendo que es un acuerdo exclusivo de él.
EL CONTRA ATAQUE JURÍDICO DE LA PRESIDENCIA
Por lo anterior, es que la Consejería Jurídica de la Presidencia, reaccionó el domingo 25 reciente, señalando “que no es función del árbitro electoral cuestionar las normas jurídicas que el Poder Legislativo tuvo a bien expedir”, en referencia a que la decisión del togado referido fue respuesta a una controversia constitucional interpuesta por el Instituto Nacional Electoral (INE), atribución que la Constitución no permite. Esto, afirmó el representante del gobierno federal, es preocupante, pues denota que el ministro instructor desconoce “las reglas del procedimiento que regula controversias constitucionales, lo que desnaturaliza este medio de control constitucional que busca alcanzar el equilibrio sano entre los Poderes de la Unión”.
Lo antedicho es “una grave anomalía de procedimiento en el fallo mencionado, por medio del cual un solo ministro de la SCJN dejó sin efectos la totalidad de una ley electoral aprobada legítimamente por el Poder Legislativo” y -además, por si fuera poco lo anterior- ordenó revivir las disposiciones derogadas, lo cual sólo puede determinarse, en su caso, mediante una sentencia definitiva aprobada por ocho ministros”. Por ello, solicitará al pleno de la SCJN revocar el acuerdo que admite a trámite dicha controversia, así como la medida suspensiva, al resultar contrarias a los principios fundamentales del Estado de derecho que nos rige. (milenio.com/ 26-III-2023).
Al respecto se le preguntó a la Ministra en retiro, Olga Sánchez Cordero, quien sabe bastante sobre el tema: ¿El ministro está en lo correcto o en lo incorrecto?, y la ahora Senadora, respondió: “En materia electoral no pueden presentarse controversias constitucionales porque lo prohíbe la Constitución. ¿Qué se presentó? Una controversia constitucional. Ahí está la respuesta”. (La Jornada, 27-III-2023). De allí, que el diario antes citado, en su editorial del mismo día, opina: “Cierto es que la determinación del ministro Laynez es, por varias razones, contraria al marco legal, y lo más grave es que ocurre en un contexto en el que en el Poder Judicial parece fortalecerse la decisión de obstaculizar el ejercicio de gobierno de la presidencia obradorista y alinear a la SCJN con causas opositoras.”
Es comprensible entonces, que sobre este tema, el primer mandatario (que andaba en gira de trabajo por el sureste) dijese: “Pueden (suspenderla) porque es la misma mafia. Son iguales que Ciro (Murayama, consejero del INE), que Claudio X. González, que los conservadores que no quieren que haya democracia, porque ellos son partidarios de la oligarquía, no de la democracia. ¿Saben qué es la oligarquía? Es el gobierno de los ricos y la democracia es el gobierno del pueblo. Entonces, ellos no quieren al gobierno del pueblo, entonces por eso no quieren la reforma electoral, eso es lo que está sucediendo” (INFOBAE, 26-III-023).
A la fecha, sostiene el senador César Cravioto, no se ha podido reformar al Poder Judicial, un poder cuya concepción viene del antiguo régimen y está infectado, plagado de corrupción, que se fue construyendo -ajeno al interés popular- para proteger a sujetos corrompidos y a las élites del poder económico y del poder político. Esa reforma debe incluir al Consejo de la Judicatura, como alertó Ricardo Monreal.
Ante esta situación, es indispensable que reformar de fondo, esa rama del poder público, para que actúe como un genuino árbitro jurisdiccional que al defender la Ley Suprema, esté protegiendo los derechos del pueblo soberano, y que sus componentes sean ejemplos de ética y austeridad republicana, principios que, con excepcionales casos, brillan por su ausencia en la actual judicatura. Pero eso sí, toda transformación sobre ese tema, debe tener como factor, la participación ciudadana, ya que lo repetimos: En lo esencial, solo el pueblo salva al pueblo.
CARTÓN POLÍTICO
Edición 805: Entrevista a Mirza Flores: «La silla del poder es prestada; no olvidemos de dónde venimos»
Si prefiere descargar el PDF en lugar de leer online: CLICK AQUÍ
Lectores en teléfono celular: Para una mejor lectura online, girar a la posición horizontal.
NACIONALES
El PRI no acudirá al Senado a la toma de protesta de la nueva SCJN

– Por Mario Ávila
Alejandro Moreno Cárdenas, presidente nacional del PRI cambia de actitud y en lugar de cumplir su amenaza de manifestarse en la ceremonia del Senado donde rendirán protesta los nuevos integrantes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), anuncia oficialmente que los 13 senadores de su partido no acudirán.
El argumento, con el que justificó por adelantado la inasistencia de los senadores del PRI, fue «por congruencia política», ya que ellos consideran que el nuevo Poder Judicial es el nuevo aparato al servicio del régimen.
Tras la agresión perpetrada por Alejandro Moreno en contra del presidente de la Comisión Permanente, Gerardo Fernández Noroña, la nueva presidenta del Senado, Laura Itzel Castillo, pidió a las autoridades garantizar el resguardo de la sede del Senado de la República.
En respuesta, desde este fin de semana, el Senado ha estado custodiado por elementos de la Guardia Nacional, lo que ocasionó que «Alito» Moreno reconsiderara su actitud y decidiera que sus senadores no acudan al trascendental acontecimiento y se limitó a calificar al gobierno de la 4T como «fachos y autoritarios».
ENTREVISTAS
La disputa del agua entre Jalisco y Guanajuato: Debe ser un reparto justo, no uno político, Arturo Gleason

– Por Mario Ávila
Ante la polémica surgida por la construcción del acueducto de la Presa Solís a la ciudad de León, Guanajuato, que podría reducir sustancialmente el escurrimiento de agua del río Lerma al lago de Chapala, José Arturo Gleason Espíndola, maestro en Gestión Pública y doctor en Urbanismo, plantea la necesidad de medir en tiempo real y con precisión la disponibilidad de agua, la que escurre, la que se extrae y la que llega, para que con bases científicas se pueda hacer un reparto justo del vital líquido.
Hoy con un reparto basado únicamente en las mediciones que se realizaron en el siglo pasado, solo se tratará el tema como un reparto con tintes políticos, en donde la única determinación que existe es de quien ostenta actualmente el poder y se dejan de lado el tema científico y los datos exactos de la disponibilidad de agua, para repartir el agua con justicia a cada entidad.
El proyecto de la construcción del acueducto para llevar agua de la Presa Solís a la ciudad de León, Guanajuato y otras comunidades menores de la región, quedó inscrito en el Plan Hidrológico del Gobierno de la República, una vez que se canceló la posibilidad de dar a León, agua de la persa El Zapotillo, abastecida por el cauce del Río Verde y cuya agua quedó finalmente destinada solamente para las ciudades de Los Altos de Jalisco y para la Zona Metropolitana de Guadalajara.
Entrevistado al respecto, el doctor Arturo Gleason planteó: “Creo que la preocupación de parte del Estado de Jalisco estriba en que efectivamente el Río Lerma abastece parcialmente a Chapala, esto es en época de secas las presas en Guanajuato, no solo Solís sino otras, hasta no llenarse derraman el agua. A menos de que abran las compuertas dejan pasar el agua hasta Chapala, que de entrada no está recibiendo un flujo constante de este río, que por cierto está muy contaminado”.
Explicó que el Río Lerma nace en Almoloya, en el Estado de México y transita por cuatro entidades más antes de llegar a Chapala. En el trayecto, obviamente, esa agua se va quedando en el camino y solo cuando llueve se llenan las presas y dejan pasar el agua que les sobra y es la que llega a Chapala, “pero es muy poca”, aclaró.
Dijo además que la preocupación estriba en que se le va a sacar un flujo mayor, aparte del que se le saca para los distritos de riego que se encuentran en la zona de Guanajuato, ahora para consumo urbano, es decir, a través de un acueducto se iría a la ciudad de León y algunas otras comunidades.
Es una preocupación de Jalisco -abundó-, porque es un menor volumen de agua que llegará a Chapala, pero, por otro lado, también ese volumen de agua no es tanto, porque según lo dicho por el maestro Eduardo Juárez, del Instituto de Limnología, Chapala se abastece en gran parte por la lluvia que cae en la cuenca y los escurrimientos posteriores.
«Por supuesto debe preocupar –expuso-, pero no debe quedarse nada más en que si le sacan más o le sacan menos, creo que la preocupación puntual por parte de la federación y los estados que están involucrados, es que la cuenca del Lerma primeramente tenga un manejo integral, que sea limpio, que se puedan medir los flujos de agua; no existen sistemas de medición».
«Por eso la preocupación es por encima, pero no hay una preocupación genuina de poder medir las extracciones, las medidas en tiempo real; se me hace que es una discusión que merece mayor rigor científico, en primer lugar para saber cuánta agua tiene el Lerma, identificar todas las extracciones y medirlas en tiempo real, para entonces clarificar todavía con mayor precisión, que sí se le va a sacar esa agua, pero sin comprometer al lago de Chapala», dijo.
De ahí que el maestro Arturo Gleason planteara la necesidad de que la indignación del gobernador de Jalisco, Pablo Lemus, debería tener mayor fundamento si la hace con precisiones, con mediciones precisas que debieran hacer el Gobierno Federal y los estados.
Y, por otro lado, denunció que el gobierno estatal debe hacer una reflexión también y un compromiso, en cuanto a no contaminar tanto el agua: «Porque en esa parte tampoco hay mucha indignación que digamos por parte de nuestro estado, ya que están autorizando un sinfín de fraccionamientos alrededor del lago en la parte que corresponde a Jalisco y están entrando aguas negras y agua pluvial con aguas negras, en tiempo de lluvia. Luego, está también ese tema de pretender construir otro acueducto hacia Guadalajara, y aunque dicen que no van a sacarle más agua, evidentemente sí lo van a hacer; entonces, a mi punto de vista debería ser una preocupación de Jalisco, pero con mayor fundamento”.
Vale la pena recordar que Guanajuato fue despojado recientemente del agua que le correspondía del Río Verde, según los acuerdos pactados por los gobernadores de Jalisco y Guanajuato con el gobierno Federal, una vez que se canceló el proyecto de la construcción del acueducto de la presa El Zapotillo a la ciudad de León y el líquido de ese embalse quedó solo para el consumo de las ciudades de Los Altos y la Zona Metropolitana de Guadalajara.
Sobre este tema en particular, el doctor Gleason Espíndola expuso que Guanajuato podría estar en su derecho de tomar el agua que no recibió del Río Verde, ahora del Río Lerma, pero dejó en claro que ese discurso se quedaría en un nivel basado en las apreciaciones, “pero sí fuera basado en las mediciones puntuales, creo que debiera precisarse mejor este análisis, que así de simple, solo es muy superficial”.
Obviamente –dijo-, lo que Jalisco quiere es tener más agua, sí, pero cuánta, cuánta se extrae, no se sabe con precisión; ahora, muchas veces, dicho esto por la comisión de cuenca del Lerma-Chapala-Santiago, algunos especialistas como la doctora Raquel Gutiérrez Nájera advierten que a veces no llega nada de agua de Lerma y esto no es nada nuevo, que no le llegue agua a Chapala, porque Guanajuato y Michoacán se quedan con el agua, tanto en las partes altas sobre todo en tiempos de secas, porque la agarran para regar y cuando ya hay agua, es cuando se derrama para el lago de Chapala.
Yo creo -insistió-, que la discusión debe ser más precisa, más científica, sobre datos mucho más rigurosos, para entonces decir que sí se compromete al lago o si alcanza para darle a León, a lo mejor con ese criterio la Federación dice no, ya te di a ti el agua del Zapotillo y ahora debo dale chanza Guanajuato, creo que ahí se queda la discusión y desde mi punto de vista, debería de ser más profunda, más precisa, antes de manifestarnos así con indignación.
Explicó que para ello, será necesario actualizar los acuerdos de distribución del agua entre los estados y la federación, en ambos ríos, del Lerma y del Verde: «Pero desde la controversia de la altura de la cortina de El Zapotillo se está debatiendo sin cifras, sin mediciones puntuales. Los cálculos, las apreciaciones de escritorio tienen su valor, pero para una toma de decisiones, para una discusión política seria y para finalmente hacer una repartición sin incurrir en inequidad, debe haber una repartición justa con base a las mediciones».
«Y yo aquí no lo veo, en la agenda no está en la discusión de ver si es necesario montar algunos sistemas de monitoreo para saber con precisión cuánta agua está escurriendo realmente al río Lerma, cuánto es realmente lo que está llegando a Chapala, cuánta es la extracción para la presa Solís y cuáles son los escenarios que podrían llegar a pasar», agregó.
“Eso no existe, es una discusión meramente política, que, desde el punto de vista personal, creo que le falta mayor sustento científico para que haya una repartición justa”, sentenció el doctor José Arturo Gleason Espíndola.