JALISCO
Raúl Padilla y el enorme espacio vacío
																								
												
												
											De Frente al Poder, por Óscar Ábrego //
Raúl Padilla tiene un buen lugar en los registros de la historia nacional. Son pocos, quizás nadie como él, que lograron conocer a fondo las profundidades del ámbito público. Influyente promotor cultural y poderoso líder político del Grupo Universidad de Guadalajara. Amado y odiado, como suele ser un hombre que construye y destruye.
Pero más allá de las valoraciones que puedan hacerse en torno a su trayectoria, lo cierto es que Padilla López será una de las figuras más recordadas en los próximos años.
El motivo salta de inmediato. Era el hombre más y mejor consolidado en el poder.
Tan lo fue, que sólo él pudo terminar con él.
Ni el gobernador Enrique Alfaro, ni el presidente López Obrador, lograron derrotarlo; y vaya que es mucho decirlo.
Impuso un estilo que nadie podrá igualar. Al menos a corto plazo.
Recordemos que en política los grandes espacios se llenan con dos ingredientes básicos: talento y paciencia. El tiempo hace el resto.
Soy de los que consideran que Raúl, con independencia del cuestionable formato que implantó en la UdeG, era un contrapeso positivo de frente al poder fáctico en México.
Estoy seguro que no pocos deben sentir esa malévola alegría que provoca saber que ya no tendrán que topar con el “Licenciado”.
Si bien su muerte es un alivio para muchos protagonistas en el teatro de la política, lo cierto es que Padilla López deja un enorme vació no sólo en el corazón de la gente que recibió ayuda de su mano generosa, sino también en los escenarios de la cultura y la educación.
Sin duda que vienen profundos cambios en la Benemérita, pero también en la vida pública de Jalisco.
Con su muerte también nos deja el reto de mejorar su legado.
Twitter: @DeFrentealPoder
*Óscar Ábrego es empresario, consultor en los sectores público y privado, escritor y analista político.
