MUNDO
En 2007 inició el fin de la hegemonía del dólar: Un nuevo mundo desdolarizado

Economía Global, por Alberto Gómez-R. //
La hegemonía mundial estadounidense está llegando a su fin como ha sucedido en la historia de la humanidad con los imperios -macedonio, mongol, chino, romano, otomano, ruso, británico, inglés- y, cuando sucede, generalmente ante el ascenso de otro, los estertores del falleciente provocan convulsiones económicas y socio-políticas en sus áreas de influencia.
Ahora en un mundo globalizado, la caída del imperio estadounidense tendrá, entre otros efectos, un reseteo de los sistemas económico y financiero mundiales, como ahora está sucediendo en el proceso de desdolarización global.
Después de la Segunda Guerra Mundial, los Acuerdos de Bretton Woods consagraron la convertibilidad del dólar al oro y su uso como patrón de referencia para ajustar el valor relativo de todas las monedas, realizar transacciones financieras y comerciales y acumular reservas internacionales. Esto le permitió a Estados Unidos emitir y acumular déficits fiscales y de balance de pagos, transfiriendo su inflación al resto del mundo.
Asimismo, le permitió contar con crédito “barato”, al asegurarse una continua demanda mundial de dólares y de bonos del Tesoro norteamericano, necesarios para alimentar las reservas internacionales de los países. En febrero de 1965, Charles de Gaulle, Presidente de Francia, denunció este descomunal privilegio, cambió las reservas de dólares de su país al oro y repatrió el oro de su Gobierno depositado en los Estados Unidos.
Otros países siguieron su ejemplo y el stock de oro en los Estados Unidos se redujo sustancialmente. Esto, conjuntamente con el crecimiento de los déficits y de la deuda norteamericana impulsados por la expansión militar y la política doméstica, llevaron al Presidente Richard Nixon a poner fin a la convertibilidad dólar/oro en 1971.
Poco tiempo después Nixon firmó un pacto con el Gobierno de Arabia Saudita, por el cual este país realizaría todas sus transacciones de petróleo en dólares y el Gobierno norteamericano le garantizaría seguridad militar.
La adhesión de otros países árabes productores de petróleo a esta política consolidó al petrodólar. La importancia del petróleo en la producción y el comercio mundial garantizó a Estados Unidos el privilegio de emitir moneda sin límites, mientras continuaba expandiendo su control sobre las regiones con mayores reservas de petróleo y gas y acumulaba déficits y endeudamiento.
En este contexto, las invasiones de Irak y de Libia empezaron a correr el velo que ocultaba la esencia de la hegemonía mundial norteamericana.
LA CAÍDA DE HUSSEIN Y GADAFI
En 2002, Irak contaba con la segunda reserva mundial de petróleo. Asediado por la presión norteamericana, su Presidente Saddam Hussein, decidido a no usar más los dólares en sus exportaciones de petróleo, convirtió a euros los miles de millones (billions) de dólares de su fondo de reserva estratégico y anunció que no otorgaría más contratos de exploración de petróleo a corporaciones norteamericanas.
Estas medidas aceleraron los tiempos de la invasión norteamericana, seguida por la destrucción de la economía de Irak, la muerte de Hussein y la implosión social. Poco después, algo semejante ocurrió con Libia, otro país productor de petróleo. El Gobierno de Muamar el Gadafi promovía la emisión de una moneda dura que, según él, liberaría al continente africano de la dependencia del franco francés, del dólar, y del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Su represión de disturbios sociales producidos en el marco de la “Primavera Árabe”, desencadenada en la región, dio excusa a una rápida intervención militar del Gobierno norteamericano y de la OTAN, con la consiguiente destrucción fulminante de la economía, la infraestructura de riego y de petróleo, el ejército de Libia y la vida de Gadafi.
Poco tiempo después Hillary Clinton, secretaria de Estado de otro Presidente demócrata, Barack Obama, se vanagloriaba de haber terminado rápidamente con Gadafi. La posterior publicación de los mails privados de Hillary Clinton reveló objetivos cruciales de la intervención militar a Libia: controlar el petróleo y cortar de cuajo el proyecto de una nueva moneda a ser usada en el continente africano. (rebelion.org)
LA ETIQUETA DE “TERRORISTAS”
EE.UU. aplica el uso de la etiqueta “terrorista” a todas las naciones y grupos anti-estadounidenses, para con ello tener el pretexto de atacarlos militarmente, sin importar lo lejano que estén del territorio norteamericano.
Incluso esa misma estrategia la aplicaron múltiples veces en América Latina, en ocasiones matizándola con la etiqueta “antidemocrático” a los gobiernos que no se alineaban a sus designios e intereses, defenestrando a gobernantes democráticamente electos, y creando inestabilidad socio-política para facilitar la imposición de títeres afines a sus objetivos.
Ejemplos de ello se han dado en México, Chile, Brasil, Colombia, Argentina, Ecuador, Paraguay, Perú, Bolivia, El Salvador, Venezuela, Nicaragua, Cuba…pero afortunadamente nuevos gobiernos de corte social-demócrata han logrado llegar recientemente al poder político de estos países para comenzar a conformar –al menos en ideas y planes- un bloque geopolítico de naciones latinoamericanas para hacer frente a los retos de la desglobalización y el reseteo económico mundial.
El estadounidense, al igual que los anteriores imperios, ha basado su hegemonía en su poderío militar y económico, imponiendo su moneda para el comercio internacional, y con ello conquistando ideológica y culturalmente a las naciones bajo su yugo, tal como sucedió con el “Sueño Americano”, exportado a todos los rincones del planeta y que tuvo como consecuencia –entre otras cosas- la migración masiva a su territorio, buscando el American Dream -que rara vez se cumplió- y a la vez alienando a las sociedades bajo su influencia, incluso en el medio y lejano Oriente.
Sin embargo, todo comenzó a cambiar desde el 2007, cuando comenzaron a manifestarse serios problemas en el sistema financiero regido desde Wall Street, con la consecuente crisis financiera internacional que detonó en 2008 y continuó hasta 2009, ya durante la gestión del primer presidente negro en la historia de los EE.UU. –un cambio o simple simulación que se requería en ese momento- el “demócrata” Barack Obama, ganador del Premio Nobel de la Paz en 2009, que culminó sus dos períodos como el presidente con el mayor número de guerras, contradiciendo sus promesas de campaña y sus discursos por la paz; pasará a la historia como el presidente que mantuvo al país en guerra más tiempo que Franklin D. Roosevelt, Lyndon B. Johnson, Richard M. Nixon o incluso que Abraham Lincoln.
Pocos se percatan que ese año fue el parteaguas que marcaría el inicio del fin de la hegemonía del dólar, como ahora es evidente.
El predominio de una nación sobre otras, cuyo sistema se base en la intimidación militar y la falsa democracia no puede mantenerse durante mucho tiempo, sobre todo actualmente, con los medios de comunicación e información al alcance de todos, incluyendo las filtraciones de información confidencial y secreta de quienes pretenden seguir imperando indefinidamente.
La tercerización de conflictos bélicos que le había funcionado muy bien a las potencias imperialistas durante los siglos XIX y XX para aprovecharse de los recursos y riquezas de las naciones en donde crearon guerras, es una fórmula que se les ha agotado.
La opinión pública mundial está ahora mucho mejor informada y atenta de los sucesos internacionales; prueba de ello son las actuales protestas en las calles de muchas de las principales capitales europeas, de ciudadanos que han salido a manifestar sus inconformidades en contra del aún vigente sistema económico del capitalismo explotador, que vela únicamente por el interés de las élites, que conforman menos del 1% de la población.
Tal como se ha expuesto en este espacio de análisis desde hace más de un año, la actual guerra ruso-ucraniana no es otra cosa que una estrategia de los poderes detrás del gobierno de EE.UU. para posicionarse a las puertas de sus principales rivales: Rusia y China, además de utilizar el conflicto para debilitar las economías europeas y supeditarlas al suministro energético estadounidense, así como continuar transfiriendo la riqueza de las clases trabajadoras a las que dominan el sistema, manipulando la información, desinformando, y justificando sus acciones en pos de la “democracia”.
Sin embargo, esta era de dominación anglosajona está llegando a su fin acelerado por la caída del dólar, que día a día pierde lo que aún mantiene su etéreo y ficticio valor: la confianza.
MUNDO
La ONU declara formalmente la existencia de una hambruna en Gaza

– Por Redacción Conciencia Pública
El sistema de la ONU encargado de monitorear la seguridad alimentaria en todos los países del mundo, denominado Clasificación Integrada de Fases (IPC), declaró oficialmente que la gobernación de Gaza —donde se encuentra Ciudad de Gaza— está experimentando hambruna (fase 5), una primera vez en la historia de Oriente Medio.
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Se estima que más de 500 mil personas —alrededor de un cuarto de la población de Gaza— enfrentan ya condiciones catastróficas de inseguridad alimentaria. Si no se actúa con urgencia, la hambruna podría extenderse a las gobernaciones de Deir al Balah y Khan Younis, afectando hasta 641 mil personas para finales de septiembre.
Causas identificadas
El agravamiento de la crisis responde principalmente a los prolongados bombardeos, el bloqueo de ayuda humanitaria y la destrucción de infraestructura esencial, como sistemas agrícolas y sanitarios. Estas acciones han colapsado la capacidad de respuesta, permitiendo que la hambruna se consolide.
Israel ha rechazado los reclamos de la ONU y organizaciones internacionales, calificándolos como “mentiras de Hamás” y atribuyendo los problemas logísticos a la desorganización y seguridad en la zona. Aun así, las agencias humanitarias mantienen que las restricciones impuestas por Israel constituyen el núcleo del problema.
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha calificado la situación como un “desastre provocado por el hombre”, exigiendo el fin inmediato de las restricciones a la ayuda. Volker Türk, responsable de Derechos Humanos de la ONU, advirtió que emplear el hambre como método de guerra podría considerarse un crimen de guerra.
La necesidad de un alto al fuego y acceso sin impedimentos a insumos vitales fue enfatizada por múltiples agencias como FAO, PMA y UNICEF. La clasificación IPC en fase 5 sirve como una señal de alarma internacional y busca movilizar apoyo financiero y político.
Sin embargo, no representa una solución por sí sola. Naciones Unidas y ONG insisten en que la respuesta debe incluir cesar el fuego, aumentar a gran escala la asistencia humanitaria y reestablecer su coordinación en el terreno.
MUNDO
Trump afirma que el CEO de Intel acordó darle al gobierno estadounidense 10 mil millones de dólares

– Por Redacción Conciencia Pública, con información de The Washington Post
En una paradójica estrategia que se parece más a los subsidios y apoyos del Gobierno de China a sus empresas, o mejor dicho, al capitalismo estilo chino, el presidente Donald Trump anunció este viernes que el director general de Intel Corporation acordó darle al Gobierno de Estados Unidos 10 mil millones de dólares, aproximadamente el equivalente al 10 por ciento de la capitalización de mercado del fabricante de chips, en una intervención extraordinaria del gobierno federal en una empresa tecnológica privada.
«Creo que (Intel) debería pagarnos el 10% de su empresa», dijo Trump, recordando su conversación con el director de Intel, Lip-Bu Tan. «Eso son unos 10 mil millones de dólares».
Los comentarios de Trump no aclararon de inmediato si el gobierno federal estadounidense obtendría una participación accionaria en la empresa, como su administración había sugerido previamente. Trump se refirió al acuerdo como un «trato».
«Dije que sería bueno tener a Estados Unidos como socio», dijo Donald Trump. «Estuvo de acuerdo, y han acordado hacerlo». Intel no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
Intel fue el mayor receptor de fondos estadounidenses como parte de la Ley CHIPS de la era Biden, que buscaba proporcionar subvenciones gubernamentales y exenciones fiscales a las empresas de semiconductores que acordaran construir nuevas fábricas en EEUU.
El gobierno de Biden acordó darle a Intel alrededor de 11 mil millones en subvenciones bajo una ley de los demócratas que el ahora presidente había criticado durante su campaña electoral.
Trump exigió la renuncia de Tan a principios de este mes, calificándolo de «muy conflictivo» debido a sus inversiones en China. Tan emitió un comunicado afirmando que había seguido los más altos estándares legales y éticos, y viajó a Washington para reunirse con Trump el 11 de agosto.
Trump declaró el viernes que Intel había sido la empresa de chips más poderosa del mundo, pero que ha estado quedando rezagada. Dijo que Tan le había caído muy bien tras su reunión, y que el director ejecutivo de Intel era muy bueno y tenía un aire de víctima.
Empresas privadas, entre ellas Intel, Taiwan Semiconductor Manufacturing Co. y Samsung, recibieron miles de millones de dólares en financiación a cambio de prometer gastar miles de millones más dentro de Estados Unidos en los próximos años.
Aún no se sabe cómo esta medida va a reconfigurar a la industria de los semiconductores a nivel mundial, en un contexto de guerra comercial y tecnológica entre las dos superpotencias más relevantes en este siglo: China y Estados Unidos.
CULTURA
Descubren ciudad sumergida de más de 2,000 años frente a Alejandría

– Por Redacción Conciencia Pública
Un hallazgo arqueológico de gran relevancia ha salido a la luz en Egipto: los restos de una ciudad sumergida en la bahía de Abukir, frente a Alejandría.
Se trata de una urbe que habría formado parte de la antigua urbe de Canopo, célebre en la época ptolemaica y romana por su riqueza cultural, sus templos y su intensa vida social.
El descubrimiento ha sido anunciado por el Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto, en coordinación con arqueólogos submarinos que trabajan bajo el apoyo de la UNESCO.
Entre los vestigios encontrados destacan templos, viviendas, depósitos de agua y un muelle de unos 125 metros de largo que da cuenta del desarrollo urbano alcanzado por esta ciudad.
También fueron localizadas estatuas, incluidas esfinges y figuras dañadas por el paso del tiempo, que confirman la importancia simbólica y religiosa que tuvo la zona.
Según los expertos, estas piezas datan de más de 2,000 años de antigüedad y permanecieron ocultas bajo el mar durante siglos.
Los investigadores sostienen que el hundimiento de la ciudad ocurrió entre los siglos III y VIII D.C., a consecuencia de una combinación de fenómenos naturales: terremotos, el hundimiento progresivo del delta del Nilo y el ascenso del nivel del mar.
Estas catástrofes provocaron que extensos territorios costeros quedaran sumergidos, sepultando bajo el agua ciudades que fueron en su tiempo centros de comercio y devoción.
El equipo arqueológico responsable del rescate de estos vestigios enfatizó que la investigación se ha realizado con sumo cuidado para preservar el patrimonio.
Algunas piezas ya han sido recuperadas y serán exhibidas en museos egipcios, mientras que otras permanecerán bajo el mar para asegurar su conservación. Este proyecto se enmarca en la Convención de la UNESCO sobre patrimonio cultural subacuático.
El descubrimiento de Canopo se suma a otros hallazgos realizados en las últimas décadas en la costa de Alejandría, como las ciudades sumergidas de Thonis-Heracleion y Menutis, así como los restos de la isla de Antirhodos, donde se encontraba un palacio atribuido a Cleopatra.
También se han recuperado fragmentos del legendario Faro de Alejandría, una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo.
Con cada nuevo hallazgo, Egipto no solo enriquece la comprensión de su pasado, sino que refuerza su atractivo como destino cultural y turístico.
Las ciudades sumergidas de Alejandría ofrecen una ventana fascinante a un capítulo perdido de la historia, revelando cómo la grandeza de la civilización egipcia también quedó grabada bajo las aguas del Mediterráneo.