NACIONALES
Fair play o fake play
Campos de Poder, por Benjamín Mora Gómez //
La historia terminó de escribirse tal cual se preveía: En el Estado de México ganaron el engaño y la indolencia. En menos de un minuto, millones de mexiquenses tomaron una decisión de la que habrán de dolerse por seis años y entregaron patente de corso a una mujer acusada de la bajeza más vil: robarle parte de su sueldo a sus trabajadores.
No entiendo porqué, si se demostró que tomó tal dinero, no se le acusó de fraude penalmente y llevarla a la cárcel pues se benefició y benefició a Morena, su partido, desde del engaño… quien pudiendo se abstiene es responsable de sus consecuencias.
Hay enojo entre los priistas mexiquenses hacia Alfredo Del Mazo, su gobernador. Le acusan de traidor, de agachón, de poco hombre, y les entiendo y doy la razón. Ha sido, además, un mal gobernador, o al menos mediocre y distante del pueblo. Su personalidad poco le ayuda. Es demasiado fifí.
Sí, sin duda Alfredo Del Mazo no estuvo a la altura del momento que su estado vivía y del futuro que se escribía. Sin duda, por otra parte, Andrés Manuel López Obrador se extralimitó en sus mandatos presidenciales, violando su obligada imparcialidad en los procesos electorales habidos en el Estado de México y Coahuila y, desde la trampa y la ilegalidad ganó para su causa la elección más importante de México de cara al 2024.
Alejandra Del Moral perdonó a Delfina en el primer debate y la dejó vivir; desaprovechó la oportunidad de acabarla ante los mexiquenses. La acusó, sí, de quitarle el sueldo a los trabajadores de su gobierno cuando fue presidente municipal; sin embargo, cuando Delfina reconoció que el tribunal electoral NO la había condenado a ella y sí a su partido, Alejandra no nos hizo ver que, de acuerdo con Delfina, Morena resultaba ser un partido de ilegalidades electorales. Aalejandra le sobró bondad ante una delincuente.
Del segundo debate ya no hablamos…
Sin ofender, como dicen quienes se preparan para ofendenos, “ninguna cantidad de evidencia logrará convencer a un idiota”… Delfina, quien ha quitado parte del sueldo a su gente y cancelado programas sociales, fue perdonada por quienes ella ha lastimado. Apoyaron a quién tendrá seis años para desgraciales sus vidas; apoyaron a quien dispondrá de dinero público para apoyar a Morena en 2024. Solitos se acribillaron.
No puedo obviar una realidad: La clase política mexiquense abusó. Por años -varios sexenios- los cargos públicos se mantuvieron entre los mismos que solo brincaban de uno a otro cargo; en todo ese tiempo, no fueron capaces de resolver problemas tan graves como el de la inseguridad. La cerrazón, en política y la vida, estrecha nuestra capacidad de innovarnos, glorificando nuestra pobreza de miras. La clase política priista mexiquense se bañó de bronce y su autoproclamó invensible. Creo que priistas excluidos del poder pudieron jugarla en contra de su propio partido.
México se encuentra en el punto de quiebre entre reconstruirse para bien o destruirse para mal. Me explico. El gobierno de Estado Unidos ha advertido que irá en contra de todo terrorista sin detenerse por razones de soberanias; ante ello, nuestro senadores y diputados se rasgaron las vestiduras pues sintieron que el mensaje para nuestro gobierno y nuestro presidente. Si nuestro gobierno es incapaz o es cómplice, sea bienvenida la intervención de la DEA o el FBI logra darnos paz, seguridad y tranqulidad.
Los cartéles de la droga y de las extorsiones por supuestos derechos de piso y participación en las utilidades de los forjadores de nuestra riqueza son la expresión más despiadada de criminalidad organizada y terrorismo, trastocan el sentido real de nuestra soberanía y libertad, y el valor de nuestra territorialidad como el principal obstáculo para cumplir con la justicia penal. Pregunto si cuándo la capacidad protectora de nuestras fronteras es insuficientes, debemos o no renunciar a nuestra paz y seguridad; mi respuesta es ¡NO!
Más allá de las declaraciones mediáticas de nuestro presidente, de su secretario de Relaciones Exteriores y de otros funcionarios sobre su compromiso de reforzar la lucha común con el gobierno norteamericano en contra del crimen, la realidad es que no hay resultados satisfactorios. Jalisco, por ejemplo, se baña de sangre de jóvenes levantados y asesinados, inocentes y no, por los cárteles de narco. Debemos cambiar los paradigmas que hoy nos impiden ser mejores.
