CULTURA
Directivos villanos de la Femexfut: A Diego Cocca lo contrataron y despidieron en un santiamén
Miscelánea Deportiva, por Esteban Trelles Meza //
Los cánones establecidos de la educación, valores, ética y profesionalismo entre otros son adjetivos que no existen en el diccionario de los directivos de la FEMEXFUT, que actúan más por capricho, soberbia y prepotencia con el poder de sus recursos económicos, que pisotean a todos los que tienen tratos con ellos y su palabra se vuelve ley.
El futbol como negocio es atractivo para muchos dueños de equipos, que otros también los disfrutan pues gracias a ello están en el escaparate de la fama y son reconocidos.
El ego y la vanidad van de la mano olvidándose de las formas, los buenos modales y la palabra empeñada aun con contratos firmados de un compromiso futbolístico laboral para dirigir al seleccionado nacional mexicano a capricho y albedrío de los federativos.
El argentino Diego Cocca director técnico lo contrataron en un santiamén, pisoteando a sus propios iguales (directivos), que teniendo compromiso vigente con la UANL lo hacen finiquitar su contrato con el Club referido, para manejar un proceso de cuatro años firmados para el mundial tripartita Canadá. USA y México 2026.
En el futbol a diferencia de otro tipo de actividades las exigencias hacia el entrenador son de resultados inmediatos, máximo a mediano plazo, que la paciencia no es una virtud que los dueños de equipos puedan soportar.
El sueño de Diego solo duró cuatro meses, suficientes para despedirlo de manera abrupta con el pretexto de perder la semifinal del torneo “Liga de Naciones CONCACAF”, contra USA, no solo por el marcador 3 – 0 en Las Vegas, Nevada, sino por la pobre actuación de los mexicanos “que ni las manos metieron”.
Debiéndose conformar con el tercer lugar contra Panamá por la mínima diferencia, que se cansaron de fallar oportunidades de gol (Giménez, Orvelin, Antuna, Sánchez), de forma desesperante.
El “mini-proceso” con Cocca no es tan desastroso como todos lo quieren ver, principalmente los comentaristas televisivos y dueños de equipos que lo satanizan, cuando no le dieron tiempo de mostrarse, abusando de su nobleza (excepción de los engreídos argentinos), y humildad.
El descubrimiento en selección nacional de Ozziel Herrera como lateral izquierdo es lo mejor, ya que como defensor es difícil pasarlo, y de carrilero tiene gran velocidad, habilidad y es frontal terminando casi siempre sus jugadas, en lo personal auguramos titularidad siendo el más competente en esa posición, ya que todos se van alegremente al ataque y son muy limitados en el sector defensivo.
Es indiscutible que el jugador mexicano tiene condiciones y características propias con talento y calidad a la par de cualquiera, que lo demuestra en la obtención de mundiales juveniles así como torneos internacionales.
Los campeonatos de sub-17 no son obra de la casualidad con entrenadores mexicanos, sino por el contrario es el resultado de una visoria y personajes idóneos para manejar procesos que debieran tener continuidad permanente y apoyos incondicionales, oro en Londres 2012, y bronce en Tokio 2020-21.
Primeramente con los forjadores de talentos llámese entrenadores o directores técnicos y la materia prima que son los propios jugadores.
Lamentablemente el mexicano tiene como su máximo detractor y enemigo a su propio connacional, esto es la envidia, el recelo y la denostación para lejos de apoyar se trata de criticar, minimizar y malograr metiendo zancadilla a todo lo que se mueva llamado éxito.
Es difícil admitir y aceptar el triunfo de los demás, que de inmediato viene el comparativo “yo soy mejor que ellos”.
Es indudable que cada uno de nosotros mismos marca y labra su propio destino para bien o para mal, que lamentablemente “la grilla”, en este país impera en todo cuestionando los logros y masacrando los errores.
Por otro lado, el llamado “sueño europeo” para los jugadores mexicanos es más mediático que ambición personal, que todos opinan y los jugadores se dejan llevar.
La mediocridad existe en los promotores o apoderados de sus cartas de transferencia, que carecen de contactos de nivel y los nuestros terminan jugando en equipos medianos o de segunda línea, incluso “banqueando”.
Ahora bien, mencionando al ”técnico interino”, el mexicano Jimmy Lozano hecho en “Pumas” de la UNAM, es por hoy un estupendo director técnico que entra de “apaga-fuegos” tras la insipiente etapa de Diego Cocca, con la esperanza de hacer un buen papel, que enfrentará la Copa de Oro como parámetro de su designación y continuidad en el mismo.
El gran problema de los villanos directivos es que piensan que el equipo mexicano es superior a todos y por ende la obligación de coronarse, cuando la realidad se inicia un nuevo proceso que en los últimos años Canadá y USA nos tienen tomada la medida y son infinitamente superiores al equipo tricolor.
A diferencia de un comentarista televisivo que sus palabras se las lleva el viento (aunque existen grabaciones), el columnista lo hace plasmando no solo su opinión y conceptos futbolísticos, sino también sus apreciaciones personales que en este mismo medio (Conciencia Pública), afirmamos.
La actuación de Jimmy Lozano en Tokio 2020 – 21 siendo medallista se debe a la columna vertebral destacando su tridente ofensivo, Uriel Antuna, Henry Martin y Alexis Vega con el comandante en jefe de la media cancha Sebastián Córdoba, Carlos Rodríguez y Luis Romo entrando de relevo, el todo terreno Fernando “Nene” Beltrán y los centrales indiscutibles Cesar “Cachorro” Montes y Johan Vázquez, que debieron ser la base en Qatar, que solamente Luis Gerardo Chávez destacó decepcionando Hirving “Chuky” Lozano , Raúl Jiménez (banca) el nacionalizado Funes Mori que fue de vacaciones con un “Tata” Martino inoperante.
Los golpes bajos de los directivos de la FEMEXFUT tuvieron no solo respeto sino pánico al permitir el fracaso de Martino al no despedirlo a tiempo (dos años antes), vislumbrando la nula atención, pasión y vehemencia, mostrándose como un auténtico mercenario, llevándose en el proceso de seleccionador mexicano más de cuatromillones de dólares anuales aparte de sus secuaces, perdón quise decir auxiliares de 7 “angelitos vividores”, que impuso el argentino, con actividades absurdas como un Analista de video, entrenador de porteros, dos preparadores físicos y tres auxiliares.
Como conclusión debemos decir sin pecar de nacionalistas, un entrenador mexicano para los mexicanos.
La experiencia de los dos últimos mundiales con el colombiano “El rotaciones” Juan Carlos Osorio (Rusia 2018) que el colmo de la “cuchara” de José Ramón Fernández invitarlo como analista de ESPN en el mundial de Qatar nos permitió ver un filósofo barato al estilo cantinflesco que decía mucho y no decía nada, con un proceso de cuatro años de nada, con el bum de ganar a Alemania campeón del mundo, que Corea también les ganó, y entramos de “panzazo” a la siguiente fase.
Con Martino fue peor en toda la historia reciente que nos quedamos en la primera ronda eliminados.
En síntesis, la pasión, superación, entrega es con alma, vida y corazón de los entrenadores nativos de un país que dirigen, a diferencia del entrenador extranjero culpando a sus jugadores de su prestigio, lavándose las manos y robando en despoblado.
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