NACIONALES
MC: La ruptura
																								
												
												
											Opinión, por Iván Arrazola //
Los tiempos políticos determinan las estrategias de los actores y no al revés, una y otra vez Morena jugó a adelantar los procesos en las elecciones para las gubernaturas, ahora que lo hizo con la elección presidencial, las cosas no parecen salir de la misma forma, el adelantar el proceso sucesorio ha provocado que los distintos actores políticos aprendan de la experiencia y generen nuevas formas de competir.
Es un hecho que dada la estructura de sistema electoral que tiene México con una elección presidencial a una sola vuelta, todas las fuerzas políticas tienen que tomar partido y formar alianzas para poder competir, no formar alianzas en un sistema político como el mexicano condena a los partidos que deciden ir solos a una derrota segura.
Eso parece haberlo entendido Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco, con su anuncio del viernes pasado en el que además de anunciar que no contenderá por la presidencia de la República, cuestionó de manera abierta a la dirigencia de su partido, Movimiento Ciudadano, por adoptar una postura aislacionista, en la que rechaza cualquier posibilidad de hacer una alianza con la oposición.
Dice Dante Delgado, coordinador nacional de MC, que Movimiento Ciudadano es la mejor opción para México y que por eso debe de ir solo. Eso no es lo que pensaba hace unos años cuando Movimiento Ciudadano tenía que hacer uso de las alianzas para no perder el registro, como muchos liderazgos añejos, Delgado aprovechó las leyes electorales para construir un partido y como muchos partidos tradicionales se posicionó como líder absoluto.
En sus primeros años el partido naranja luchaba por conservar el registro, con escasa presencia a nivel nacional, es precisamente en Jalisco donde el partido comienza a tomar fuerza de la mano de un liderazgo local como el de Enrique Alfaro, lo que le permitirá a Movimiento Ciudadano pasar de ser un partido marginal a rebasar por mucho el 3 por ciento de votación que necesitaba para conservar el registro.
Delgado ha mencionado en cada oportunidad que “con el PRI ni a la esquina”, en ese sentido el líder emecista tiene un comportamiento similar al de López Obrador, habla como si su partido fuera químicamente puro, niega su pasado priista, actúa como si no supiera que su partido está formado por ex panistas, ex priistas y ex perredistas. El discurso es similar al de López Obrador, como si por cambiar o incorporarse a una nueva fuerza política fuera suficiente para purificarse, para borrar el pasado partidista de muchos de los miembros que militan en su partido.
El experimentado líder ex priista sabe a lo que está jugando, a lo que le apuesta es a fortalecer a su partido a costa de mantener la dinámica política de desgaste de las instituciones, lo que ha ocurrido a lo largo del sexenio no es tomado en cuenta por el principal liderazgo de MC en su diagnóstico, el oficialismo se ha negado a negociar, ha tratado de imponer con un alto costo su agenda, ha acosado a las instituciones autónomas y al resto de los poderes, este escenario tendría que obligar a esta fuerza de oposición a analizar lo que ha pasado en el país y cómo tendría que enfrentarlo.
La decisión de Movimiento Ciudadano de contender solo en la elección presidencial, en el que las alianzas son la mejor estrategia para alcanzar el poder, tendrá como principal efecto que la participación del partido naranja sea meramente testimonial ya que los tiempos políticos se han adelantado, pero esto a los ojos de Delgado no es un problema, otro efecto importante se dará en la fragmentación del voto en la oposición, lo que sin duda favorecerá a Morena sobre todo si la elección arroja un resultado cerrado.
A estas alturas es claro que el futuro del partido naranja pende de un hilo, Dante Delgado actúa como un líder que centraliza las decisiones sin entender que buena parte del éxito de su partido depende de los liderazgos locales, es claro que la estrategia que sigue Delgado a quien más beneficia es a Morena, los argumentos para ir solo son débiles y podría generar una ruptura que lejos de fortalecer al partido lo debilite para el futuro.
Para Delgado no bastará con enviar una serie de tweets e insistir en que no irá con los partidos de oposición en una alianza, será momento de que dejé de actuar como un líder autocrático que impone decisiones y tendrá que escuchar a los distintos liderazgos, de lo contrario vendrá una ruptura que regresará a Movimiento Ciudadano a su papel de partido marginal.
