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JALISCO

La propuesta de la diputada Hortensia Noroña: Diputados migrantes, un atentado contra la democracia representativa

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A título personal, por Armando Morquecho Camacho //

Nuestro estado es uno de los que guarda una mayor tradición migratoria, misma que data desde 1848, cuando los jaliscienses fueron enganchados para emprender un largo viaje a Chicago para sumarse a los esfuerzos de la construcción del ferrocarril de dicha ciudad. 

Y como muchos pueden intuirlo, esa tradición no murió ahí. Es así que en la actualidad se estima que hay aproximadamente dos millones de jaliscienses que viven y trabajan a lo largo de todo Estados Unidos. 

Pero donde la presencia de los jaliscienses es mas notoria es en California (58%), Colorado (10%), Arizona (7%) y Texas (6%). 

Asimismo, esta importante presencia de jaliscienses en territorio norteamericano ha permitido que Jalisco se convierta en el segundo lugar que mas remesas recibe, es así que tan solo en el cuarto trimestre del 2022, el total de las remesas de nuestro estado representaron el 8.88% del total de las remesas de todo el país. 

De hecho, las remesas en nuestro estado son tan importantes que cada 10 hogares jaliscienses dependen en un 100% de las remesas provenientes de Estados Unidos. 

Sin lugar a duda, el papel que juegan los migrantes mexicanos, especialmente los jaliscienses, en las labores de cuidado y de corresponsabilidad con su tierra y sus hermanos jaliscienses es fundamental y además, representa una acción digna de reconocer, sobre todo en estos tiempos tan complejos en los que las remesas por alguna razón terminaron por convertirse en un logro gubernamental digno de presumir. 

Sin embargo, pese a este número tan relevante de jaliscienses que viven en los Estados Unidos y pese a su importante papel en el trabajo de sostenimiento económico de muchos hogares de nuestro estado, no podemos cometer el error de caer en las dulces mieles del tan criticado populismo al creer que este papel que juegan los migrantes puede extrapolarse al terreno de la representación política local, ya que esto es un despropósito democrático bastante grave. 

Recordemos que la democracia representativa es aquella que se funda en el principio de construir poderes públicos con funcionarios electos que representan a un grupo de personas en específico, mismo por el que se comprometen a legislar para salvaguardar o reconocer sus derechos y para desarrollar e implementar herramientas que les permitan alcanzar su pleno desarrollo. 

Y aunque no es un principio propiamente escrito en la teoría que rodea a la democracia representativa, uno de los pilares fundamentales de esta es permitir a la ciudadanía escoger entre los ciudadanos candidatos a aquel o aquella que demuestre tener más conocimiento o entendimiento respecto de los problemas que más aquejan a una comunidad, a un grupo, a una colonia o a un distrito. 

Aunado a la democracia representativa encontramos otro elemento fundamental de los sistemas de pesos y contrapesos: la representación proporcional, la cual es un “sub producto” de la democracia representativa. 

En este modelo el porcentaje de votos que reciben las candidaturas determina de manera proporcional el número de escaños que les son asignados en el órgano electo, de esta manera se garantiza una efectiva manifestación de la democracia representativa, ya que a través de este sistema se busca reconocer la legitimidad y representatividad de las minorías para efecto de que estas voces tengan representación en los órganos legislativos. 

En términos generales, el punto de la democracia representativa es justamente ese: representar o hacer valer las voces que integran a nuestra comunidad, esto partiendo de la idea básica de conocer a fondo los problemas de una comunidad, lo cual se traduce en representantes políticos con sensibilidad social. 

Y tal vez para usted querido lector, las reflexiones anteriores sean muy simples, pero créame que no lo son para todos, especialmente para una diputada plurinominal de nombre Hortensia Noroña y que forma parte del Congreso del Estado de Jalisco. 

Hace unos días escuché que la diputada plurinominal tiene la idea de buscar una reforma electoral en la que se garantice la participación de dos diputados migrantes para que en el Congreso haya un espacio designado exclusivamente para un jaliscienses migrantes que radiquen fuera de nuestro estado. 

Es decir, lo que la diputada pretende es diezmar la participación política electoral de los jaliscienses en aras de garantizar la participación de una persona con nula representatividad y con nulo conocimiento de los problemas públicos que rodean a nuestro estado. 

Yo me pregunto: en un contexto político local y nacional en el que la juventud carece de oportunidades políticas y de representación, en el que se atenta con la participación igualitaria de las mujeres en los procesos electorales y en el que las comunidades indígenas han perdido su voz en los espacios de debate político, de verdad ¿estamos pensando en ceder espacios de representación tan importantes a personas que no radican en nuestro Estado y a las que nunca les han afectado el curso de las decisiones políticas tomadas por nuestros gobernantes? 

Pero no me mal entiendan, su servidor no está en contra de los migrantes, al contrario, reconozco ampliamente el valor de su trabajo y sus aportaciones con sus familias jaliscienses, sin embargo considero que ni las remesas ni el trabajo realizado por nuestros paisanos en el extranjero (donde hacen y seguirán haciendo su vida) puede ser un cheque en blanco para garantizarles representación política en espacios en los que ni si quiera nosotros, ciudadanos preocupdos por nuestro entorno, tenemos garantizado en condiciones de igualdad y equidad frente a la clase política.

Por otro lado, es necesario precisar que por un simple ejercicio de lógica que debería emplear nuestra diputada, la representación política de las comunidades migrantes se debe dar en los espacios de representación política del país receptor (Estados Unidos) no en el país de origen, en dado caso, si se quisiera tomar en serio a la diputada, la propuesta se debería encaminar a garantizar que las comunidades de migrantes (centroamericanos) en Jalisco, sea representada, lo cual cabe resaltar, debería seguir siendo el último lugar de nuestras prioridades en materia de participación política.

Jalisco afronta muchos retos políticos y sociales, y derivado de ellos, creo que valdría la pena no solo recordarle esos retos a la diputada Hortensia, sino también creo que debemos recordarle que como diputada plurinominal, su trabajo es representar las voces de los jaliscienses que día a día nos enfrentamos a los problemas públicos de nuestro estado, no representar a aquellos que se enfrentan a los problemas producto de los gobiernos de Greg Abbott, Gavin Newsom o Jared Polis. 

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